Para los gobernadores, recibir departamentos donde por décadas han acompañado la realidad de los territorios situaciones de orden público, microtráfico, bandas criminales, grupos armados y carteles de narcotráfico, se ha convertido en un verdadero reto en el que desarrollarán grandes estrategias que pretenden dar un parte de solución a los habitantes.

Andrés Rendón, mandatario de Antioquía, sitúa su mirada en crear medidas administrativas que le permitan erradicar la inseguridad desde el microtráfico, eliminando lo que él denomina “casas de vicio” y estipula que no apoya los cese al fuego porque esto es “amarrarle las manos a las fuerzas públicas”.

Por su parte, en el departamento de Santander, una región altamente turística, se hace relevante, para Juvenal Díaz, crear la Corporación Santandereana de Turismo Sostenible, una entidad que brinde medidas de seguridad desde la calidad del agua, vías adecuadas, hoteles eficientes. Díaz pone en su plan de gobierno una seguridad multidimensional, trabajando desde los factores que reflejan inestabilidad social.

A su vez, Caquetá, uno de los territorios que más han sido golpeados por el conflicto armado, su mandatario, Luis Francisco Ruiz, lo considera como un eje fundamental en los procesos de paz y pretende una vinculación directa con el ejército nacional y la fuerza aérea para someter a la justicia los objetivos militares; eliminando conflictos por el control territorial y las llamadas vacunas.

Los laboratorios de paz son la apuesta del gobernador de Córdoba, Erasmo Zuleta, este proyecto buscará crear oportunidades de educación y vinculación de gestores de paz en proyectos culturales, logrando lo que él menciona “dejar que la ilegalidad deje de ser una ventana de oportunidades”.

En departamentos como el Chocó, Nubia Córdoba enfoca su proyecto de seguridad en erradicar la minería ilegal, formalizando esta actividad económica para “quitarles el pulmón a los grupos armados”, esto debido a que en este territorio, esta minería se ha convertido en el principal financiamiento de acciones delictivas. Además, Nubia pretende crear planes de desarrollo sostenible con proyectos maderables, creando un mercado propio para la región.

Por último, Rafaela Cortés, mandataria del Meta, busca potencializar los consejos de seguridad, para lograr que la población llanera recupere la fe y el respeto en las fuerzas militares, recuperando por completo la confianza en estas instituciones. También, pretender trabajar por disminuir la deserción escolar para que no se encuentren niños y adolescentes en las calles.

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