Una vez más el tema de deforestación es asociado con la comercialización de carne de res. Un nuevo informe de la Agencia de Investigación Ambiental (EIA) revela cómo la carne vacuna que se vende en algunos supermercados colombianos estaría promoviendo la tala ilegal de bosques en áreas protegidas de la Amazonia.

De igual forma, la investigación indica que esta situación está contribuyendo a la financiación de grupos armados en esta región del país.

El análisis realizado por la agencia estadounidense rastrea la carne de res procedente de zonas deforestadas ilegalmente hasta los supermercados de grandes cadenas nacionales. El informe cita a Grupo Éxito y Colsubsidio. A través de un análisis de datos e investigaciones de campo, la EIA argumenta que encontró un sistema marcado por la corrupción, la extorsión, el blanqueo de ganado y la tala ilegal de bosques en la Amazonia colombiana.

Los investigadores de la EIA documentaron una red de actores que incluye ganaderos, intermediarios, mataderos, concentraciones de ganado y grupos armados, para luego llegar a diferentes supermercados en las principales ciudades de Colombia.

De acuerdo con la información dada a conocer por la agencia, un ganadero admitió haber deforestado cientos de hectáreas en 2019 dentro del Parque Nacional Chiribiquete, una de las áreas protegidas más afectadas por esta problemática en el país.

El incremento de la deforestación en el Parque Nacional Sierra de la Macarena ha sido impulsado por las disidencias de las Farc que buscan acaparar tierras para cultivar coca. Foto: Gobernación del Meta.

Otro declaró la facilidad con la que pueden establecer fincas sin documentación legal: " Usted puede llenarla de ganado así esté sin titular“, argumentó esta persona. Los investigadores también encontraron pruebas de que se blanquea el ganado mediante permisos falsos que ocultan su origen.

Susanne Breitkopf, directora Adjunta de la Campaña de Bosques de la EIA, declaró que esta investigación demuestra que no basta con que las empresas confíen en las declaraciones de sus proveedores. “Tienen que aplicar sus propios sistemas de debida diligencia y rastrear la carne hasta el origen del ganado”.

Debilidad institucional

La debilidad de las instituciones gubernamentales permite el acaparamiento de tierras, la deforestación ilegal y el blanqueo de ganado.

De acuerdo con la investigación, los gobernantes de facto en la región son grupos armados que compiten por los campos de coca y los corredores de contrabando de drogas. Los ganaderos entrevistados confirmaron que realizan pagos anuales a los grupos armados a razón de $10.000 por cabeza de ganado, a cambio de “protección”. Uno de ellos explicó que “esta gente lo cuida a uno”.

La información oficial dada a conocer por la EIA indica que también analizó decenas de miles de registros del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) y pudo documentar un aumento exponencial de las poblaciones de ganado en las áreas protegidas en los últimos cuatro años.}

Los hatos ganaderos son cada vez más extensos en la Amazonia colombiana. Foto: Rodrigo Botero: FCDS.

El informe recomienda que el gobierno colombiano establezca la trazabilidad y la transparencia obligatorias en el sector ganadero e inste a las empresas del sector privado a cumplir sus compromisos públicos llevando a cabo la debida diligencia para garantizar que sus cadenas de suministro estén libres de deforestación y de violaciones de los derechos humanos.

“Más de diez años de compromisos privados por parte de empresas de todo el mundo han demostrado que los compromisos voluntarios no van a resolver la crisis de la deforestación”, dijo Breitkopf. “La trazabilidad obligatoria de la cadena de suministro y la transparencia en el sector ganadero deben convertirse en la norma, en Colombia y en todo el mundo”.

Frente al tema, el Grupo Éxito en una comunicación oficial indicó que “la compañía no tiene a la fecha conocimiento de ninguna denuncia en la que se vincule de manera directa o indirecta a alguno de sus proveedores de cárnicos en los asuntos mencionados en el informe presentado por parte de EIA (Environmental Investigation Agency U.S.), del cual tuvimos conocimiento hoy a través de las redes de EIA y algunas publicaciones”.

Indicaron que han iniciado un proceso de investigación y en caso de conocerse una situación irregular, se tomarán las medidas correspondientes entre las cuales se incluye la decodificación.

