A pesar de las restricciones por la pandemia del coronavirus que afecta al mundo desde hace un poco más de un año, la situación del medioambiente sigue siendo una preocupación, especialmente por la contaminación.
Aunque hubo una reducción significativa en la contaminación del aire por la disminución del uso de vehículos, ya que los valores medios de dióxido de nitrógeno, producido principalmente por vehículos diésel, apenas alcanzó el 40% del límite fijado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unión Europea (UE) para proteger la salud humana.
Un estudio de Greenpeace realizado en los primeros meses de la pandemia en Madrid y Barcelona señala que hubo un descenso del impacto ambiental, debido a que el número de automotores bajó en un 60%, generando ese impacto positivo.
Pero si bien se avanzó en esta materia, se mantiene la preocupación por la contaminación en los océanos donde se mantienen niveles preocupantes. Y aunque los investigadores esperaban que el plástico fuera el material prevalente, les resultó “impactante” que solo cuatro tipos de residuos predominen tan ampliamente en la basura global.
Así lo revela un estudio adelantado por Investigadores de la Universidad de Cádiz (UCA), en España, en colaboración con instituciones y ONG de 10 países, en el que se logró identificar los tipos de basura con mayor presencia en los grandes ecosistemas acuáticos.
El informe fue publicado por la revista Nature Sustainability, en el que se señala que el 80 % de los residuos sólidos oceánicos son plásticos, seguidos de metal, vidrio, ropa y textiles, goma, papel y madera procesada.
De acuerdo con el balance del análisis la mayor porción de plástico se encuentra en las aguas superficiales, donde constituye un 95 % de la basura, y en las costas (83 %). En el lecho de los ríos el plástico constituye un 49 % de la basura, en los fondos cercanos a la costa un 64 % y en los fondos marinos profundos un 77 %.
Sin embargo, llamó la atención de los investigadores que de las 112 categorías de basura estudiadas en el análisis, “tan solo 10 productos plásticos representan las tres cuartas partes de todos los artículos encontrados en el mundo”.
De este modo, en promedio, en todos los entornos oceánicos, los cuatro elementos que más abundan (el 44 %) son bolsas, que representan el 14 % de la basura plástica, botellas (12 %), recipientes de plástico para alimentos y cubiertos (9 %) y envoltorios, que también supusieron un 9%.
“Descubrimos que un conjunto de artículos de plástico procedentes de la comida y las bebidas para llevar domina en gran medida la basura mundial, seguido de los resultantes de las actividades pesqueras”, señaló Carmen Morales Caselles, coautora del estudio adelantado en el Laboratorio de Basuras Marinas de la UCA, principal responsable de la investigación.
Morales confesó que aunque ella y su equipo esperaban que el plástico fuera el material predominante, les resultó “impactante” que solo cuatro tipos de residuos dominen ampliamente.
“El estudio nos ha ayudado a comprender qué actividades humanas están contribuyendo más a la basura global y dónde”, agregó en diálogo con Forbes.
Los artículos de consumo para llevar enumerados anteriormente representaron la mayor proporción en todos los entornos, excepto el océano abierto, donde la mayoría se derivaron de actividades oceánicas. Entre tanto, la mayor proporción de artículos provenientes de actividades domésticas e industriales se observó en los cauces de los ríos (22%) y los residuos relacionados con el consumo de tabaco fueron especialmente abundantes en playas (5 %).
“Aunque el estudio utilizó únicamente datos anteriores a la pandemia de covid-19, artículos de origen médico e higiénico suelen aparecer en los fondos marinos cercanos a la costa, siendo relacionados con las descargas a través de los inodoros”, subrayaron los investigadores de la UCA en la publicación.
Los investigadores plantearon alternativas que podrían contribuir a la puesta en marcha de políticas más adecuadas para frenar los residuos plásticos ya que, aunque existen planes de acción en marcha, estos se centran a menudo “en artículos superfluos o fácilmente reemplazables, como pitillos de un solo uso, bastoncillos de algodón y agitadores de bebidas.
“Si bien estas acciones son bienvenidas, aquí demostramos que no abordan el problema central”, resalta el estudio.
En este contexto, Morales y su equipo recomendaron “estrategias de sustitución de los artículos plásticos más contaminantes por productos similares fabricados con materiales más fácilmente degradables”.
Asimismo, aconsejaron introducir “prohibiciones reglamentarias sobre artículos evitables”, como las bolsas plásticas, así como políticas de “responsabilidad ampliada del productor”.