Colombia se ha convertido en uno de los países que se ha abanderado internacionalmente, por lo menos en cuanto a metas se refiere, frente al compromiso por la reducción de los gases de efecto invernadero.
Uno de los objetivos más ambiciosos es el que pretende reducir a 2030, es decir en apenas ocho años, en más de un 50 % la emisión de gases de efecto invernadero.
¿Cómo lograrlo? Justamente con este propósito el presidente Iván Duque sancionó la denominada Ley de Acción Climática, que establece la hoja de ruta clara para alcanzar esta meta.
“Se establece una hoja de ruta en materia de medio ambiente y de cambio climático para los próximos 30 años. Aquí lo que hace el proyecto es que incorpora todas las acciones que pusimos en ese compromiso de disminución de 51 % de emisiones de gases de efecto invernadero al año 2030, y también de la estrategia de carbononeutralidad al año 2050″, explicó el ministro de Ambiente, Carlos Eduardo Correa.
Para el Gobierno, este proyecto tiene el potencial de crear una hoja de ruta para el desarrollo sostenible del país y ofrecerá herramientas para la gestión del cambio climático. Entre las acciones que tiene en cuenta se destacan las metas y medidas mínimas para alcanzar la carbono neutralidad.
El fondo del proyecto es lograr que Colombia llegue a la carbono neutralidad, acorde con la nueva bandera de la administración de Iván Duque. Para esto, una de las metas que se establecieron fue reducir el 51 % de las emisiones para 2030 y llegar a un equilibrio en la materia en 2050. Además, lograr avances en eliminación de la deforestación, transición energética y adaptación en el sector empresarial.
Para 2030, se pretende proteger como mínimo el 30 % de los mares y áreas continentales, restaurar ecológicamente al menos un millón de hectáreas, lograr 600 mil vehículos eléctricos en las calles de Colombia y renovar 57 mil del parque automotor de carga. Además, se toman en cuenta medidas de seguimiento a estos logros.
La Ley de Acción Climática cuenta con mandatos para la divulgación de información y también delimita de forma específica las metas que tienen como fin enfrentar, desde todos los ángulos, el calentamiento global y proteger el patrimonio natural de Colombia.
El Ministerio de Ambiente resalta que Colombia es uno de los países más vulnerables al cambio climático, a pesar de que también es uno de los que menos emisiones de gases efecto invernadero emite, con tan solo el 0,6 % del registro global. Sin embargo, como el segundo país más biodiverso del mundo, existe compromiso desde el sector público para combatir los efectos del mismo.
La ley establece que 50 % del recaudo del impuesto nacional al carbono será destinado al manejo de la erosión costera, la reducción de la deforestación y su monitoreo, la conservación de fuentes hídricas, la protección, preservación, restauración y uso sostenible de áreas y ecosistemas estratégicos (especialmente páramos) a través de programas y esquemas de Pago por Servicios Ambientales; para el financiamiento de las medidas en materia de acción climática, así como las previstas en la Contribución Determinada a Nivel Nacional de Colombia (NDC).
Igualmente, al menos 15 % de estos recursos deberán ser destinados a proyectos de conservación de los bosques en la Amazonía.
Respecto al otro 50 % del recaudo del impuesto nacional al carbono, el texto señala que estará destinado a la financiación del Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito (PNIS). En consecuencia, los recursos serán transferidos y administrados por el Fondo Colombia en Paz (FCP).