La Policía y la Secretaría de Ambiente de Bogotá incautaron diez bultos en el aeropuerto El Dorado que iban a ser traficados hacia Hong Kong. El contenido eran las aletas de unos 1.000 tiburones y vejigas natatorias de pez embaladas en diez cajas. El ministro de Ambiente, Carlos Eduardo Correa, rechazó con vehemencia este hecho y señaló que todo el peso de la ley caerá contra los responsables.
“Rechazo contundentemente el tráfico ilegal de tiburones, especies vitales para la salud de los océanos. Estas aletas incautadas equivalen a entre 900 y 1000 tiburones sacrificados. La Ley 2111 de 2021, de delitos ambientales, tipifica el tráfico de fauna como un delito con una pena de prisión de 60 a 135 meses. La exportación o comercialización de aletas de tiburones es un agravante que incrementa la pena de una tercera parte a la mitad”, dijo Correa.
Asimismo, el jefe de la cartera resaltó que el pasado 18 de marzo, su cartera expidió el decreto 281 de 2021, mediante el cual se establecieron medidas de protección y conservación de tiburones, rayas marinas y quimeras en todo el país.
Los tiburones son fundamentales para la salud de los océanos, por su importancia ecológica. Sin embargo, son muy vulnerables a la pesca y al comercio ilegal, por lo que se requieren grandes esfuerzos del país y a nivel internacional para su conversación.
La incautación
De acuerdo con la información conocida por las autoridades, la encomienda fue despachada por vía terrestre desde Roldanillo, en Valle del Cauca, hasta Bogotá, para ser enviada a Hong Kong.
El remitente declaró a la empresa transportadora las vejigas natatorias de pez, pero las autoridades detectaron que en su contenido se hallaban otras especies, lo que encendió las alarmas. Si bien el propietario de la encomienda tuvo permiso de aprovechamiento nacional de recurso pesquero de 2019, la vigencia iba hasta 2020, por lo que ya estaba vencido. De todas maneras, este era solo para comercialización y movilización en el país y no para aprovechar tiburones, ni menos exportarlos.
Acto seguido, funcionarios del Laboratorio de Identificación Genética Forense de Especies Silvestres de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijín) estuvieron en el aeropuerto para tomar muestras del material incautado y lograr identificar los principales puntos de origen de los animales. Y, por su parte, la Policía Nacional solicitó a la empresa de encomimendas la información del remitente y destinatario para dar inicio al proceso judicial que corresponsa.
Asimismo, la Secretaría de Ambiente, comenzará el sancionatorio ambiental, el cual contempla multas diarias de hasta cinco mil (5.000) salarios mínimos mensuales legales vigentes, como lo establece la Ley 1333 de 2009.
“Les recordamos a los ciudadanos que esta conducta es ilegal. Estas encomiendas no contaban con las autorizaciones necesarias. Por supuesto, estas incautaciones nos causan mucha indignación, muy probablemente provenían de procesos de pesca ilegal y este altísimo volumen de aletas de tiburón nos generan mucha preocupación. Les recordamos siempre a las personas que aquellos casos en los que la explotación de fauna es legal requieren de los permisos de las autoridades ambientales correspondientes”, afirmó la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.