El agua es un elemento de vida y, por ello, a pesar de que en el último mes del año pasado se registraron varias lluvias intensas en diferentes zonas de Colombia, la jurisdicción de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) menciona que se está dando una época de sequía.
Varias zonas del país se encuentran atravesando olas de calor que impactan a los ecosistemas naturales y a toda la población que los habita, un ejemplo de ello es la sequía en Caquetá, donde más de 2.500 personas se encuentran sin agua.
En efecto, desde hace varios años, la entidad encargada de ejecutar planes medioambientales, con Bancos Municipales de Aguas (Bama) y reservorios, más de 26.000 campesinos de municipios como Cundinamarca y Boyacá han podido contrarrestar la temporada seca que azota a diferentes lugares del territorio nacional.
“Los Bama —cofinanciados por la CAR y administrados por los municipios— nos permiten captar agua de una fuente hídrica para distribuirla a los campesinos de las veredas para el riego de sus cultivos y el apoyo de tareas domésticas. Gracias a estos bancos, un municipio puede contar con una reserva de hasta 10.000 metros cúbicos de agua, lo equivalente a unas tres piscinas olímpicas”, afirmó Elkin Villamil, director de Infraestructura Ambiental de la Corporación.
Así mismo, el ingeniero explicó que otro de los usos que se les da a estos bancos de almacenamiento del agua es la posibilidad de ser una fuente del recurso hídrico para la atención de incendios forestales, frecuentes en esta temporada.
Diego Alfonso Guerrero, uno de los profesionales de la corporación mencionada y encargado de estos proyectos, dio a conocer la diferencia existente entre un banco municipal de agua y un reservorio:
“Los reservorios son estructuras para uso privado entregados a aquellos agricultores que se han visto severamente afectados por las sequías. Tienen una particularidad esencial: no toman el agua de alguna fuente hídrica, sino que se alimentan 100 % de agua lluvia, lo que nos hace líderes en el aprovechamiento de este recurso, pudiendo almacenar hasta 120.000 litros de agua lluvia para el riego de cultivos, principalmente”, se lee en un comunicado oficial de la CAR.
Para este año, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) anunció una nueva alerta por la alta probabilidad de que en esta época del año ocurran grandes heladas, especialmente en la región Andina, así como la alta posibilidad de incendios forestales por culpa de la actual temporada seca.
Con la idea de mitigar de manera efectiva estos impactos medioambientales, la CAR planea entregar nuevos bancos de agua en municipios como Saboyá, Guayabal de Síquima, Ráquira, Buena Vista, Tocaima, El Rosal, Nimaima y Simijaca.
“Este último (Simijaca) es uno de los proyectos más ambiciosos, pues se planea que pueda almacenar lo equivalente a seis Bama, es decir, alrededor de 60.000 metros cúbicos, lo mismo que harían unas 17 piscinas olímpicas. Otra meta es entregar más de 200 reservorios a igual número de familias en la jurisdicción”, sostuvo Villamil.
¿Cómo puede ser beneficiario de este proyecto?
Para ser beneficiario de un reservorio es necesario cumplir con algunos requisitos esenciales relacionados con el uso del suelo y con la capacidad del terreno que permita albergar una estructura de esta dimensión.
Si la persona desea ampliar la información, puede enviar un correo electrónico a la cuenta sistema.almacenamiento@car.gov.co o dirigirse a la oficina de las Unidades Municipales de Asistencia Técnica Agropecuaria de cada municipio, donde se brinda asesoría y acompañamiento en el proceso.
Los Bancos Municipales de Agua, al ser de uso público, quedan a criterio de la administración municipal en cuanto a su ubicación y a la distribución del recurso en las veredas aledañas al proyecto.
Actualmente, la CAR ha entregado bancos de agua a los municipios de Pacho, San Miguel de Sema, Guachetá, Jerusalén, Granada, Susa, Pasca, Caparrapí y Pandi en Cundinamarca. Chiquinquirá, Tibacuy y Buenavista en Boyacá.