La parálisis generada por el paro nacional en la carreteras del país pone en riesgo la integridad de millones de animales de granja, que terminan enfermos y en muchas ocasiones perdiendo la vida en los vehículos en los que son transportados. Ante esta dura realidad, cualquier acción que se adopte para proteger a estas especies es clave en medio del sufrimiento que enfrentan por esta coyuntura.
El video de cientos de miles de pollitos que fueron liberados en una carretera del Valle a comienzos de esta semana, puso sobre la mesa la vulnerabilidad a la que están expuestos estos seres indefensos, que son víctimas silenciosas de las actuaciones de los humanos.
En el país hay varios santuarios dedicados al rescate y a la protección de animales de granja. Por esta razón, la ONG Sinergia Animal le hace un llamado a la comunidad para que rescate a animales de granja que sean arrojados a las vías o que queden atascados en las carreteras por cuenta del paro nacional, con el fin de que puedan ser trasladados a cualquiera de estos lugares para su protección.
Karen Reyes, vocera para Colombia de esta organización indicó que al sufrimiento ya padecido por los animales durante el transporte, se están sumando las afectaciones por los bloqueos. Los animales viajan durante horas hacinados, enfermos, sin agua ni alimento, sin ventilación y sin posibilidad de moverse, desde las ciudades donde son criados hasta los mataderos.
La directiva llamó la atención de quienes puedan auxiliarlos con el fin de evitar que muchos de ellos terminen asfixiados o muertos dentro de los vehículos en los que son transportados. Indicó que los santuarios que hacen parte de esta iniciativa son: Juliana’s Animal Sanctuary (Chía-Cundinamarca), el Santuario Animal Namigni (La Calera- Cundinamarca) y Second Chances refugio animal y La Voz de Goyo, estos dos últimos en Antioquia, en los municipios de Fredonia y El Retiro.
Estos lugares albergan a unos 670 animales entre cerdos, vacas, terneros, gallinas, conejos y cabras, entre otros provenientes de situaciones de abuso y maltrato, principalmente de la industria cárnica, láctea y de huevos. Estos santuarios no reciben apoyo del Estado y dependen en su mayoría de donaciones, lo que no les impide procurarles una vida digna a los animales bajo su cuidado.
Según Reyes, la necesidad de rescatar a animales en estas circunstancias surge, en parte, porque “los alcaldes no cumplen lo ordenado en la ley 84 de 1989 de brindarles a los animales transportados que sean detenidos en el camino por situaciones como huelgas, alojamiento amplio y ventilado, agua y alimento, a costa del propietario, el destinatario o el transportador, hasta que puedan seguir el recorrido o sean rescatados o devueltos.
Esta posición es ratificada por la concejal de Bogotá y animalista, Andrea Padilla, quien indica que en las resoluciones 153 y 253 de 2020 sobre mínimos de bienestar de los animales explotados en la actividad pecuaria se establece, entre otras cosas, que los propietarios serán los responsables de aplicar la norma de bienestar de los animales en cualquier circunstancia.
También obligan a los gremios, a los propietarios de los animales, y a la cartera de agricultura a presentar planes de contingencia para salvaguardar el bienestar de los animales en todas las circunstancias, pero son letra muerta. De hecho, ni los propietarios ni las autoridades hacen presencia en los lugares del conflicto”, precisó la vocera.
“Por estos motivos les pedimos a los ciudadanos que rescaten a los animales de granja que sean abandonados o arrojados a las vías para brindarles protección. No podemos ser indiferentes al terrible sufrimiento que padecen los animales en esta industria, agravado por conflictos como el que azota al país”, afirmó Karen Reyes.