La economista María Constanza Torres Tamayo, del programa de economía ‘Semillero Financiero’, de la Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito, se le midió al reto de cómo distribuir el codiciado sueldo de los congresistas: Ella, parte desde un supuesto, si a uno de los casi 2 millones de colombianos que recibe al mes un salario mínimo, le dijeran que a partir de ahora y cada mes por los próximo 4 años,  (puede volverse vitalicio) va a recibir 40 salarios mensuales vigentes, algo así como la bobadita de $31´331.821 mensuales, que representan $375´981.852 al año, y equivale a $1.503´927.408, (sin tener en cuenta el incremento anual) en 4 años, ¿qué haría? Cabe aclarar que el ingreso mensual se divide en: $7 millones 575.751 correspondiente al salario básico, $13 millones 468 mil a gastos de representación y $ 10 millones 280 mil por prima especial de servicio. Faltaba la cereza en el pastel:  una o dos camionetas blindadas, el poder contratar asesores alrededor de $38 millones, planes de celular, tiquetes de avión en recorrido nacional en clase ejecutiva, prima especial en julio y otra en diciembre entre otras cosas, ¿aceptaría? ¿Qué haría usted con esos ingresos?  Es la pregunta que muchos colombianos sueñan: para la economista Torres Tamayo lo lógico es pensar en lo que siempre se quiere tener casa, carro y beca, como se dice en el argot popular, pero con ingresos así, ya podría incluir viajar con más frecuencia, no solo a nivel nacional sino internacional, por lo menos tener una medicina pre pagada que le garantice una atención más rápida y oportuna y eliminar así las 4 o 5 horas que hay que esperar en urgencias si pertenece al POS. Quizás enviar a sus hijos a estudiar en el exterior o simplemente enviarlos a tomar clases de golf en Miami. “Aterricemos todo lo anterior con números y datos reales. Si fuera una familia común y corriente, compuesta por papá, mamá y 2 hijos en edad universitaria, con 1.503´927.408 podría fácilmente realizar las siguientes operaciones: supongamos que no tienen ínfulas de nuevos ricos, así que se compraría una casa o apartamento de $500.000.000, podría pagar la universidad de sus 2 hijos por 10 semestres teniendo en cuenta que el valor del semestre es de $15.000.000 cada uno, para un total de $300´000.000 que cubrirían los 5 años. Habría que darles una mesada para transporte, fotocopias, libros,  almuerzo y otros gastos del mes por $400.000, para un acumulado de $30´000.000”, detalla la académica. En su análisis señala que como el carro se vuelve una necesidad y lo más probable es que se comprarían uno de gama alta por  $110´000.000, los gastos mensuales de hogar subirían a $3´500.000 para un total en los 4 años de $168´000.000. No se puede olvidar la recreación, es decir unas vacaciones a un sitio de moda por $30´000.000 2 veces al año lo que representan $240´000.000. La calculadora sigue: si se retribuye al Estado, pagando cumplidamente  los impuestos que podrían ser alrededor de $60´000.000, el balance total en cuatro años para esta familia de estrato medio alto arroja un total de $1.408´000.000. Pero aún queda un saldo que estaría cubriendo los pagos de salud y pensiones. Y si les queda algo, será un ahorro para la temporada de vacas flacas (cuando el jefe de este hogar pierda la curul). Anota la economista de la Escuela Colombiana de Ingeniería que si se llevara la relación a un valor más simple, y se estableciera que las familias requieren para sobrevivir dignamente por lo menos de 4 salarios mínimos mensuales legales vigentes, por cada congresista vivirían “dignamente” 10 familias. ¿Y si fuera un empresario, qué podría hacer con estos recursos? María Constanza responde: tal vez pagar la nómina, comprar mejor maquinaria, hacer algunas mejoras en la planta de producción, optimizar los canales de comercialización, podría generar empleo y sin ser “padre de la patria” con este capital el empresario ayudaría a disminuir la desigualdad. Muchos intentos pocas nueces Bajarle el salario a los congresistas y altos funcionarios del Estado, fue el primero de siete puntos que incluyó la pasada consulta Anticorrupción, a la que faltaron cinco para el peso, para ser aprobada. Era el punto más taquillero de la iniciativa impulsada por las congresistas Claudia López y Angélica Lozano, y es uno de varios intentos fallidos en la historia del Congreso. Y según la Corte Constitucional, los derechos salariales son progresivos, no le puede reducir el salario a alguien, por lo que la viabilidad de este proyecto hace pensar que seguirá rodando por el Capitolio Nacional como muchas iniciativas. El uribismo también tiene su fórmula, esta vez con la iniciativa de la senadora Paola Holguín quien radicó en el Congreso un proyecto de ley para congelar el salario de los legisladores. En 2015 también se había presentado esta iniciativa y se congeló. Ahora, el acuerdo del gobierno, y mientras se hace realidad los congresistas tendrán un ‘buen salario’ para rato. El salario que les pagan a los congresistas en Colombia es el cuarto más alto de Latinoamérica. El primer lugar lo ocupa México con $48.025.290, seguido de Chile ($41.403.000) y Brasil ($31.851.000). Algunos congresistas consultados por Conexión Congreso señalaron que además de sus gastos personales, los gastos de representación son los que más se llevan parte del ingreso, pues sus viajes y encuentros con las comunidades en sus regiones les conllevan un compromiso ineludible, otros como el senador Gustavo Bolívar han anunciado la donación de su salario a organizaciones sociales (Sin especificar) “Bájennos el sueldo..por favor” señala en su twitter; otros más discretos destinan gran parte de su sueldo a comunidades de bajos recursos, para educación en zonas como Córdoba y Atlántico, aunque no lo hacen público, están los que ahorran  e invierten para las vacas flacas (Sector inmobiliario, fondos de pensiones y CDTs)  y están los ‘gomelos’ del Congreso que brillan por la pinta y disfrutan de sus primeros $ 31 millones y pico, una suma muy preciada, pero que si no se le da un buen manejo se vuelve humo.