En el país cada vez se vuelve más recurrente el monitoreo de animales de diferentes especies a través de collares de telemetría. ¿Había imaginado, por ejemplo, que un cusumbo pudiera ser monitoreado satelitalmente?
Pues bien, esto sucede en Antioquia, en donde en un grupo de 23 animales que fueron liberados por el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia (Corantioquia), se encuentra el primer cusumbo o coatí (Nasa nasa), el primero en su especie en ser rastreado en el país con un collar de telemetría.
Según las dos entidades, la tecnología permitirá obtener datos de valor científico, pues este es el primer estudio de este tipo que se hace sobre la especie, de la cual aún hay vacíos de información.
La liberación del ejemplar se realizó el pasado 9 de abril en el sureste antioqueño y el primer informe del monitoreo satelital indicó que, en solo 2 días, el animal se había desplazado aproximadamente dos kilómetros e ingresó a una zona boscosa cercana al Distrito de Manejo Integrado de los Recursos Naturales Renovables (DMI) Cuchilla Jardín - Támesis.
Se trata de una región de bosque alto andino densa y muy bien conectada ecológicamente, con buena disponibilidad de agua y condiciones muy propicias para la supervivencia de la especie, pues allí encontrará el alimento que requiere: frutos, semillas, hojas, raíces, insectos, pequeños vertebrados y pequeños reptiles, que son sus presas potenciales.
La liberación se realizó en el predio La Libertad, una reserva de la sociedad civil localizada en zona rural del municipio de Jardín. Allí también regresaron a su hábitat otros 22 animales silvestres que fueron readaptados en el Hogar de Paso de Corantioquia y el Centro de Atención y Valoración (CAV) del Área Metropolitana: 4 cernícalos (Falco sparverius), 3 gallinazos (Coragyps atratus), 2 gavilanes (Rupornis magnirostris), 1 currucutú (Megascops choliba) y 12 zarigüeyas (Didelphis marsupialis).
El collar que porta el Cusumbo pesa menos del 5 % del peso del animal y tiene un sistema GPS que envía señales a equipos satelitales, con las cuales se pueden establecer las coordenadas de ubicación y desplazamientos, y se podrá inferir cómo es el comportamiento del animal y su interacción con el entorno.
Proceso de readaptación
El coatí, también llamado cusumbo, llegó al Hogar de Paso de Corantioquia en julio de 2020 con aproximadamente cuatro meses de edad, tras ser encontrado por campesinos en zona rural del municipio de Andes.
Su readaptación duró 8 meses, tiempo en el que el animal recibió atención veterinaria y nutricional, además de estímulos, especialmente aversivos, para que aprendiera a identificar al ser humano como un peligro. El proceso incluyó, además, estímulos alimenticios, enriquecimientos ambientales y aislamiento visual y auditivo, con el objetivo de facilitar la adaptación a las condiciones de su medio natural.
Siendo un adulto, ya con un año de edad, y al verificar el resultado positivo de su readaptación, la autoridad ambiental procedió a liberarlo en una zona con condiciones muy similares a la de su procedencia, lo cual favorece en gran medida su adaptación y supervivencia en el medio natural.
Los cusumbos (Nasa nasa), desempeñan un papel determinante en los ecosistemas, pertenecen a la familia ‘Prociónide’, de la que también forman parte los mapaches y los perros de monte, entre otros.
El macho adulto es solitario, mientras que las hembras y los juveniles viven en grupos de hasta 30 ejemplares. Si bien es básicamente terrestre, también se trepa con agilidad a los árboles. El grupo recorre diariamente su territorio, caminando con la cola levantada, mientras revisa entre la hojarasca y la vegetación, metiendo el hocico en grietas y troncos, en búsqueda de alimento.
Su dieta omnívora incluye una amplia variedad de insectos, arañas, larvas, frutos, semillas y raíces; también consume pequeños mamíferos, pájaros, lagartijas e incluso carroña. Caminan sobre sus pies (plantígrado) y pueden descender de árboles cabeza abajo gracias a sus flexibles articulaciones. Son de hábitos diurnos y duermen en nidos, que ellos mismos elaboran en las copas de los árboles.
Juan David Palacio, director del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, indicó que como autoridad ambiental siguen comprometidos con la protección de la fauna y que el GPS instalado al cusumbo es una forma no solo de recuperar y proteger a esta especie, sino también los ecosistemas.