Desde hace tiempo la Organización de las Naciones Unidas ha llamado la atención sobre la necesidad de que los países contemplen dentro de sus planes de reactivación, una economía sostenible. Sin embargo, parecen cortos los esfuerzos que se hacen en torno al tema.
Según el organismo multilateral, la reactivación económica poscovid no está teniendo en cuenta la grave crisis que en materia climática está enfrentando el mundo. Menos de 20% de los fondos aprobados en 2020 para la recuperación favorecen el medioambiente y la lucha contra el cambio climático, según el organismo.
“En este momento, los gastos verdes a nivel mundial no están a la altura de la gravedad de las tres crisis planetarias que son el cambio climático, la desaparición de la naturaleza y la contaminación”, dijo Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA).
El informe, ¿Estamos reconstruyendo mejor? Hoja de ruta para un gasto verde e inclusivo en la recuperación pos-covid-19, realizado por el Proyecto de Recuperación Económica de la Universidad de Oxford y el PNUMA, hace un llamado a los gobiernos para que inviertan de manera más sostenible y aborden las desigualdades a medida que estimulan el crecimiento tras los efectos económicos y sociales generados por la pandemia.
El análisis, apoyado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), indica que en 2020 solo 18% de los montos de los planes de relanzamiento poscovid fueron “verdes”, es decir, que las acciones de los países que las implementaron contemplaban una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, limitar la contaminación o mejorar y preservar el capital natural.
Esta cifra podría estar subestimada, puesto que los investigadores excluyeron los fondos de la Comisión Europea para evitar contabilizarlos también a nivel nacional. Si estas sumas fueran adicionales, el total representaría 23,4%. Los datos tienen en cuenta los programas de las 50 mayores economías del planeta.
Según su análisis, los 341.000 millones de dólares destinados a una reactivación verde se concentraron en un puñado de países desarrollados. Se trata sobre todo de Corea del Sur, España y Alemania, según el informe, que cita además entre otros países a Dinamarca, Finlandia, Francia, Noruega y Polonia.
“Los gobiernos de los países tienen una oportunidad única para emprender trayectorias sostenibles que prioricen las oportunidades económicas, la reducción de la pobreza y la salud planetaria a la vez: el Observatorio les brinda las herramientas para hacer la transición hacia recuperaciones más sostenibles e inclusivas”, enfatizó Andersen.
El profesor de Economía Ambiental de Oxford, Cameron Hepburn, dijo que “este informe es una llamada de atención. Los datos del Observatorio de Recuperación Global muestran que no estamos reconstruyendo mejor, al menos no todavía. Sabemos que una recuperación verde sería una ventaja para la economía y para el clima, así que es momento de tomar cartas en el asunto”.
El análisis enfatiza que la recuperación verde puede generar un crecimiento económico más fuerte, al tiempo que ayuda a cumplir con los objetivos ambientales globales y a abordar la desigualdad estructural. Para evitar que se pierdan décadas de avances en la lucha contra la pobreza, los países de bajos ingresos requerirán una significativa financiación en condiciones favorables por parte de los socios internacionales.
Sectores clave
El informe analiza varios sectores que son determinantes en este proceso. Por ejemplo, destaca las inversiones masivas en las energías renovables en España y el plan hidrógeno en Alemania. Para los transportes, destaca el trabajo realizado por Polonia con su política de autos eléctricos y de Francia aplaude la renovación de edificios para evitar el despilfarro energético.
Con el análisis queda claro que sin un esfuerzo concertado para relanzar las economías de los países menos ricos, estos podrían retroceder diez años en términos de desarrollo, de acuerdo con los expertos.