La deforestación es una de las mayores problemáticas medioambientales a las que se enfrenta el mundo y Colombia es uno de los países más golpeados por este flagelo. La tala de bosques incide gravemente en la crisis climática que afronta el planeta.

Un nuevo estudio publicado en la revista Nature Ecology & Evolution indica que los países ricos tienen una gran responsabilidad en la tala de bosques, pues al ser tan ‘fans’ de diversos productos agrícolas como el café y la soja, ha estimulado los niveles de deforestación en los trópicos.

Mientras en América del Norte y Europa expanden la cubierta forestal de sus territorios, los esfuerzos para detener la destrucción de los bosques en el hemisferio Sur han sido superados por el apetito de las economías del norte, de acuerdo con lo establecido por los investigadores.

Esta primera evaluación, país por país, sobre cómo las importaciones de los países desarrollados fomentan la deforestación, demuestra que un habitante de los países del G7 es responsable de la pérdida media de cuatro árboles por año en otras partes del mundo. Esto significó más de 3.000 millones de árboles en 2015, según los investigadores.

En el caso de cinco naciones del G7 (Japón, Alemania, Francia, Reino Unido e Italia), del 91 al 99 % de su “huella deforestación” es padecida por otros países, la mitad de ellos en los trópicos.

La deforestación es una de las principales problemáticas que afronta el país. Foto: Rodrigo Botero.

“La mayoría de los bosques se encuentran en los países más pobres, y se les fomenta económicamente a talarlos”, señaló el autor principal del estudio, Nguyen Tien Hoang, del Instituto de Investigación para la Humanidad y la Naturaleza de Kioto, Japón.

“Demostramos que los países ricos promueven la deforestación” a través de sus importaciones, indicó a la agencia AFP.

El estudio permite vincular de manera más precisa determinados productos con determinados países. Por ejemplo, el consumo de cacao en Alemania “representa un riesgo muy elevado para los bosques de Costa de Marfil y Ghana”, señaló Nguyen Tien Hoang. En tanto que la deforestación de la costa de Tanzania está directamente vinculada a la demanda de productos agrícolas por parte de Japón.

Los muy ricos ecosistemas forestales cubren más del 30 % de la superficie terrestre, y los bosques tropicales albergan entre el 50 y el 90 % de las especies.

Cientos de hectáreas de bosque han sido deforestadas en la Serranía de Chiribiquete entre finales de 2020 y comienzos de este año. Foto: Fiscalía General de la Nación.

En 2019, el equivalente a una cancha de fútbol de bosque primario fue destruido cada seis segundos en los trópicos, o sea, 38.000 km2, de acuerdo a datos satelitales. Los datos preliminares sugieren que la destrucción pudo haber sido todavía más rápida en 2020.

Tala de bosques en Colombia

Los más recientes datos dados a conocer a través del boletín de Detección Temprana de Deforestación del Instituto de Hidrología, Metereología y Estudios Ambientales (Ideam), correspondiente al tercer trimestre del año pasado, la Amazonia sigue siendo la zona del país más afectada al representar un 60 % de las alertas tempranas.

El mencionado monitoreo de la deforestación en el territorio nacional, para el periodo julio-septiembre reporta que hay cinco núcleos en los que se evidencia más esta problemática, los cuales están ubicados en los departamentos de Putumayo (2), Norte de Santander, Antioquia y Magdalena.

No hay cifras claras de cuál fue el comportamiento de la deforestación en 2020. Foto: Jhon Barros. | Foto: Jhon Barros/archivo Semana

En el tercer trimestre de 2020, el principal núcleo de deforestación se localizó en los municipios de Valle del Guamuez, en el municipio de Orito, en el departamento del Putumayo. Los puntos de alertas se distribuyen a lo largo de las inmediaciones de los ríos Guamuez, Orito y Putumayo. Las zonas de mayor concentración de alertas están en los resguardos indígenas Agua Blanca, Bocana de Luzón, Cañaveral, Bellavista, El Espingo y Caicedonia.

Según el Ideam, allí los cultivos de uso ilícito se expanden con una considerable concentración en la frontera con el Ecuador. La extracción ilícita de minerales, la extracción ilegal de madera para uso doméstico y comercio a diferentes escalas, y la praderización con fines de acaparamiento de tierras y la expansión de prácticas ganaderas no sostenibles, también generan impactos en esta zona.

Tibú- río Catatumbo en Norte de Santander; Puerto Caicedo y Puerto Asís, en Putumayo; el sur del departamento de Antioquia y la Sierra Nevada de Santa Marta son las otras zonas en las que la deforestación impactó en el tercer trimestre de 2020.

*Con información de AFP