En los municipios de Leiva y El Rosario, en el departamento de Nariño, 99 pequeños productores de lima ácida Tahití fueron certificados y habilitados para exportar; ahora podrán vender sus frutas en el mercado internacional, lo cual les ayudará a aumentar sus ingresos y mejorar su calidad de vida.
Las certificaciones obtenidas comprenden el Registro Predio Exportador (RPE) otorgado por el Instituto Agropecuario Colombiano (ICA), el Certificado Orgánico y la acreditación Global G.A.P.
Este proceso requirió una inversión de 500 millones de pesos en infraestructura predial para 136 hectáreas con cultivos en edad productiva de lima ácida Tahití, es decir, el 34 % de las hectáreas cultivadas con esa fruta en ambos municipios.
“Para nosotros, como productores, tener las certificaciones de calidad significa un gran avance, porque mejoramos nuestras condiciones de vida como limoneros y la situación económica de nuestros hogares” relató Ana Milena Ñáñez, productora de la Asociación Agropecuaria Santa Lucía Leiva.
Las certificaciones se dieron como resultado de las actividades que realiza el Centro de Comercio Internacional (ITC, por sus siglas en inglés) en el norte de Nariño con el proyecto “Colombia PUEDE: paz y unidad a través del desarrollo productivo y el comercio”, un proyecto financiado por la Unión Europea, a través del Fondo Europeo para la Paz.
Leonardo Rosero, agricultor de la zona, destacó que “obtener las certificaciones fue difícil porque los limoneros no sabíamos qué era el Certificado Orgánico ni Global [G.A.P.]. Pero ahora que tenemos los conocimientos, podemos comercializar mejor nuestro producto”.
Además de la inversión para la construcción de centros de acopio, áreas de bodegaje, zonas de elaboración de fertilizantes, el equipo del proyecto Colombia PUEDE brindó acompañamiento técnico a los productores. Se ofrecieron capacitaciones en buenas prácticas agrícolas y de manejo poscosecha.
Así mismo, el fortalecimiento socio-empresarial de asociaciones de pequeños productores; finanzas, comercio y comunicaciones. La meta es que cada predio se convierta en un negocio eficiente y sostenible, y que los agricultores mejoren su nivel de vida en el corto y mediano plazo.
“Es supremamente gratificante ver la transformación de los agricultores. En el 2019, cuando llegamos con el proyecto, tenían una concepción distinta y hoy en día pasan a ser empresarios. Para nosotros, ver la evolución, no solo en lo técnico, sino en lo humano y es maravilloso”, señaló Paola González, Asesora Técnica Local de Colombia PUEDE.
Uno de los grandes desafíos es mejorar las condiciones de producción y comercialización de lima ácida Tahití al norte del departamento de Nariño. El propósito de las certificaciones es que los pequeños productores conquisten los mercados internacionales y que gocen de un precio promedio mucho mayor en el extranjero (casi 70 %, según experiencias pasadas) frente a la oferta nacional.
Pedro Arteaga, agricultor del gremio de limoneros, reconoce que estas certificaciones “garantizan que haya producciones sostenibles, mayor demanda de mano de obra y mayores ingresos, no solo para los productores, sino para las personas que hacen parte integral del proyecto y de las comunidades de la región”.
Colombia PUEDE continúa trabajando de la mano con los productores para que en los próximos meses se certifiquen 20 predios adicionales con el RPE y 38 fincas más con Global G.A.P. Asimismo, se pusieron en marcha las obras para la construcción de un nuevo centro de acopio en el municipio de El Rosario para beneficiar a 2 organizaciones de campesinos de 25 familias que se dedican a la producción de lima ácida Tahití en Nariño.
“Ahora, como limoneros acreditados, podemos tener una comercialización más avanzada a la que estábamos acostumbrados con intermediarios; por eso le agradecemos al programa Colombia PUEDE, al ITC y al Fondo Europeo para la Paz porque nos han ayudado a educarnos en la mejora de los cultivos, la calidad de la fruta y la exportación”, concluye Ana Milena Ñáñez.
Colombia PUEDE apoya a 2.000 pequeños productores de coco, cacao y lima ácida Tahití ubicados en El Rosario, Leiva, Policarpa y Tumaco, municipios nariñenses que hacen parte de las Zonas Más Afectadas por el Conflicto Armado (ZOMAC) y de los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET).