En el corregimiento de Candelaria, a orillas de la Ciénaga de Zapatosa aparecieron muertos cientos de peces de la especie arenca o también conocida como sardina. Pescadores y habitantes de la zona llamaron la atención por los efectos que en materia de salud humana y ambiental puede generar esta problemática.
La mortandad de animales de esta especie nativa de este espejo de agua se pudo haber presentado, según los pescadores, por la descomposición de la fuente hídrica pues se dio en un rincón en donde no hay suficiente oleaje.
Argumentan que esto se registra por la excesiva cantidad de nutrientes ajenos que están cayendo al agua de la Ciénaga, específicamente en esta área, debido a la siembra de otras especies de peces no nativos que han sido sembrados en criaderos en forma de jaulas, en un proyecto de la Agencia de Desarrollo Rural.
Libia Esther Arciniegas Liñán, presidenta de la Federación de Pescadores Artesanales y Ambientalistas del departamento del Cesar, manifestó que esta problemática se comenzó a evidenciar desde comienzos de la semana anterior, pero que aún se mantiene.
“La mortandad se registra debido a la descomposición del agua y la pérdida de oxígeno”, dijo. Sin embargo, manifestó que en toda la Ciénaga se está presentando una situación generada por una alta cantidad de redes de arrastre que también puede estar ocasionando la remoción del sedimento, algo que también pudo haber influido.
Dijo que la situación se extiende a otro punto y es en el muelle de Chimichagua. Para Arciniegas, la remoción por artes de pescas ilegales también pudo haber incidido debido a que el volumen de agua de la Ciénaga está muy bajito y se remueven diferentes materiales que ponen en riesgo la vida de estos animales.
Sostuvo, además, que la reproducción de peces no nativos ha desplazado a los nativos como el coroncoro, la doncella, el blanquillo y la picúa. “Lo que se está consiguiendo es cachama negra que no es nativa, puesto que fue traída del Amazonas. Esta es una problemática que han traído los piscicultores a la ciénaga porque no han sido los pescadores artesanales”.
Alzas en el PH del agua
No obstante, otra cosa opina Libardo Lascarro, coordinador del Pomca y Ordenamiento Territorial de la Corporación Autónoma Regional del Cesar. Argumentó que debido a que esta situación se presentó en un rincón, una bahía en la que se registra muy poco recambio de agua, pues no hay un oleaje permanente, no hay oxigenación del agua.
Explicó que, de acuerdo con estudios realizados con la Fundación Natura, en esta parte de la Ciénaga se presenta una gran cantidad de salina, especialmente en épocas de verano generando piedras calizas y un incremento en el PH, que es letal para los peces. Precisó que en el lugar habitan muchas especies como bocachico, dorada, nicuro mojarra y hasta tilapia y la única afectada fue la arenca.
Otra de las hipótesis que manejan desde la corporación es que en los procesos de pesca estos animales hayan sido maltratados ocasionando su posterior muerte. No está de acuerdo con la posición de los pescadores que indican que pudo haber sido un problema de sedimentación pues, según dijo, el lugar en el que murieron los animales es uno de los más profundos de la Ciénaga.
Frente a las jaulas para los cultivos de otras especies no nativas, indicó que estas se encuentran alejadas del sitio en el que se presentó la mortandad de peces.
Manifestó que la entidad le hará seguimiento al tema, pero descartó la toma de pruebas debido a que el estado de descomposición ya está avanzado, lo que no permite determinar exactamente qué fue lo que ocurrió.