De acuerdo con un estudio de Asograsas y la Universidad Javeriana, solo el 1 % del aceite de cocina es reciclado de forma correcta en el país. Este residuo es altamente contaminante para los ecosistemas de las ciudades, especialmente los cuerpos de agua como ríos, quebradas o humedales, pues se estima que un solo litro de aceite puede contaminar 1.000 o más litros de agua.
Es por eso que desde 2019, la empresa Fedepalma decidió poner en marcha una campaña que busca promover el uso responsable de este residuo y educar a la ciudadanía para lograr una correcta disposición. Con el fin de lograr un mayor impacto, la empresa agroindustrial convocó a varios actores para lograr un cambio real en los hábitos de las personas en casa.
Este trabajo articulado entre entidades públicas y privadas dio como resultado el Día Mundial del Aceite de Cocina Usado. “Un ambicioso programa cuyo propósito es educar a la ciudadanía a reciclar adecuadamente el aceite de cocina usado y así cuidar al medio ambiente”, expresó Nicolás Pérez Marulanda, presidente ejecutivo de Fedepalma, en el lanzamiento de esta iniciativa que busca “salvar miles de litros de agua y miles de especies”.
La iniciativa también cuenta con el apoyo del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB), la Secretaría de Ambiente de Bogotá, Cotelco y Acodres, Fenalco Bogotá y Bolívar, la Universidad Autónoma de Occidente, entre otros.
Es así como el Acueducto de Bogotá, en el marco de su cultura Somos Agua, decidió unirse a este programa para hacer pedagogía en los habitantes de la capital y evitar que este residuo vaya a parar a las fuentes hídricas, poniendo en riesgo la vida que albergan.
Cristina Arango Olaya, Gerente de la EAAB, explicó que “la mejor manera de disponer el aceite usado es dejarlo enfriar, depositarlo en una botella y llevarlo a los 130 puntos de acopio que hay en la ciudad”.
Este residuo, comentó la funcionaria, también suele taponar las redes de alcantarillado de la capital. Por tal motivo, trabajan de la mano con restaurantes y establecimientos de comida de Bogotá para que instalen las trampas de grasas exigidas por las autoridades.
Nicolás Pérez Marulanda agregó que dentro de la estrategia también participan empresas productoras de aceite de cocina como Duquesa, AAK, Del Llano, Del Llano Altooleico, Diana Corporación, Daabon, Alianza Team, Oleoflores, Poligrow, Artepan y MIsstress. Estas organizaciones complementan la iniciativa con diferentes campañas dirigidas a sus consumidores para incentivar el reciclaje y cuidado del medio ambiente.
Muchas personas desconocen lo nocivo que puede ser disponer el aceite de cocina usado de manera equivocada. Luego de usarlo, la mayoría arroja los restos de este residuo por el sifón, sin saber que al hacerlo están contaminando los ríos, quebradas y humedales de la ciudad, y perjudicando a las especies que allí habitan.
Es por eso que el reciclaje es la mejor alternativa para darle un respiro a las fuentes hídricas y evitar taponamientos en el sistema de alcantarillado. Hacerlo es muy fácil y se puede hacer con todos los aceites que use en casa.
Por ejemplo, para cocinar, los aceites de tipo vegetal como el de palma, coco, girasol, canola o soya son los más usados. Luego de usarlo, en lugar de arrojarlo por el sifón, usted puede depositar este residuo en botellas plásticas para su reciclaje y llevarlo a los puntos de recolección. El aceite de tocineta, comidas fritas o atún en lata, también se pueden reciclar pero ojo, es fundamental quitar los residuos de comida antes de envasarlos.
El aceite de motor también se puede disponer de esta manera, pero no debe mezclarse en un mismo frasco con otro tipo de aceites.
¿Dónde llevar la botella llena de aceite? Para ello la Secretaría de Ambiente ha dispuesto diferentes puntos de recolección en todas las localidades de Bogotá. En este enlace puede conocer cuál es el punto más cercano a usted: https://bit.ly/3fISEOe
Además, la empresa Alianza Team ha instalado más de 280 puntos de reciclaje en tiendas D1. El aceite que se recolecta allí pasa por un proceso de transformación para convertirlo en biocombustible para motores diésel.
Estas acciones cotidianas y sencillas son un gran aporte para la descontaminación de los cuerpos hídricos de la ciudad como el río Bogotá, cuyas aguas reciben diariamente toneladas de residuos sólidos, aceites, escombros, desperdicios industriales y basuras.