Con el propósito de establecer condiciones que permitan hacer un uso adecuado de la flora silvestre y los productos no maderables, el Gobierno expidió una normatividad que regula el manejo sostenible de estos productos.
Se trata del decreto 690, firmado por el presidente, Iván Duque y el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Carlos Eduardo Correa, en el que se determinan los lineamientos para el uso adecuado de este tipo de recursos naturales.
Aquí se incluyen especies vegetales de ecosistemas naturales como flores, frutos, semillas, cogollos, raíces, hojas, entre otros. La idea de estas regulaciones que evitar que se cause daño en los bosques colombianos y de esta forma también hacer frente a la creciente deforestación.
“Con el decreto de no maderables avanzamos en nuestro propósito de producir conservando y conservar produciendo, plasmado en el Plan Nacional de Desarrollo. Lo que estamos haciendo es crear un protocolo en el que se fijan las condiciones para el manejo sostenible de estos recursos sin comprometer su supervivencia, sin afectar nuestros bosques. Este es un paso más que fortalece la meta de cero deforestación al 2030”, aseguró el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Carlos Eduardo Correa.
El jefe de la cartera ambiental también resaltó la importancia del decreto para ayudarle al país a alcanzar otras de sus metas: reducir en un 51 % las emisiones de Gases de Efecto Invernadero al año 2030 y lograr la carbono-neutralidad al 2050.
Permisos y concesiones
El decreto fija que dicho manejo sostenible se otorgará a las personas interesadas a través de las diferentes autoridades ambientales del país con permisos, concesiones, asociaciones y autorizaciones. Esto será realidad luego de un estudio técnico y del diligenciamiento del Formato Único Nacional, que establecerá el Minambiente.
“Así contribuimos a la reactivación económica del país, desde las soluciones basadas en la naturaleza, con mecanismos que les permitan a los colombianos conocer nuevas formas de producción en sectores como el farmacéutico, alimenticio y cosmético, entre otros”, expresó Correa.
El objetivo es que las comunidades que habitan los bosques naturales puedan subsistir en ellos sin deforestar, al tener una alternativa económica que les permite aprovechar los productos que no son madera. de esta forma, busca apoyar iniciativas y soluciones económicas basadas en la naturaleza que están inmersas en diferentes cadenas productivas.
Con esta nueva normativa, ingredientes naturales como el achiote, asaí, cacao, camu-camu, inchi, myrica, copoazú, jagua, sacha inchi, sietecueros y vainilla tendrán la oportunidad de crecer en los mercados nacionales e internacionales, pues podrán usarse para el desarrollo de actividades económicas y productivas en diferentes regiones del país.
De acuerdo con el decreto, el aprovechamiento de estos recursos puede realizarse en todos los departamentos del país y sobre los ecosistemas naturales que determinará el Ministerio de Ambiente.
La normativa indica que el manejo sostenible de la flora silvestre y de los productos forestales no maderables se clasifica en dos. Por un lado, los domésticos, que son aquellos que se utilizan exclusivamente para el uso de los hogares y su comercialización no es permitida y, por otro, los persistentes, para los cuales la comercialización es permitida, pero este proceso debe adelantarse bajo criterios de sostenibilidad y con la obligación de realizar técnicas que permitan su renovación.
La estructuración del decreto se realizó de la mano de las comunidades, de la Unión Europea, la Asociación Nacional de Industriales, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), Cooperación Internacional, la Organización No Gubernamental P4S, el Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas (Sinchi), el Instituto de Investigaciones Ambientales del Pacífico (IIAP) y el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt