La educación se ha consolidado como pilar esencial para el desarrollo y el progreso de las naciones en todo el mundo. En este contexto, Terpel, empresa líder de la industria de combustibles en Colombia, se trazó la meta de contribuir con la transformación educativa en el país. “Creemos que es el motor más eficiente para provocar los cambios necesarios para una sociedad más equitativa y sostenible”, comentó Marcela Montoya, directora de la Fundación Terpel, creada en 2004
Desde su nacimiento, la fundación se ha dedicado a promover una educación de calidad capaz de brindar mayor equidad e igualdad de oportunidades. Bajo el principio de " educar para transformar vidas” se dedica a fortalecer las competencias básicas y de liderazgo de niños, niñas y jóvenes en situación de vulnerabilidad, con programas educativos de alto impacto.
El modelo integral de la Fundación Terpel consiste en formación y acompañamiento, a largo y mediano plazo, para comunidades educativas. Con este enfoque, proporciona herramientas y recursos que mejoran la práctica en el aula y fortalecen las competencias de los estudiantes. De acuerdo con su directora, trabajan alineados con las recomendaciones pospandemia de la Unesco, “al enfocarnos en los aprendizajes esenciales y las competencias requeridas por los estándares nacionales”, precisó.
En dos décadas de labor, la Fundación ha llegado a más de 300 municipios en todo el país. En cada departamento, se han esforzado por reconocer su interculturalidad para ajustar los programas a cada contexto local. Más de 1,7 millones de personas han sido impactadas, logrando la formación de ciudadanos líderes, lectores, creativos, con pensamiento crítico y lógico, que valoran las diferencias y trabajan en equipo.
Un ejemplo destacado es el programa ‘Aventura de Letras’, que dota de bibliotecas escolares a las comunidades. La Fundación Terpel fomenta el hábito de la lectura con colecciones seleccionadas según un enfoque diferencial, que incluye autores de cada región que contribuyan a valorar y rescatar las tradiciones.
Un futuro más equitativo
El trabajo de la Fundación Terpel no se limita a los estudiantes. También se enfoca en formar y acompañar a docentes, directivos, padres y funcionarios de las Secretarías de Educación para brindarles conocimientos, habilidades y herramientas didácticas que les permitan afrontar los retos educativos. Con el programa Escuelas que Aprenden han logrado mejoras significativas en la gestión académica y pedagógica, la relación con la comunidad y con las Secretarías de Educación, así como en los procesos de enseñanza.
“Seguiremos contribuyendo a una educación de calidad en los países donde operamos para reducir las brechas de aprendizaje y promover un futuro equitativo, especialmente en las comunidades más vulnerables. Los niños, niñas y jóvenes son el presente, merecen cada día mejores oportunidades para aprender, desarrollarse y construir un mejor país”, concluyó Montoya.