En medio de la conferencia Ciudades biodiversas y resilientes de la directora del Programa de Soluciones Climáticas Naturales del MIT ESI, Marcela Ángel, se destacó la importancia de implementar estrategias conjuntas para el fortalecimiento de los territorios biodiversos del país.
De acuerdo con Ángel, el planeta está frente a una de las crisis más graves en materia ambiental. Afirmó que se estima una reducción promedio del 69 por ciento de la biodiversidad a nivel global y en Latinoamérica, del 94 por ciento.
Las causas, aseguró, están relacionadas con la expansión urbana, el crecimiento de la agricultura y la producción forestal a escala industrial.
La experta explicó que el aumento de la expansión urbana es el principal factor que influye en la pérdida de la biodiversidad en la región: “La mayoría del crecimiento humano se dará en el Sur Global. En países como Colombia, tan biodiversos, existe la necesidad de implementar estrategias urbanas para mitigar el conflicto entre la expansión urbana y las zonas de alta biodiversidad”.
Ángel enfatizó en que, para transformar esta realidad, la acción climática y la gestión de la diversidad urbana son ejes fundamentales en las transformaciones que buscan fortalecer el desarrollo sostenible y la competitividad de las ciudades en un escenario atravesado por grandes retos ambientales.
Precisamente, desde el Programa de Soluciones Climáticas Naturales del MIT ESI están trabajando en un modelo de intervención que busca combinar el desarrollo de nuevas tecnologías y el fortalecimiento de capacidades locales para promover la planeación basada en la biodiversidad y la acción climática a nivel local.
El modelo, según Ángel, se basa en tres pilares: investigación participativa, educación basada en la experiencia y transferencia de conocimiento multidireccional.
Los proyectos piloto de este modelo se implementan en Quibdó y Mocoa, ciudades de interés para el programa por sus particularidades sociodemográficas y ambientales.
“Ambas zonas están ubicadas en ecosistemas estratégicos para Colombia y son ejemplo de los retos medioambientales que conlleva el desarrollo de ciudades en áreas de alto valor ecológico y vulnerabilidad ante el cambio climático”, puntualizó la experta.
Para Ángel, el trabajo en ciudades como Quibdó es relevante porque son territorios compuestos por poblaciones, que desde la acción comunitaria luchan por la conservación de las áreas naturales de la región, por lo que “la articulación y redes entre gobierno y academia son necesarias para fortalecer la capacidad de planeación en la ciudad para atraer la inversión”.
Por último, hizo un llamado a la construcción de un esfuerzo multisectorial para la protección de las áreas con altos índices de vulnerabilidad ante la crisis climática en el país:
“Es un esfuerzo que se requiere desde el sector público y un trabajo con los entes territoriales de las zonas más biodiversas. El reto está en alinear las agendas de cooperación con las metas de los acuerdos internacionales y las necesidades de las comunidades locales”.