Desde hace años se habla de la vulnerabilidad de las abejas ante diferentes problemáticas como la crisis climática que afecta los ecosistemas en los que habitan e incluso el uso de fungicidas y plaguicidas que pueden ocasionar la muerte de millones de estos insectos en cuestión de horas.

Ahora, un estudio desarrollado por la Universidad de Kansas (KU) de Estados Unidos y la Universidad Nacional de Colombia, se centra específicamente en las abejas angelita (Tetragonisca angustula), más conocidas como las abejas sin aguijón, y sus resultados son poco alentadores.

De acuerdo con datos de la investigación, en la que se estudiaron 9 especies de las más utilizadas en la meliponicultura (crianza de abejas sin aguijón, nativas de bosques tropicales), 7 de ellas son altamente vulnerables al cambio climático. Se estima que en el territorio nacional hay por lo menos 100 especies de estos insectos.

Los efectos del cambio climático están afectando a las abejas sin aguijón. Foto: archivo/Semama.com

Uno de los hallazgos en la investigación fue que aunque las especies estudiadas tienen rangos de distribución muy restringidos y no se pueden mover de un lado para otro, muchas personas lo están haciendo por el auge de la meliponicultura.

“Muchas personas han movido colmenas, por ejemplo de Villavicencio hacia el otro lado de la cordillera en el valle del Magdalena; de Antioquia para Santander, o bajan de altitud especies que están en los Andes, causando una mortalidad grandísima”, manifestó Víctor Hugo González Betancourt, profesor asistente del programa de Biología de la Universidad de Kansas.

Para este experto, “el panorama puede ser más preocupante, pues en el estudio no se incluyen, por ejemplo, cambios en el ambiente por tala de bosques o por el aumento de la agricultura”.

Los resultados del estudio muestran que de las 9 especies analizadas, las 7 más vulnerables al cambio climático en el territorio nacional son: Frieseomelitta paupera, Nannotrigona gaboi, Nannotrigona melanocera, Nannotrigona schultzei, Paratrigona eutaeniata (abeja del cafetal) Scaura longula y Melipona eburnea (abeja boca de sapo). El análisis indica que estas especies podrían llegar a perder más de 50 % de sus hábitats hacia 2050.

Todas la especies de abejas en el mundo están bajo algún riesgo debido no solo al cambio climático, sino al uso de pesticidas y plaguicidas.

Para realizar el análisis, los investigadores utilizaron modelos matemáticos que se basan en las coordenadas geográficas de las especies, y las proyecciones se hicieron mezclando datos del clima como temperatura, humedad y precipitaciones, entre otros.

Esta información de especies, coordenadas y clima la cruzaron con los modelos mundiales de cambio climático, cuyos escenarios van desde los moderados hasta los extremos. Estos se proyectan a 2030, 2050 y 2080. Como resultado, estos modelos muestran el área de distribución de cada especie y si esos rangos se van a incrementar o a disminuir.

Gran función ecológica

En Colombia se conocen alrededor de 600 especies de abejas. De estas, el grupo de las meliponinas o nativas sin aguijón suman alrededor de 100, de las cuales entre 28 y 30 se usan para la meliponicultura.

Estos insectos cumplen una función ecológica crucial, pues cerca del 60 % de los cultivos son polinizados por ellos. Por otro lado, está el aporte social que está representado en el auge que ha tenido su cría para extraer miel y polen para productos de medicina natural.

A partir de 2016, con la firma del Acuerdo de Paz, muchas comunidades campesinas e indígenas empezaron a implementar esta práctica; así mismo, varias entidades tanto privadas como gubernamentales e internacionales empezaron a promoverla con proyectos sustentables no maderables del bosque, con el objetivo de disminuir la pobreza en ciertas regiones del país como la Amazonia.

Los investigadores hicieron un llamado a generar una normativa para la cría de abejas sin aguijón en Colombia, pues solo en la Amazonia existe una regulación. Sin embargo, la mayor población colombiana y donde hay más criadores de abejas es en la región Andina.

Del estudio también hicieron parte, Marlon Cobos, estudiante del Doctorado en Ecología y Evolución de la KU; Joanna Jaramillo, estudiante del Doctorado en Entomología de la Universidad de Florida y Rodulfo Ospina Torres, profesor y director del Laboratorio de Investigaciones en Abejas (LABUN) de la Nacional.

Actualmente, los expertos estudian las respuestas fisiológicas de las especies que se mostraron más resistentes a las variaciones de temperatura y humedad, tales como la Melipona favosa (abeja rabipintada), para entender su adaptación al cambio climático y diseñar estrategias de conservación para las más vulnerables.