Colombia es uno de los países más biodiversos del mundo. De acuerdo con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, ocupa el primer lugar a nivel mundial por cantidad de especies de aves y orquídeas; el segundo en riqueza de plantas, anfibios, mariposas y peces de agua dulce; el tercero en número de especies de palmas y reptiles; y el cuarto en cantidad de mamíferos.
Bogotá, ubicada en la cuenca media del río Bogotá, también tiene una inmensa biodiversidad que debe protegerse. Según la Secretaría de Ambiente, la capital alberga más de 600 especies de flora y 200 de fauna, distribuidas en 163.600 hectáreas. Los Cerros Orientales, humedales, ríos, quebradas y parques de alta montaña, son los principales hábitats de estas especies.
Sin embargo, esta riqueza está constantemente amenazada. Es por eso que cada vez existen más iniciativas para garantizar la protección de la fauna y flora del país, y acabar con el tráfico de especies silvestres, una de las principales amenazas.
Protección de fauna
Un ejemplo de ello es El Dorado, que está comprometido con la protección de la biodiversidad nacional. Con el fin de buscar alimento, refugio o descanso, el aeropuerto es apetecido por los alados, es por eso que la terminal aérea cuenta con el Programa de Gestión de Riesgos para el Control del Peligro Aviario, el cual, además de garantizar la seguridad de las aeronaves, prohíbe capturar o cazar cualquier animal presente en la zona de influencia del aeropuerto.
Gracias a los monitoreos que el comité de fauna hace las 24 horas al día durante todo el año, han registrado 154 especies de aves en las zonas aledañas o al interior de la terminal aérea.
“Las que más se ven son las torcazas o tórtolas (zenaida auriculata), que utilizan la estructura del edificio para perchar, anidar o buscar restos de comida en las afueras del terminal. Respecto a otra fauna tenemos registros al interior del aeropuerto de la culebra de pantano (erythrolamprus epinephelus), serpiente sabanera (atractus crassicaudatus), lagarto collarejo (stenocercus trachycephalus), lagartija anadia de Bogotá (anadia bogotensis), y rana andina (dendropsophus molitor)”, afirmó Natalí Leal, Gerente de Asuntos Legales e Institucionales de Opain, operador del aeropuerto El Dorado.
Así mismo, hay registros de mamíferos nativos como la zarigüeya andina de orejas blancas (sidelphis pernigra), la comadreja andina (mustela frenata), el curí de la sabana (cavia anolaimae), ratones silvestres y domésticos, además de algunas especies de murciélagos.
El Programa para la Gestión de Riesgos por Aves y Fauna (GERPAF), por su parte, ha tenido grandes avances en el fortalecimiento institucional para el control de riesgos asociados a la presencia de fauna silvestre en el aeropuerto. Por ejemplo, ampliaron el personal del equipo de Control de Fauna y adoptaron los lineamientos del International Bird Strike Committee con actividades como vigilancia permanente, modernos y especializados equipos de monitoreo, dispersión activa y retención, así como controles de condiciones atractivas para los animales en el aeropuerto.
“Los aeropuertos tienen que tomar medidas muy concretas respecto a la eventual colisión de aves silvestres con los aviones, porque representa un riesgo. Esto implica un manejo consciente de la oferta de hábitat y de los ecosistemas que están en el rango de operación del aeropuerto, entonces dependiendo del estado ambiental de este territorio, el riesgo aviar se puede aumentar o disminuir”, explicó Brigitte Baptiste, bióloga y rectora de la Universidad EAN, la cual ha acompañado a Opain en la estructuración de un plan ambiental para el aeropuerto.
Estas estrategias las complementan con el modelo geográfico funcional del entorno ambiental de El Dorado, a través del cual identificaron ecosistemas estratégicos como el río Bogotá y cinco humedales urbanos: Gualí, Meandro del Say, Florida, Jaboque y Capellanía.
De hecho, cinco empresas privadas se aliaron con El Dorado para aportar a la conservación y pedagogía en el humedal Gualí, en el marco de la campaña #UnaToneladaDeSueños, con la cual convirtieron dos toneladas de residuos sólidos en estructuras para construir un domo ambiental en la zona. El objetivo era generar conciencia sobre la importancia de disponer adecuadamente los desechos, además de hacer pedagogía de las especies presentes.
El tráfico ilegal de fauna es otro factor que tiene en riesgo a la biodiversidad, no solo a nivel nacional sino internacional. Es el cuarto negocio ilícito más rentable del mundo y Colombia, al ser un país megadiverso, es uno de los más apetecidos para desarrollar esta actividad ilegal.
En lugar de disminuir este flagelo, todo parece indicar que la pandemia lo disparó. De acuerdo con el Coronel Jhon Harvey Alzate, la Policía Nacional incautó 19.580 especímenes durante 2020 y, en lo corrido de 2021, han confiscado 25.913 especies de fauna. Bogotá, por su salida al tráfico internacional, es el epicentro de este delito en el país.
