Los vehículos eléctricos están ganando terreno en América Latina. Sus ventas, si bien aún lejos de las cifras de los grandes mercados como China, Europa y Estados Unidos, han crecido de manera sostenida y acelerada en los últimos años en la región.

Un total de 118.191 vehículos híbridos y eléctricos se matricularon en 2021 en América Latina, más de un 100 por ciento más con respecto a 2020, año en que se registraron 57.078 unidades, según datos proporcionados a DW por la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible de Colombia, Andemos.

Y las cifras de lo que va de este año son aún más contundentes. En varios países de la región, el crecimiento respecto al primer trimestre de 2021 supera ampliamente el 200 por ciento. En el caso de Brasil, las ventas de vehículos eléctricos crecieron en un 331,6 por ciento; en Ecuador, un 315,8 por ciento; en México, un 298,6 por ciento; y en Colombia, un 229,4 por ciento, por citar los casos más notables.

Colombia, a la vanguardia

En números absolutos, el liderazgo indiscutido lo ostenta Colombia, con 1.296 unidades eléctricas matriculadas en 2021, y 1.097 en los tres primeros meses de 2022, bastante lejos del segundo puesto de México, con 1.140 vehículos eléctricos registrados en 2021, a los que se suman 570 en el primer trimestre de este año. “Colombia ha tenido un avance importante en movilidad sostenible en los últimos cuatro años”, sostuvo Oliverio García, presidente de Andemos, la asociación que nuclea a los importadores y ensambladores de vehículos automotores de Colombia, en entrevista con DW.

Vehículo eléctrico - Foto de referencia | Foto: Volvo Cars

“En 2021, y por cuarto año consecutivo, Colombia lideró el segmento de vehículos totalmente eléctricos en la región. Y para 2022, las cifras apuntan a que el país tendrá el liderazgo por quinta vez: en los cuatro primeros meses del año, se han registrado 1.331 unidades”, adelanta el experto, cuya asociación monitorea de cerca la evolución de las ventas del sector. “En total, en Colombia, circulan 5.586 vehículos totalmente eléctricos”, destaca García.

México y Brasil, líderes en híbridos

Distinto es el panorama respecto a los vehículos híbridos (impulsados por motores tanto de combustión interna como eléctricos), e híbridos enchufables (combinan también un motor eléctrico y un motor a gasolina, pero además sus baterías se pueden recargar por medio de un enchufe). En estas categorías, México ocupa el primer lugar (con 42.447 unidades híbridas matriculadas en 2021 y 3.492 unidades híbridas enchufables). Brasil va en segundo luga, con 32.130 y 2.141 respectivamente. Y Colombia, en tercero, con 14.694 vehículos híbridos y 1.712 híbridos enchufables registrados en 2021.

En este sentido, los vehículos híbridos son considerados vehículos de transición, y allí radica también su potencial. Es más probable que un consumidor de un vehículo de combustión interna, migre primero a un vehículo híbrido, que directamente a un vehículo eléctrico”, explica García. “Por la diferencia en precios entre estos dos y por las limitaciones que pueden presentarse a raíz de la falta de condiciones adecuadas de infraestructura que permitan esta migración”, detalla, al hablar de razones. “Asimismo, es más probable que un propietario de un vehículo híbrido escale a uno eléctrico en su próxima compra, a que vuelva a un vehículo de combustión interna”, analiza.

Foto de referencia sobre un vehículo eléctrico | Foto: Getty Images

En estas cuestiones radican justamente algunas de las principales dificultades para el crecimiento de este innovador sector: “Las principales barreras que enfrentan los países como Colombia para llegar a la meta de cero emisiones, son, por un lado, la brecha de precios entre los vehículos de combustión versus los eléctricos, y, por otro, el despliegue de la red de carga”, indica García.

“Latinoamérica enfrenta muchas de las barreras de entrada típicas para expandir el uso de vehículos eléctricos, y cuenta con pocos de los incentivos que han ayudado a la venta de estos vehículos en otras regiones del mundo”, sostiene el informe “Transporte verde: perspectivas para vehículos eléctricos en América Latina”, elaborado por Estefanía Marchán, consultora del Banco Interamericano de Desarrollo, y Lisa Viscidi, directora del Programa de energía, cambio climático e industrias extractivas del Diálogo Interamericano. “Las barreras más importantes para la entrada son los altos costos de venta y la falta de infraestructura para la carga de baterías. Existe preocupación sobre la capacidad de la red eléctrica y también sobre la competencia de otras industrias”, consigna la publicación.

“Sin embargo, promover la expansión del transporte impulsado por la electricidad en Latinoamérica ofrecería muchos beneficios, como la mejora de la calidad de aire y de la salud pública, y jugaría un papel importante en la reducción de emisiones de carbono”, concluyen las autoras. Así, con vistas a una movilidad verde, el camino del continente apenas ha comenzado. Pero su tarea está clara y es fundamental: el sector del transporte es una de las principales fuentes de emisiones contaminantes, en constante aumento.