Tras el escape de Tamá el 15 de septiembre, el oso de anteojos que llegó hace pocas semanas hasta Cundinamarca, proveniente de Norte de Santander, las autoridades ambientales registraron este fin de semana al mamífero por una de las cámaras que establecieron para buscarlo.
Según el comunicado que emitió la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), funcionarios de esta organización, en conjunto con profesionales del parque Jaime Duque y Parques Nacionales Naturales, dispusieron de puntos estratégicos en los que se ubicaron furtos para la alimentación habitual de este tipo de osos.
Como resultado a esta estrategia, las autoridades ambientales lograron que Tamá se acercara a uno de estos puntos de comida, como están siendo monitoreados, el oso fue visto por una de las cámaras alimentándose, por lo que determinaron que el animal se encuentra con buena salud, y se espera que prontamente pueda ser llevado de vuelta a la reserva en la que vivirá.
“La reserva que se ubica alrededor del parque es pequeña y gracias a los alimentos que hemos ubicado es que el oso se ha mantenido en esa zona”, comenzó diciendo Leonardo Martínez, quien es biólogo de la CAR, recalcando que han podido demarca la zona en la que se encuentra el oso de anteojos.
“Sin embargo, la vegetación de la zona está conformada por bosques de eucalipto que no brindan la oferta de alimento que requiere el animal, es por eso que además hemos estado complementando con agua para que se mantenga allí y no se desplace hacia otra zona”, indicando que están proveyendo los complementos alimentarios que necesita Tamá.
Entre tanto, se recalcó que el oso de anteojos no habría podido desarrollar las habilidades de superviviencia necesarias para permanecer en un hábitat salvaje, puesto que se habría separado a muy temprana edad de su madre, por lo que esperan poder atraerlo de nuevo al parque con el objetivo de que este pueda sobrevivir.
“A pesar de que lo vemos aparentemente en buenas condiciones, que anda y come, es un animal que no se ha desarrollado para la vida silvestre por haber sido desarraigado tan pequeño del núcleo de su madre. Si se desplaza al hábitat silvestre, probablemente no logre seguir viviendo, no porque no consiga alimento, sino por la carencia de otras habilidades que debió adquirir”, aseveró Martínez.
Entre tanto, la CAR continuó insistiendo a la ciudadanía que si logra divisar al animal, se abstengan de tomarle fotografías, de abordarlo o acercarse demasiado. Esto con el objetivo de salvaguardar la vida de las personas, así como del propio oso de anteojos, indicando que, a pesar de considerarse como tranquilo, Tamá podría asustarse y atacar aquellos que se le acerquen.
“Por ello, recuerda, en caso de avistarlo, no acercarse a él, no fotografiarlo, no atacarlo, no intentar alimentarlo y dar aviso inmediato a las autoridades. Además, recomendó mantener animales domésticos y ganado resguardados”, indicó la corporación ambiental regional.
Y por último, en el comunicado las organizaciones indicaron que la búsqueda para retornar a Tamá continúan en marcha, hasta el momento se ha apoyado la estrategia con drones y se estaría divisando el total de la reserva alrededor del parque, todo esto para rescatar y salvaguardar la vida del oso, quien sería devuelto al Bioparque Wakatá, en el Parque Jaime Duque.