En la Comisión V del Senado surtió su primer debate el proyecto de ley que busca garantizar la protección ambiental de los ecosistemas marinos mediante la declaración de zonas libres de plástico, prohibiendo el ingreso, el comercio local y la utilización de estos materiales en determinadas áreas.

La iniciativa busca prohibir el ingreso y empleo de plásticos de un solo uso a estos lugares, en busca de reducir una problemática que ha ido en aumento en los últimos años y que con la pandemia se ha incrementado.

De esta forma, quienes ingresen a ecosistemas marinos y zonas de playa previamente delimitadas como “zonas libres de plástico” estarán obligados a abstenerse de llevar plásticos de un solo uso e icopor (poliestireno expandido), de conformidad con el artículo 2 de la presente ley.

Es necesario adoptar medidas para reducir el consumo de plásticos en Colombia. Foto: archivo/Semana.com

Las autoridades de Policía podrán imponer y ejecutar las medidas preventivas consagradas en la Ley 1333 de 2009 o la que haga sus veces, cuando se contravenga lo dispuesto en este proyecto.

Para la senadora Nadia Blel, autora de la iniciativa, el impacto negativo de los elementos plásticos de un solo uso en el medioambiente es enorme e irreversible. En su opinión, la contaminación por plásticos conlleva riesgos graves tanto para el medioambiente como para la salud humana y por eso este proyecto debe ser prioritario en el Congreso.

Por su parte, el senador Miguel Barreto, ponente del proyecto, indicó que al pasar a segundo debate se dio un gran paso en equipo en la defensa de los recursos naturales y le agradeció a Blel Scaff por poner en la agenda nacional un tema fundamental para salvaguardar la biodiversidad, la flora y la fauna de los ecosistemas marinos sensibles y zonas de playa.

“Después de un trabajo riguroso, analizamos proposición tras proposición junto a la autora del proyecto y el Ministerio de Ambiente. Fue una mesa de trabajo importante en la que trabajamos con miras a conservar nuestros ecosistemas”, añadió el congresista.

El proyecto de ley, que seguirá su trámite en el Congreso y pasará a ser discutido en la Plenaria del Senado, también busca implementar medidas para que las personas o empresas que realicen actividades comerciales, turísticas y recreativas en estas zonas, eliminen el uso de plásticos en la prestación de sus servicios.

“Estamos seguros de que con fe, disciplina y trabajo articulado, nuestros colegas tramitarán con celeridad esta importante iniciativa. El país lo necesita”, concluyó Barreto.

Cifras al alza

Según Greenpeace, en Colombia cada año una persona utiliza 24 kilos de materiales desechables, de los cuales el 56 % corresponde a artículos de un solo uso.

Por ejemplo, en 2019, sin contar con los efectos de la pandemia, el país consumió el año pasado 1,4 millones de toneladas de plástico, de los cuales solo recicló el 20 %, de acuerdo con datos de Acoplásticos. Unas 770.000 toneladas corresponden a un uso corto, como empaques y envases. Y de esa cantidad, por lo menos 38.500 toneladas tienen que ver con elementos de un solo uso, como bolsas, platos, vasos y cubiertos desechables, además de pitillos.

Se calcula que existe cinco billones de fragmentos de plástico flotando en los océanos. Foto: archivo/Semana.

Estas cifras son lamentables, pues los plásticos pueden durar hasta 400 años para descomponerse, con las consecuencias que esto trae para los diferentes ecosistemas, pero lo más grave es que toneladas de ellos terminan en los mares y océanos.

Por esta razón, el trabajo que se realice para mitigar esta problemática será clave, en aras de trabajar en defensa de los animales, ríos y mares, garantizando el desarrollo sostenible de las generaciones venideras.

La Organización de Naciones Unidas estima que para 2050 habrá más plástico que peces en el mar, y que todas las aves marinas se estarán alimentando de desechos plásticos.

Para los ambientalistas, la contaminación con plásticos junto con el cambio climático son uno de los problemas más graves que tiene el planeta. Cada año llegan a mares y océanos cerca de 12 millones de toneladas de residuos plásticos, el equivalente a 1.200 veces la torre Eiffel, según Greenpeace. Ese dato debería generar conciencia sobre las consecuencias que esto tiene para las generaciones futuras, más allá de las exigencias del momento actual.