Durante 2022 la industria papelera del país tuvo una tasa de crecimiento del 14.2 % del PIB, ello se logró con el compromiso de redoblar sus esfuerzos para reducir el impacto ambiental en su cadena de producción. Así como reducciones del 14 % en la captación de agua por cada tonelada producida, así como del 17 % en los vertidos de este líquido.
Reportando de esta manera, importantes índices de avance en la gestión eficiente del consumo de recursos usados en la fabricación de papel durante la última década que aportan al logro del objetivo 12 (Producción y Consumo Sostenible) de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.
Hay que decir que las empresas papeleras, en medio de las acciones encaminadas a la gestión eficiente de los recursos, han realizado inversiones para la reutilización y recirculación del agua en el proceso, en sistemas de tratamiento de aguas de residuales.
Esto, con el fin de prestar especial atención al manejo del agua a través de las diferentes etapas del ciclo de fabricación de la pulpa, el papel y el cartón, proceso en el que únicamente el 6 % del agua captada se consume a través de la evaporación en el secado del papel.
Así lo confirma Isabel Cristina Riveros, directora ejecutiva de la Cámara de la Industria de Pulpa, Papel y Cartón de la ANDI, quien además asegura que “los vertimientos de agua en la última década se han reducido 8.1 %. Cifra que respalda el compromiso de las empresas afiliadas a la Cámara, que reúne al 100 % de las que producen pulpa para papel y papeles para imprenta y escritura, 68 % de las que producen papeles suaves y 88 % de las productoras de papeles para empaque en el país”.
Desde el 2020 hasta la actualidad, esta industria también ha elevado los estándares e indicadores del tratamiento de sus vertidos, y destacando que un 100 % de las empresas de este sector realizan procesos primarios y secundarios de tratamiento, a través de los cuales logran que los parámetros físicos y químicos en promedio sean muy inferiores a los parámetros establecidos por la reglamentación nacional.
Entre tanto, en materia de vertimientos, la industria también reporta cambios en la gestión eficiente en los resultados de su monitoreo de indicadores a partir de 2010 cuando vertía 36m3/t producida, pasando a 33 m3/t en 2011 y a 30 m3/t en 2020.
Es importante entender que el agua es parte fundamental del proceso productivo tanto como para el entorno, ello ha impulsado a las empresas papeleras a incluir el uso racional de este recurso en su ADN, a través del uso eficiente con la recirculación que le permite reciclar más del 80 % del agua captada.
Así mismo, los procesos de tratamiento aerobios y anaerobios han permitido devolver a los cuerpos de agua menor cantidad de carga orgánica. Los resultados evidencian menor captación de agua y vertidos cada vez más limpios, los cuales obligan a las empresas a continuar monitoreando las mejores prácticas para seguir aportando resultados positivos en la gestión eficiente de este recurso.
Colombia, líder en tratamiento de aguas residuales
De otro lado, según estudios realizados por el IDEAM (Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales), 391 municipios de Colombia están expuestos al riesgo de escasez de agua y a largo plazo, los resultados indican que otras ciudades tendrían la misma situación.
La contaminación del agua está degradando cada vez más la calidad de los recursos hídricos del país y dañando sus ecosistemas. Es así como en el marco del Día Mundial del Agua, destacan estrategias que van en pro de la protección y preservación del agua.
Por ello, diversas compañías como Atica, (industria del tratamiento de aguas residuales industriales), han logrado desarrollar sistemas de potabilización a partir de agua lluvia. Contando con la ejecución de proyectos de reutilización de efluentes y valorización de subproductos de la purificación de las aguas en diferentes sectores de la industria.
Dentro del sector de aguas residuales, Colombia destacó en el 2022 frente al mercado Latinoamericano, dado que se logró el tratamiento de 24.000.000 m³ y el reúso de 1´200.000 m³.