Luego de algo más de un año de haberse firmado, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Carlos Eduardo Correa, se reunió con los embajadores de Alemania, Noruega y Reino Unido para celebrar el inicio de la Declaración Conjunta de Intención (DCI) sobre bosques y clima, encaminada a frenar la deforestación en el país.
Este histórico acuerdo de asociación destinado a la gestión, uso, conservación y restauración de los paisajes forestales de Colombia fue renovado formalmente en la conferencia de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP-25), en Madrid (España), a finales de 2019.
Mediante esta alianza, el país recibirá US$366 millones de cooperación, una de las más grandes inversiones ambientales internacionales destinadas a detener la pérdida de los bosques y a proteger la biodiversidad y las comunidades étnicas en el país, si el país logra alcanzar los objetivos acordados en el marco de implementación.
El mensaje de esta cooperación bien puede entenderse como un espaldarazo internacional a la lucha contra la deforestación en el país que comparte la Amazonia con Brasil y 7 países más, actualmente uno de los ecosistemas más presionado por la pérdida del bosque en el mundo.
Los informes anuales de deforestación del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) han mostrado a la Amazonia colombiana como la región del país más golpeada por la deforestación.
De acuerdo con el último boletín de detección temprana de deforestación, publicado por el Ideam y correspondiente a abril-junio de 2020, la Amazonia concentró el 40,7 % de las alertas, ubicándose nuevamente como la región con más reportes. Otra de las preocupaciones es que importantes áreas naturales protegidas se encuentran allí y están siendo afectadas fuertemente por la tala y quema de bosques.
Desde su inicio, las cuatro naciones han deliberado sobre los detalles del plan de implementación de la declaración, que consagra 12 metas y varios hitos para abordar la deforestación de los bosques naturales en diferentes frentes.
Dentro de los objetivos plasmados en el acuerdo está la promoción del manejo forestal sostenible, la mejora de la gobernanza forestal, la promoción de prácticas sostenibles de uso de la tierra y el empoderamiento de los pueblos indígenas en su papel de gestores de los bosques.
A través de esta Declaración Conjunta de Intención renovada, Alemania, Noruega y el Reino Unido ofrecen conjuntamente a Colombia una contribución de hasta 366 millones de dólares si el país logra alcanzar los objetivos acordados en el marco de implementación.
Reducción de emisiones
Más que un incentivo financiero para la conservación de la naturaleza, el acuerdo tiene un gran potencial para aportar significativamente a la ambiciosa Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) de Colombia, a través de la cual el país se compromete a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 51 % al año 2030 comparado con un escenario de referencia proyectado.
La NDC también implica un objetivo de deforestación neta cero para el 2030, que depende de la cooperación internacional y los pagos por reducción de emisiones, a los que contribuirá la Declaración Conjunta de Intención. Así lo anunció el presidente Iván Duque en diciembre de 2020 en la Cumbre Global de Acción Climática.
Carlos Eduardo Correa reiteró que mediante la creación del Consejo Nacional de Lucha contra la Deforestación y otros crímenes ambientales se articulan cuatro líneas que contrarrestan este flagelo.
“Institucionalizaremos la legalidad logrando la aprobación de dos proyectos de ley que esperamos generen unidad nacional, que son: Crímenes ambientales y Lucha contra la explotación ilícita de minerales, este último liderado desde el Ministerio de Energía. A través de la nueva Ley de Regalías se crearon partidas para el crecimiento sostenible, y el Sistema Nacional Ambiental, mediante la Ley de Presupuesto, obtuvo la mayor apropiación de recursos superando un billón de pesos”, expresó el ministro.
Peter Ptassek, embajador de la República Federal de Alemania, enfatizó que el inicio de la implementación de la asociación es una señal alentadora para una política ambiciosa sobre el clima y la biodiversidad en el período previo a la COP-15 de la CDB en Kunming y la COP-26 de la CMNUCC en Glasgow.
A su vez, Colin Martin-Reynolds, embajador del Reino Unido, destacó que “detener y revertir la deforestación es una prioridad clave bajo esta Declaración Conjunta de Intención y nuestra Alianza Reino Unido-Colombia para el Crecimiento Sostenible; será fundamental para cumplir con el ambicioso compromiso de la NDC de Colombia. Continuaremos trabajando en colaboración para comprender las prioridades colombianas y apoyarlas en el periodo previo a la COP-26”.
Finalmente, John Petter Opdahl, embajador de Noruega, afirmó que sin el bosque Amazónico no hay un futuro sostenible en el planeta. Argumentó que Colombia tiene un rol de liderazgo en esta importante tarea, apoyada por Noruega, Alemania y el Reino Unido.
“Noruega está complacida de apoyar a Colombia con hasta 2.870 millones de Coronas Noruegas, la mayoría de esta cantidad supeditada al logro de reducciones de emisiones verificadas al nivel nacional”, concluyó.