Para disminuir el riesgo de deslizamientos en diferentes zonas de la ciudad capital, el Jardín Botánico de Bogotá y la Secretaría de Ambiente de la Alcaldía de Bogotá realizarán una plantación simbólica en el parque Altos de la Estancia en la localidad de Ciudad Bolívar (diagonal 67A sur n.° 76A-39), donde se avanza la conformación de uno de los bosques urbanos de resiliencia climática más importantes de Bogotá.
Esta jornada de plantación se efectuará a las 10:00 a. m. del lunes 21 de marzo, en ocasión del Día Internacional de los Bosques. Según explicaron desde el Jardín Botánico de Bogotá, en un comunicado de prensa, estos bosques de resiliencia climática sumarán más de 100 hectáreas y estarán distribuidos en antiguas zonas de riesgo de las localidades de Ciudad Bolívar, San Cristóbal, Usme, Usaquén, Sumapaz, entre otras, informó Martha Liliana Perdomo, directora del Jardín Botánico.
Añadieron que la razón por la cual se escogió este lugar para hacer la plantación es porque allí se presenta un proceso de remoción en masa de gran magnitud, y además está catalogado como uno de los más grandes identificados en zona urbana en América Latina.
Esta situación ha activado un trabajo colaborativo entre la Secretaría Distrital de Ambiente, el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD), la Caja de Vivienda Popular, la alcaldía local de Ciudad Bolívar, la Mesa Técnica de Trabajo de Altos de la Estancia – Metrae, líderes ambientales, colectivos y comunidad en general, que, de la mano con el Jardín Botánico avanzan desde hace meses un proceso participativo para el fortalecimiento de las coberturas vegetales.
Las especies a plantar han sido escogidas con criterios técnicos que se ajustan a las condiciones del clima y los suelos de esta zona de la ciudad.
Bogotá fue declarada en 2021 como Ciudad Arbolada del Mundo, por la Fundación Arbor Day de la FAO, lo que la convierte en una de las 120 ciudades de cerca de 65 países del mundo en ostentar esta categoría, que reconoce los esfuerzos técnicos y la gestión participativa de las entidades y la comunidad en la protección y cuidado de las coberturas vegetales.
Según la FAO, las cuencas forestales abastecen el 75 % del agua dulce accesible del mundo y protegen los ríos, quebradas, humedales y demás cuerpos hídricos. Sin los bosques, el ciclo del agua se vería interrumpido y las sequías serían mucho más nefastas.
Ante esto, el actual Plan de Ordenamiento Territorial (POT), la hoja de ruta de Bogotá para los próximos 12 años, decretó que la capital debe conformar bosques urbanos de diversos tipos: solicitados por la comunidad, en parques, en áreas de cesión y en ciertas zonas declaradas como suelos de protección por riesgo, los cuales hayan sido adquiridos por el Distrito o recibidos en donación. Todos ellos suman más de 200 hectáreas.
El nuevo POT de Bogotá también decretó la consolidación de bosques urbanos en 139,38 hectáreas de la ciudad, coberturas vegetales que se pueden desarrollar tanto en zonas de protección como en parques, clubes, colegios, conjuntos residenciales o planes parciales.
Actualmente, el Jardín Botánico y la Secretaría Distrital de Ambiente están consolidando los criterios para la puesta en marcha de estos bosques, enfrentando retos como la existencia de escombros, placas de concreto, el análisis de la historia del tipo, la magnitud de los eventos de riesgo que ha enfrentado la ciudadanía del sector, la distancia de las zonas urbanizadas, entre otros.
También se investiga cuáles son las especies arbóreas más apropiadas para las áreas de resiliencia climática. Por ejemplo, esta entidad evidenció que en las zonas con riesgo de derrumbes deben plantarse árboles con una buena estructura en la raíz, ya que las raíces ayudan a controlar la erosión y detienen los aludes de tierra.
En los sitios que han presentado riesgo por inundación se plantará árboles con grandes copas para así conformar corredores hídricos y ecosistémicos en estos bosques y mejorar la calidad ambiental del sector.
Según los expertos del Jardín Botánico de Bogotá, los bosques de resiliencia climática son cruciales para la adaptación al cambio climático en la capital. “Ya es un hecho que vamos a seguir soportando excesos de lluvias y fuertes sequías, por lo cual pretendemos consolidar, a través de una estructura de bosque, la capacidad para gestionar los riesgos”, agregó Martha Liliana Perdomo, directora de la entidad.