En Colombia la apuesta por la sostenibilidad desde los distintos sectores, incluido el del café, no se limita a cuidar el medioambiente y los recursos naturales. También es un componente importante el bienestar de las personas, entre ellas las más de 540.000 familias cafeteras.
Hace 24 años nació Amor Perfecto, una marca colombiana de café que arrancó como un proyecto para promover el consumo de café de calidad en el país y se está enfocando en lo que Luis Fernando Vélez, gerente general, llama la descolonización de la industria del café como apoyo a la sostenibilidad.
“Nos debemos apropiar de nuestro producto, aprender a tostarlo, a prepararlo y a catarlo para que la caficultura sea más robusta. Colombia se debe parar ante el mundo como un verdadero conocedor de su producto, y no como un simple vendedor de materia prima. En Francia no exportan uvas para que la champaña se produzca en Nueva York, exportan las botellas de champaña. Colombia necesita hacer lo mismo, en vez de enfocarse en la materia prima, debe exportar el café listo para consumir y darle un valor agregado a su origen”, explica.
Siguiendo con esta línea, desde la marca Caffa se han enfocado en realizar talleres con los caficultores y sus familias. Juan Felipe Lozano, cofundador de Caffa, explica que ayudar tiene su ciencia. Durante cinco años han capacitado a más de 1.000 caficultores de diferentes departamentos en temas como derechos humanos, finanzas personales, agroecología, cata y barismo, ecoturismo y economía solidaria.
Desde Caffa están convencidos de que los caficultores son el corazón de la industria cafetera, y hay un compromiso con su bienestar y crecimiento dentro de la industria. “Si el conocimiento de los caficultores mejora, se va a ver reflejado en la calidad, en el valor agregado y en el precio del producto”, explica Lozano.
La sostenibilidad también cumple con un rol fundamental para el medioambiente. Según la Federación Nacional de Cafeteros (FNC), son cerca de 430.000 hectáreas de café las que hoy tienen sello de sostenibilidad. El desafío es lograr que en el año 2027 el ciento por ciento de las familias caficultoras de los 23 departamentos cafeteros tengan este sello.
Raúl Jaime Hernández, director de Gestión Ambiental de la FNC, menciona que desde el gremio cafetero están trabajando para que la sostenibilidad sea el valor principal del café colombiano. Justamente, en junio de este año, la FNC lanzó la plataforma Real Academia del Café, a través de la cual se busca enseñar sobre la diversidad de variedades del café para que los colombianos apoyen a las más de 540 mil familias dedicadas a cultivarlo.