Compensar los perjuicios que le puedan causar al medio ambiente en el desarrollo de sus actividades, es una de las responsabilidades que tienen las empresas tanto públicas como privadas en el territorio nacional.
Para facilitar este trabajo y que estas organizaciones puedan desarrollar planes de conservación de ecosistemas vulnerables, el gobierno británico, a través de su embajada en Colombia y del programa Partnership for Forest (P4F), y Terrasos, empresa colombiana dedicada a la estructuración de compensación e inversión ambiental obligatoria, dispondrán de un área de 5.000 hectáreas en donde se podrá cumplir con este objetivo.
Se trata de los Bancos de Hábitat, que son áreas donde es posible realizar actividades de preservación, recuperación o uso sostenible para la conservación de la biodiversidad, en compensación por los efectos que genera el desarrollo a actividades como la infraestructura y otras extractivas como la minería.
Es una apuesta que le permitirá a Colombia contar con espacios específicos dirigidos a la conservación ambiental y en la que se llevarán a cabo procesos de restauración fortaleciendo la biodiversidad y el bienestar de las comunidades en diferentes regiones del país.
“Nos sentimos muy orgullosos de poder impulsar iniciativas que activen el desarrollo sostenible en Colombia invirtiendo recursos que impulsen esta estrategia y así mismo el sector privado pueda apostarle a esta iniciativa con la seguridad de que sus compensaciones tendrán un marco técnico y jurídico estable.” Colin Martin-Reynolds, embajador del Reino Unido en Colombia.
Partnership for Forest, es un programa que trabaja en América Latina, África y el Sudeste Asiático, impulsando proyectos con el objetivo principal de movilizar capital privado para reducir deforestación y mejorar el uso sostenible de la tierra.
Corredores biológicos
Este tipo de iniciativas permiten el desarrollo de corredores ecológicos a lo largo del territorio colombiano, aportando a las regiones que históricamente han debido afrontar problemas de violencia y que ahora encuentran en la biodiversidad un recurso poderoso para el desarrollo social y económico.
“Terrasos ha trabajado por cerca de diez años en la implementación de estrategias vanguardistas para la conservación de los ecosistemas. Estamos convencidos de que el mejor negocio es la conservación de la biodiversidad y de sus servicios ecosistémicos”, manifestó Mariana Sarmiento, CEO de Terrasos.
De esta forma, durante dos años estos socios trabajarán para alcanzar la meta de transformar 5.000 hectáreas de ecosistemas amenazados como el bosque seco tropical, el bosque húmedo tropical, el bosque de niebla y las sabanas, en zonas que potencien la biodiversidad del país.
Esta es una oportunidad para que las empresas reduzcan los costos de transacción en sus procesos de compensación y aumenten la efectividad, y por su parte las autoridades ambientales puedan hacer más eficientes los procesos de monitoreo y seguimiento de las inversiones ambientales obligatorias.
Actualmente, compañías como ISA Intercolombia, Ocensa, Cenit, el Oleoducto de los Llanos Orientales y la Concesión Vial Pacífico 2 trabajan en temas de compensación en el marco de esta iniciativa. Casanare y el Caribe colombiano, son las regiones en las que actualmente se desarrollan trabajos con el fin de preservar y conservar áreas de biodiversidad. También se analizan zonas en la Región Andina y en Santander, según dieron a conocer las directivas de Terrasos.
De acuerdo con los gestores de esta iniciativa, además de la conservación de ecosistemas, cuyas características deben mantenerse a 30 años, el trabajo conjunto de compensación permite el desarrollo social y económico de las zonas en donde se efectúan estas estrategias.
Se estima que en estas áreas se generarán 240 puestos de trabajo dignos, rurales y permanentes por las mismas tres décadas. El sector privado será un protagonista clave en el avance de esta estrategia y la apuesta es a que más organizaciones se vinculen a la misma. El primer resultado de esta estrategia ya se dio en el departamento del Meta, convirtiéndose en el primer banco de hábitat de Latinoamérica.