“Mis amigas de la universidad me decían ‘estás loca, te deberías dedicar a trabajar una oficina de abogados”, recuerda Rosita León, quien levantó su propia compañía con esfuerzo y en asocio con su novio, quien hoy es su esposo. “Y es que todo el mundo estaba haciendo las cosas mucho más glamorosas”, añade.
Se trata de una empresa que ofrece servicios digitales para abogados. “Sale de una necesidad que teníamos mi esposo y yo de traer toda la información judicial a las oficinas de abogados sin necesidad de que se desplazaran a los juzgados, centralizarla para que pudieran gestionar toda su parte jurídica y judicial desde su oficina, sin necesidad que fueran a los a los a los despachos judiciales”.
Sin embargo, no fue solo a qué le estaba apuntando, sino con quién, pues un matrimonio que haga empresa no es algo para todo el mundo. “Es 24 horas con tu esposo, enfrentar las dificultades y si no estás de acuerdo —porque normalmente no estamos de acuerdo en el tema– ¿cómo llevar eso?”, dice. Pero también cuenta su secreto: “Uno va aprendiendo que las dos voces valen, que los dos entendemos que nuestras dos visiones del mundo, que son distintas, absolutamente valiosas y que, pase lo que pase en la oficina, en la en la casa se acaba el tema inmediatamente”.
Algo que definitivamente facilitó el proceso, según ella, fue compartir los mismos valores y privilegiar el diálogo en cualquier situación. También fue crucial saber rodearse de la gente idónea y persistir, por lo que los resultados llegaron con el tiempo. Asimismo, aprender que siempre hay algo más por hacer. Aunque algunos creerían que no hay nada fuera de los códigos y la ley, Litigando se abrió campo en una necesidad cotidiana de casi cualquier abogado, y piensa en más: “Nuestra compañía tiene que innovar constantemente porque está basada en la tecnología y en un servicio muy tecnológico. Entonces todos los días, como decimos en la oficina, borramos el tablero y volvemos a empezar como si no existiera empresa”.
El trabajo en equipo con su marido terminó siendo clave para su éxito: “Mi esposo fue el como el más vendedor. Yo soy mucho más operativa, de hacer que las cosas pasen, pero la idea era que éramos abogados los dos. Sabíamos la necesidad que tenía el mercado, porque a todo el mundo le tocaba mandar a alguien; depender de una persona que no fuera organizada para la información. Se corría mucho riesgo de que no fuera, no trajera la información a tiempo”.
La coyuntura de comienzos de los 2000 también fue bien aprovechada, cuando “todos los bancos estaban recibiendo los rescates por el Upac y necesitaban mandar muchísima información para que les dieran los auxilios, entonces necesitaban tener la información organizada y centralizada toda la parte jurídica”, por lo que litigando fue su socio ideal.
Su vida en familia la llevó a aplazar un sueño, pero ahora parece el momento ideal para conseguirlo: “Queremos salir a Latinoamérica. No lo hicimos antes por un tema de pareja; para nosotros, la crianza de nuestros hijos y salir a estar mucho tiempo por fuera no era negociable. Ahora ya estamos en un momento diferente de la vida donde podemos darnos el lujo de hacer todo”.
¿Qué es ‘Líderes por Colombia’?
Es un programa de SEMANA que presenta los líderes empresariales más representativos del país con historias destacadas dentro y fuera de Colombia. En cada episodio, un invitado comparte momentos significativos de su trayectoria, sus desafíos y su visión sobre el éxito y la excelencia.
En este espacio, encuentre a los protagonistas de la vida empresarial del país que se han convertido en referentes de liderazgo y en inspiración de muchos colombianos.
* Contenido en colaboración con Litigando.