“Hemos incautado en esta administración casi 10.000 especímenes de fauna silvestre que han llegado a la capital. En lo que lleva este año han incautado casi 6.400 animales, de los cuales poco más de 600 han estado muertos”, dijo la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.
La funcionaria agregó que las salidas internacionales son puntos claves para combatir este flagelo. En ese sentido, el trabajo articulado de la autoridad ambiental con la Policía Nacional, el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA), y las terminales de transporte, entre otros actores, es fundamental para mitigar los casos de tráfico ilegal de fauna, proteger las especies del país y crear conciencia en la ciudadanía, un aspecto fundamental a la hora de combatir esta actividad ilegal.
Teniendo en cuenta la importancia de la biodiversidad nacional, la estrategia de El Dorado también está dirigida a combatir el tráfico ilegal de fauna. Para ello, llevan a cabo un trabajo mancomunado con diferentes autoridades para evitar la salida o entrada de especies silvestres.
“Los controles y operativos especiales están a cargo de la Policía Nacional y la Secretaría Distrital de Ambiente como autoridades. El concesionario tiene un rol de facilitador para el desarrollo de las actividades por parte de estas entidades”, explicó Natalí Leal.
La Policía trabaja en conjunto con el aeropuerto en el marco del Plan Nacional de Desarrollo por la Sostenibilidad “Producir conservando, conservar produciendo”, que impulsa acciones de prevención, control y disuasión con el fin de proteger los ecosistemas y las especies de Colombia.
Es por eso que, en todas las terminales de transporte, la Policía monitorea constantemente en compañía de caninos especializados, cuyo trabajo consiste en detectar animales silvestres para evitar su envío a otros países o ciudades del territorio nacional. De acuerdo con el Coronel Alzate, el 5,4 % de las especies de fauna recuperadas en el territorio nacional corresponden a aquellas incautadas en El Dorado, lo que equivale a 1.967 animales.
La terminal aérea también trabaja en el Protocolo de Articulación Interinstitucional para el Control del Tráfico Ilegal de Especies Silvestres en el Aeropuerto Internacional El Dorado. Esta iniciativa, impulsada por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, la Wildlife Conservation Society y liderada por la Secretaría de Ambiente (SDA), tiene como objetivo orientar acciones entre diferentes actores que confluyen en el aeropuerto para mejorar los controles de este flagelo a nivel nacional e internacional.
“Su formulación fue de manera participativa y como instrumento orientador tendrá un plan de acción con un horizonte de 5 años. La idea es que la SDA pueda vincular a las autoridades administrativas y policiales, las empresas de seguridad, de transporte de carga y de pasajeros que ejercen funciones en el aeropuerto, así como a oenegés que apoyan”, explicaron desde el concesionario de El Dorado.
De acuerdo con Opain, la Secretaría está finalizando la elaboración del documento y el plan de acción para socializarlo con aquellos que participaron en su formulación y, posteriormente, adoptarlo en la terminal aérea.
De otro lado, el 9 de agosto de 2021 El Dorado se convirtió en el primer aeropuerto de Colombia y el tercero de Latinoamérica en firmar la Declaración del Palacio de Buckingham, que reafirma el compromiso con la protección de los animales silvestres y reconoce el impacto devastador del tráfico de fauna.
“Este comercio ilícito se ha convertido en un negocio multimillonario y, a medida que los viajes aéreos siguen recuperándose, este sistema de transporte está en el punto de mira de los cazadores furtivos que intentan trasladar mercancías ilegales de fauna y flora silvestres. Aeropuertos como El Dorado son fundamentales en la lucha contra el tráfico de especies silvestres y seguir luchando con las organizaciones del mundo para acabar con este comercio ilegal”, dijo la Gerente de Asuntos Legales e Institucionales de Opain.
Así mismo, llevaron a cabo el plan de entrenamiento dictado por Routes, un programa financiado por Usaid, que capacita y genera conciencia sobre la problemática del tráfico en el aeropuerto. En este participó personal operativo de Opain, la Secretaría Distrital de Ambiente y la Policía Nacional.
“Gracias a este apoyo por parte de Routes podemos ampliar conocimientos que se tienen sobre el tráfico, conocer de qué forma podemos actuar desde el rol que cada uno desarrolla en el aeropuerto. También nos permite replicar esta información en cada uno de los grupos de trabajo y con la comunidad aeroportuaria desde los roles de la SDA y la Policía”, concluyó Natalí Leal.
La pedagogía es quizá uno de los puntos más importantes a la hora de combatir el tráfico ilegal. Generar conciencia y explicarle a la ciudadanía las consecuencias nefastas de esta actividad para la biodiversidad y la salud humana es clave para que este negocio deje de ser atractivo.
En ese sentido, como miembro del Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI), El Dorado también incluyó en los cursos de ingreso y reinducción de la comunidad aeroportuaria, un video del Consejo que sensibiliza y muestra el tráfico ilegal de fauna en Latinoamérica. Este material incluye información sobre sus impactos, cómo identificarlo y qué hacer en caso de enfrentarse a estas situaciones.