BRASIL  Dios no castiga… 

Era cuestión de tiempo. Tras meses de reunirse con cientos de personas en lugares cerrados, pronunciar discursos y abrazarse con “su gente”, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, por fin resultó contagiado con la covid-19. Luego de presentar síntomas por unos días, el mandatario decidió que le hicieran la prueba, y cuando tuvo el resultado, en vez de guardar confinamiento y comunicarlo a la distancia, salió a dar la noticia en rueda de prensa, mientras se quitaba el tapabocas. “La vida continúa, Brasil precisa volver a trabajar. En caso contrario, la economía puede quedar en una situación compleja”, dijo; y reiteró que los “efectos colaterales” no pueden ser “peores” que la enfermedad. Muchos creen que Bolsonaro se juega el todo por el todo: si se mejora, lo utilizará para justificar su peligroso manejo de la pandemia. Pero si no, podría tener consecuencias fatales. En Facebook ya da mal ejemplo al publicar un video tomando hidroxicloroquina, el medicamento recomendado por Donald Trump que la comunidad científica pide no utilizar para tratar el virus. Lo malo es que en esa ruleta rusa pueden resultar afectadas miles de personas en el segundo país con más casos en el mundo: 1,7 millones de contagiados. 

LA FRASE  “En mi primer día de presidente me reuniré con la OMS para restaurar nuestro liderazgo en el escenario mundial”, 

aseguró el candidato presidencial demócrata, Joe Biden. Por orden de Donald Trump, Estados Unidos formalizó su salida de la Organización Mundial de la Salud, la cual se haría efectiva el 6 de julio de 2021. 

LA CIFRA 325.000 millones de dólares evaden los contribuyentes anualmente 

en los fiscos en Latinoamérica, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). La suma equivale al 6,1 por ciento del PIB de la región.

LA FOTO   Hasta el último rincón

Mientras que otros países de la zona ya empiezan a reabrir sus ciudades, Bolivia pasa sus horas más bajas en la lucha contra el coronavirus. La enfermedad se ha dispersado por todo el territorio, por lo que el Gobierno ha puesto en marcha una campaña de pruebas en los lugares más remotos. En la foto, dos médicos en trajes de protección llegan por un camino de tierra a Avircato, en una jornada casa por casa. 

MÉXICO-ESTADOS UNIDOS Oso continental 

Muchos en América Latina se sorprendieron con la visita que hizo el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (Amlo), a su colega Donald Trump. No solo porque se trataba de su primer viaje, lo cual ya tiene una carga simbólica; sino también por su oportunidad, en medio de la pandemia y a meses de las elecciones. Pero sobre todo por lo que dijo. La cita era para firmar el T-MEC, la nueva versión del acuerdo de libre comercio de América del Norte, y Amlo mostró una actitud obsecuente, ignorando los permanentes insultos de Trump contra los mexicanos. En su momento más cuestionado, le agradeció por “no tratar a México como una colonia” y por su trato “respetuoso”. La actitud de Amlo contrastó con la del canadiense Justin Trudeau, quien entendió que la ceremonia era prescindible y más bien una jugada electoral del magnate.

REINO UNIDO La culpa es de los hogares 

A Boris Johnson le sobran excusas para explicar el fracaso de Reino Unido en el manejo de la crisis del coronavirus. Esta vez, el primer ministro británico dio a entender que la negligencia de algunos hogares de ancianos contribuyó a propagar el virus en esas instituciones, acusándolos de contribuir con numerosas muertes por la enfermedad. “Demasiadas residencias no siguieron realmente los procedimientos de la manera en que podrían haberlo hecho”, dijo el primer ministro, lo que provocó indignación en Reino Unido, el país de Europa más castigado por el coronavirus con más de 44.000 muertes confirmadas. Según la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS, por su sigla en inglés), de estos fallecimientos, cerca de 15.000 se registraron en residencias de la tercera edad. Desde el comienzo de la pandemia, al Gobierno británico lo han acusado de no proteger debidamente a los empleados y residentes de los hogares. 

ECUADOR ¿Aspiraciones presidenciales?

Tras liderar la lucha contra el flagelo del coronavirus en su país, Otto Sonnenholzner, tercer vicepresidente en lo que va del mandato de Lenín Moreno, renunció a su cargo sin precisar motivo alguno. Para muchos, su salida se debe a que espera participar en las elecciones presidenciales de febrero próximo. A tan solo siete meses de los comicios, solo Guillermo Lasso, líder del Movimiento Creo y rival de Rafael Correa en las elecciones de 2013, ha presentado formalmente su candidatura. En todo caso, la salida de Sonnenholzner podría representar una seria amenaza para la continuidad en el poder de Alianza País, el partido de Moreno. Según medios locales, el joven exvicepresidente, que se ha mostrado abierto a renovar el sector político, se presentaría como candidato independiente para atraer la atención de los votantes jóvenes.