De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUD), Colombia está catalogado como el segundo país más biodiverso del mundo. Por eso, cada vez son más relevantes las estrategias que tienen como objetivo proteger esta riqueza natural y fomentar las buenas prácticas que aportan al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que propone la Agenda 2030 de la ONU.

Consciente de la responsabilidad que tiene con la protección y conservación de los ecosistemas que hacen parte de sus áreas de influencia, y de su compromiso con el desarrollo sostenible del entorno, Enel Colombia ha definido y estructurado Enel Biodiversa, un programa sombrilla que tiene como componente estratégico la Biodiversidad. Su propósito es proteger, restaurar y conservar los diferentes ecosistemas de Colombia, Panamá, Costa Rica y Guatemala, países que suman el 20 por ciento de la biodiversidad a nivel mundial.

Acciones que crecen

En Colombia, por ejemplo, el alcance de Enel Biodiversa se extiende a más de diez ecosistemas como manglares, el Bosque Seco Tropical, el Bosque Alto Andino y el Humedal de Sabana, los cuales hacen parte del área de influencia de la compañía. A la fecha, se han logrado registrar más de 27.000 especies de flora y fauna en el Sistema de Información sobre Biodiversidad de Colombia – SIB, se han sembrado más de 500.000 árboles en todo el país y rescatado más de 260 especies de fauna.

Otra de las acciones tiene que ver con los esfuerzos para declarar cerca de 50.000 hectáreas de zonas como reservas naturales en ecosistemas estratégicos del país, entre ellas ‘Los Farallones’, en el departamento de Cundinamarca, con cerca de 25.000 hectáreas en proceso de declaratoria, al igual que el Bosque RENACE con cerca de 700 hectáreas ubicado en el Municipio de Soacha, en proceso de declaratoria; y el ‘Bosque Seco Tropical’, ubicado en el Huila con 3.598 hectáreas, la más grande del departamento del Huila y la segunda de Colombia.

El alcance de Enel Biodiversa se extiende a más de diez ecosistemas como manglares, el Bosque Seco Tropical, el Bosque Alto Andino y el Humedal de Sabana. | Foto: Enel

Este programa también ha permitido involucrar a más de 30 aliados estratégicos en el desarrollo de más de cerca de 90 iniciativas de protección. Una de las más recientes fue la firma del convenio “Guardianes del Bosque Seco Tropical”, junto con Luker Chocolate y Socya, donde 30 productores de cacao, vecinos del Plan de Restauración Ecológica de Bosque Seco Tropical de la Central Hidroeléctrica El Quimbo, se están formando en prácticas relacionadas con la regeneración y protección de ecosistemas, turismo sostenible, entre otros.

Dicha alianza también contempla la siembra de 5.000 árboles de especies forestales nativas del Bosque Seco Tropical en aproximadamente 120 hectáreas de producción sostenible de cacao en los municipios de El Pital y El Agrado. El proyecto hace parte de “El Sueño de Chocolate”, el plan colaborativo de sostenibilidad de Luker Chocolate, el cual tiene una visión a largo plazo para mejorar el bienestar en las comunidades que trabajan alrededor del cacao, con el cual la empresa impactó positivamente a más de 2.300 familias en el 2021.

Enel también incursionó en los sistemas agrovoltaicos con la construcción de un apiario solar, el cual cuenta con 15 colmenas, en el proyecto fotovoltaico La Loma, Cesar, demostrando que la generación de energía, las economías locales y la biodiversidad pueden compartir un mismo suelo. Igualmente, ejecutó acciones como el establecimiento de cinco colmenas en el Zoológico de Santa Cruz.

Para protección de la fauna, la Compañía interviene las redes eléctricas para mitigar los riesgos, mientras se trabaja para garantizar su protección mediante acciones de rescate, rehabilitación y liberación de los individuos. Como parte de este, ha instalado más de 300 desviadores de vuelo sobre las líneas de alta tensión; reemplazó trasformadores (46) convencionales por transformadores acodados con aceite vegetal; cambió cerca de 10 kilómetros kilómetros de cable desnudo por forrado o encauchetado y aplicó cubiertas biológicas o elementos aislantes como capuchones en bujes y áreas expuestas.

Todas estas iniciativas de Enel Biodiversa son el resultado de un trabajo que la compañía ha adelantado desde hace más de 14 años y se estructura bajo cuatro pilares que soportan las acciones de conservación de la biodiversidad y mitigación del cambio climático:

Conservación, restauración y protección:

Incluye siembra de árboles; compensaciones obligatorias y voluntarias; restauración de ecosistemas e identificación, rescate y protección de especies de fauna y flora, entre otros.

Creación de valor compartido:

Un modelo de negocio mediante el cual es posible crear valor económico tanto para la empresa como para sus comunidades, produciendo un beneficio para la sociedad y el medioambiente gracias a las alianzas, a la producción y el turismo sostenible.

Comunicación y visibilización:

Divulgación y posicionamiento de las acciones desarrolladas. Contempla la creación de un plan de comunicaciones, un plan institucional y postulaciones.

Gestión del conocimiento:

Generación de conocimiento en biodiversidad en las áreas de influencia. Contempla acciones pedagógicas, convenios y publicaciones especializadas.