La búsqueda por encontrar una gota de agua es algo que a los habitantes del departamento del Caquetá cada vez se les hace más difícil. El agua potable en esta parte del país está ausente y niños, jóvenes, adultos e indígenas tratan de hallar alguna solución.
“Atendiendo el desabastecimiento de agua que tienen los habitantes de la Unión Peneya, más de 2.500 familias. Venimos haciendo gestión con Gestión del Riesgo departamental y con el batallón Liborio Mejía, del cual hemos llevado más de tres carrotanques de agua”, sostuvo el alcalde del municipio de La Montañita, Pablo Emilio Zapata.
Autoridades y organismos de control se han unido para mitigar un poco la situación que obliga a la comunidad de varios municipios del sector a salir con baldes y canecas para obtener algo de agua potable.
El operario de máquina Andrés Saldaña comentó al medio local de Florencia Cable Sur que “tanto en resguardos indígenas como en algunos municipios se presenta una fuerte sequía, un intenso calor donde han bajado el niveles totalmente los ríos, de los aljibes, y esto ha hecho que el nivel del agua no sea lo suficiente para abarcar todas las ciudades”. En efecto, el entorno y su biodiversidad se ven afectados por las olas de calor que se están presentando varias zonas del territorio nacional.
La falta de agua ha traído consigo desastres ambientales producidos por incendios forestales. Muchos de estos han sido provocados por la población del departamento y se estima que hay decenas de “puntos calientes”.
“A diario tenemos un reporte de hasta más de 200 puntos calientes, sobre todo, en la parte de San Vicente del Caguán, toda la parte de Cartagena del Chairá y esto está afectando mucho el ambiente”, dijo el comandante del Cuerpo de Bomberos de Florencia, William Álvarez a Noticias Caracol.
La situación es desconsoladora, pues a la sequía se le suma disminución de lluvias y cambios en el clima que no solo afectan la salud y el bienestar de los caqueteños, también otros seres vivos y animales que están luchando para mantener su hábitat.
Cabe señalar que un recurso como lo es el agua se convierte en un factor de vulnerabilidad en épocas calurosas. Durante este mes, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) anunció una nueva alerta por la alta probabilidad de que en esta época del año ocurran grandes heladas, especialmente en la región Andina, así como la alta posibilidad de incendios forestales por culpa de la actual temporada seca.
De acuerdo con la entidad, el mes de enero corresponde al primer periodo de menores precipitaciones del año en gran parte de las regiones Caribe, Orinoquia y norte-centro de la región Andina.
Durante enero se presenta la temporada de mayores precipitaciones en el Trapecio Amazónico. En la región Pacífica, las precipitaciones continúan abundantes y frecuentes a pesar de presentarse una ligera disminución con respecto al mes anterior, especialmente en el norte de la región.
De esta forma, el Ideam prevé que se registren temperaturas máximas, aumento de la radiación en la superficie y una elevada probabilidad de incendios forestales, así como temperaturas muy bajas en las madrugadas.
Enero 2022
- San Andrés y Providencia: se estiman precipitaciones propias de la temporada seca.
- Región Caribe: se prevén lluvias entre 20% y 30% por encima de la climatología de referencia 1981-2010 en gran parte de la región.
- Región Andina: Se esperan aumentos de las precipitaciones entre 20% y 30% en gran parte de la región.
- Región Pacífica: Se estiman volúmenes de precipitación muy cercanos a los promedios históricos, excepto en el norte de Chocó, donde se estiman incrementos entre 20% y 30%.
- Orinoquía: Se predicen aumentos entre 20% y 40% en la mayor parte de la zona.
- Amazonia: En su temporada normal de lluvias se estiman volúmenes de lluvias propios de la época.