Con el objetivo de proteger y conservar las especies que se ven amenazadas por la intervención de los seres humanos, este miércoles, como cada 3 de marzo, se celebró en el país el Día Mundial de la Vida Silvestre con la liberación de animales de diversas especies.
En diferentes regiones del país, los animales regresaron a su hábitat, donde equilibran los ecosistemas, que son claves para la preservación de la naturaleza.
En tiempos donde parece que no hay ecosistemas vírgenes ante el paso del hombre, las autoridades ambientales trabajan por proteger estos animales, pues el valor de la fauna y flora silvestre es incalculable y es parte esencial y activa de los aspectos ecológicos, genéticos, sociales, científicos, educativos, económicos, culturales, recreativos y estéticos del bienestar humano y el desarrollo sostenible.
Además, la fauna silvestre tiene un papel importante en el funcionamiento y dinámica de los ecosistemas en los que vive, en procesos tan esenciales como la polinización, la fertilización de los suelos y el movimiento de nutrientes y recursos.
En Bogotá, la Secretaría de Ambiente realizó la liberación de diez tinguas, un águila, una torcaza y una culebra sabanera en el humedal La Conejera, animales que superaron los respectivos procesos de recuperación y rehabilitación en el Centro de Atención y Valoración de la entidad.
Según la secretaria de Ambiente de la capital, Carolina Urrutia, para liberar a estos animales es necesario invertir muchos recursos y tiempo en los procesos de rehabilitación para que puedan volver a su hábitat, por lo que hizo un llamado a evitar cazarlos o capturarlos, pues los efectos y el sufrimiento al que se enfrentan no son menores.
La estructura ecológica de Bogotá permite que habiten más de 600 especies de flora y más de 200 de fauna, tanto de especies endémicas como migratorias. Humedales, ríos, quebradas, parques de montaña, Cerros Orientales y páramos son algunos de los ecosistemas que convierten a la ciudad en un lugar que tiene dónde albergar la vida silvestre.
“Estas especies son propias de estos ecosistemas y aquí es donde deberían estar y no en las casas. Es una actividad muy importante, recordemos que Colombia es el segundo país más biodiverso del mundo y que tenemos más de 50.000 especies registradas a nivel nacional. La fauna es parte vital y esencial de nuestros ecosistemas, debemos continuar con su cuidado, protección y conservación”, afirmó el director de Control Ambiental de la Secretaría de Ambiente, Camilo Rincón.
“Le recordamos a toda la ciudadanía que los animales deben estar libres y en casa, no son mascotas y no deben ser traficados”, agregó Rincón.
Durante la jornada de liberación, los asistentes tuvieron oportunidad de presenciar varios curíes alimentándose en este ecosistema. En Colombia, esta especie se distribuye en algunos humedales de la cordillera Oriental, en departamentos como Boyacá, Cundinamarca y Santander, pero también en otras partes como las sabanas de la Orinoquia, por debajo de los 500 metros sobre el nivel del mar, principalmente en ecosistemas dominados por pastizales.
Esta especie es importante en los humedales debido a que es un controlador biológico de los pastizales de kikuyo, además, hace parte de la cadena trófica para aves y mamíferos carnívoros.
En Antioquia, en una reserva del municipio de Pueblorrico, suroeste antioqueño, fue liberada una guagua. En este departamento, según la Corporación Autónoma Regional de Antioquia (Corantioquia), las autoridades ambientales cuentan con 55 predios avalados y en operación, para liberar los animales que llegan a la entidad víctimas de tráfico, maltrato y tenencia ilegal.
En el Huila volvieron a la libertad dos ejemplares de tortuga charapa de la Magdalena (Podocnemis lewyana) y siete ejemplares de tortuga estuché (Kinosternon leucostomum). Estas especies son muy importantes para el ecosistema pues hacen parte de las cadenas tróficas, siendo controladores de varias especies de plantas o animales acuáticos.
Crecen la cifras de 2020 y 2021
Las cifras dan cuenta del creciente tráfico de fauna silvestre y la pandemia en cambio de mitigar esta problemática la ha intensificado. Solo en dos meses ya son varias las alertas que se prenden por el decomiso y rescate permanente de animales.
En el departamento del Huila, por ejemplo, en lo corrido de este año, han ingresado a la la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM), un total de 137 animales silvestres, de los cuales 109 especímenes ya han sido liberados, los demás se encuentran en proceso de rehabilitación.
El Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), en San Emigdio, Palmira, ha atendido 240 animales silvestres de diversas especies y logrado la rehabilitación y liberación de 69 individuos que han sido llevados de vuelta a su entorno natural.
El director de la entidad, Marco Antonio Suárez Gutiérrez, aseveró que han recibido 168 animales provenientes de rescates, 59 de entregas voluntarias y 13 de incautaciones. El animal que más ha ingresado es la zarigüeya (Didelphis marsupialis).
Corpoboyacá, por su parte, en los últimos 12 meses ha recuperado 360 especies de animales, entre las que se encuentran 85 mamíferos, 182 aves, 48 reptiles y 45 invertebrados.
“En los últimos 12 meses se han realizado en total, 22 operativos de control y vigilancia de fauna silvestre con acompañamiento de la Policía Ambiental y Ecológica, el Ejército Nacional y los profesionales de la corporación”, manifestó German Aponte, médico veterinario zootecnista de la autoridad ambiental.
El director de esta entidad, Herman Amaya, considera una de las mejores herramientas para reducir los impactos existentes sobre la biodiversidad es la educación ambiental.