Informó, además, que la ganadería sostenible es uno de los focos de la estrategia de sostenibilidad de la compañía. “Grupo Éxito es pionero en el retail colombiano en la implementación de un modelo de ganadería sostenible que contribuye a la conservación de los ecosistemas, el bienestar animal, y el desarrollo económico, social y ambiental del país, y hoy con nuestros 39 proveedores de ganado en pie, monitoreamos el 100% de sus predios en relación con: respeto a la frontera agrícola y protección de los bosques”.

Dijo que a través de este modelo, la empresa busca la concientización y el trabajo conjunto en la conservación de los ecosistemas, la calidad cárnica, y el bienestar animal, contribuyendo al desarrollo económico, social y ambiental del país.

Supermercados Colsubsidio, por su parte, informó que revisó el informe que hizo público la ONG EIA, sobre empresas de cárnicos que podrían estar deforestando como parte de su práctica. Manifestó que si bien no fueron contactados durante la elaboración del informe, la compañía cárnica mencionada en el mismo no tiene relación contractual con la empresa.

“Supermercados Colsubsidio solo tiene relaciones comerciales con proveedores que cumplan con las certificaciones requeridas por el ICA para el expendio de carne. Sin embargo, como parte de su práctica con su cadena de suministros, Colsubsidio comprometido con los recursos naturales y el medio ambiente, realizará las verificaciones necesarias sobre las prácticas que se adelanten, y si llegara a existir cualquier violación de la ley, dicha relación contractual será terminada”, indicó la empresa en su versión oficial.

Un desafío socioambiental

Para la Agencia, la deforestación es uno de los principales desafíos socioambientales de Colombia, pues además de que diezma los ecosistemas y servicios ambientales y genera emisiones de gases de efecto invernadero, también genera el desplazamiento de las comunidades y el aumento de la pobreza entre poblaciones rurales.

De acuerdo con este informe, entre el año 2000 y 2019, Colombia perdió casi 2,8 millones de hectáreas de bosque y las áreas protegidas han sido gravemente afectadas por esta problemática.

La investigación de campo de la EIA se centró en analizar los vínculos entre la deforestación de ecosistemas protegidos, como el de Chiribiquete y La Macarena y la ganadería como modelo productivo y la oferta cadena de carne de res que llega a Bogotá y ciertos supermercados en Colombia en las ciudades más grandes.

La investigación basada en datos de la EIA implicó el análisis de la vacunación registros y movimientos de ganado en un área que representa 35.429 hectáreas dentro del Parque Nacional La Macarena (5,7 % del área total del parque) y 81.946 hectáreas en la Reserva Forestal Amazónica en el Departamento de Guaviare (2.6 % del área total de la reserva en ese departamento).

El Parque Nacional Tinigua ha sido el más afectado por las mafias deforestadoras en los últimos seis meses. Foto: Rodrigo Botero - Colombia hoy.

El área, según indica el informe, fue seleccionada debido a la disponibilidad de datos de deforestación de la región junto con coincidencias entre los datos geográficos, movimientos de ganado y datos de vacunación del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA). Entre 2016 y 2020, un área equivalente a 21.596 hectáreas fue talada.

La investigación se llevó a cabo mediante el análisis de bases de datos sobre vacunación bovina (2016-2019) y movimientos (2016-2020). Para complementarla, EIA realizó una investigación de campo y verificó sus datos de campo con oficiales fuentes gubernamentales y / o mediante el uso de monitoreo satelital, según informó la propia agencia.

De acuerdo con el más reciente reporte de Amazon Conservation, la Serranía de Chiribiquete, La Paya, Tinigua y Serranía de la Macarena son los parques nacionales naturales en donde los deforestadores centraron su actuar entre septiembre del 2020 y febrero de este año.

El informe señala que existe un “arco de deforestación” al noroeste de la Amazonia colombiana, impactando numerosas áreas protegidas y reservas indígenas.

Según esa organización, Chiribiquete perdió más de 1.000 hectáreas en solo los últimos seis meses, en seis zonas distintas del parque. “Gran parte de esta deforestación parece estar asociada con la conversión de bosque primario a pasto para la ganadería ilegal”, indicaron.