El aguacate Hass se ha convertido en un contundente protagonista en la producción agrícola del país, además de ser uno de los principales ingresos a raíz de sus exportaciones. A pesar de las complicaciones que se presentaron para Colombia en medio de la pandemia del coronavirus, el aguacate fue uno de los productos que más fuerza tomó en el mercado con respecto a las exportaciones no tradicionales de Colombia.

Para el año 2020, el aguacate Hass alcanzó ventas en el exterior por más de US$144,0 millones, las cifra más altas de la historia.

Según el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), en el 2020, el país exportó 87.000 toneladas de aguacate Hass a más de 24 destinos. Además, en los últimos dos años se lograron acuerdos con exigentes mercados como China y Japón, agregándolos al portafolio ya existente de países como Holanda, España, Inglaterra, Francia, EE.UU. Argentina, Rusia y Emiratos Árabes.

Se considera que Colombia es el tercer exportador mundial de aguacate.

En definitiva, la cadena productiva de aguacate en Colombia ha tenido una dinámica productiva y comercial importante, lo que ha despertado el interés de más de un centenar de empresarios del sector agropecuario, quienes no lo han pensado dos veces en ampliar sus inversiones en la cadena. Pero, ¿quiénes son los protagonistas del éxito económico del famoso “oro verde”?

Los jugadores llegan a Colombia

De acuerdo a datos del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, para el 2021 existen en el país más de 31.000 hectáreas de aguacate Hass establecidas en las diferentes regiones del país. Esta dinámica sectorial ha posicionado el producto como una de las apuestas más importantes para el sector agrícola y, por ende, una de las que trae más dividendos económicos a las productoras y al país como tal.

Pero aunque sea producto nacional y se siembre en gran parte del territorio colombiano, el olfato de los dividendos atrae a muchos extranjeros que desean invertir en el negocio, a través de grandes multinacionales que se especializan en exportaciones no tradicionales agropecuarias.

Pedro Aguilar, gerente de Westfalia Fruit; Juan David Restrepo, gerente de Hass Colombia, y Ricardo Uribe, gerente de Cartama.

Gran parte de estas empresas extranjeras llegaron al país desde hace más de una década y planean quedarse. Muchas de ellas llegaron gracias al lobby, otras por convenios y asociaciones propias con productores nacionales. Algunas compañías transnacionales que llegaron al país y se establecieron son: Camposol (Perú), Westfalia (Sudáfrica), Cerro Prieto (Perú), Wakate (USA), Michoacán (México), Altos del Valle (Chile) y Green SúperFood (Chile), entre otras.

Sin embargo, no todo es color de rosas. El ambientalista Néstor Ocampo lleva una década investigando la denominada “maldición del aguacate”, que radica en el impacto ambiental y social generado por esa fruta color verde que trae tantas atribuciones para el país.

Si bien el negocio de las compañías es legítimo, uno de los problemas, por no decir el más relevante, es que parte de las tierras compradas se encuentran entre los 2.200 y los 2.500 metros de altura, es decir, áreas con remanentes de bosque nativo y reservas de agua subterránea, lo cual implica que el fruto de por sí use gran parte del agua para nutrirse. De hecho, el nombre “aguacate” proviene de que la fruta está compuesta en un 70 % por ese líquido.

Néstor Ocampo tiene 70 años y es ambientalista desde hace 53. Dirige la fundación ecológica "Cosmos" en Calarcá y lleva más de una década investigando y denunciando el accionar irregular de las compañías aguacateras, principalmente extranjeras, en el ecosistema del Quindío. | Foto: Revista Semana

Unas fuertes lluvias y el sistema hídrico natural serían suficiente para cultivos pequeños, sin representar mayores problemas ecológicos. Sin embargo, ”miles de árboles de aguacate toman el agua lluvia que originalmente iban a la parte alta de las montañas, en forma de reservorios acuíferos subterráneos”, afirma Ocampo,. Lo que quiere decir es que entre menos reservas, más pequeños los afluentes y mayor será el golpe de las sequías.

Este es uno de tantos problemas que trae consigo la producción de aguacate desmedido. Otros inconvenientes radican en la privatización de los territorios, contaminación del agua con químicos, manipulación de afluentes naturales, entre otros.

La solución ecológica

La paradoja del aguacate radica en que si bien es un cultivo de rápida expansión y alto consumo de recursos, tiene una salida comercial muy fuerte y de alto impacto para el país. Es por eso que diferentes instituciones involucradas en temas de impacto ambiental han tomado cartas en el asunto, creando actividades estratégicas de planeación encaminadas al cuidado del medio ambiente.

Por ejemplo, la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA) desarrolló un mapa de aptitud para el cultivo, donde se evidencio un total de 3.935.177 hectáreas aptas para su producción, siendo los principales departamentos: Antioquia, Cauca, Santander, Huila y Cundinamarca con el 63,8% de zonas aptas.

Por su parte, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) ha promovido la implementación de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) y la socialización de la resolución 030021 del 2017 “por medio de la cual se establecen los requisitos para la Certificación en Buenas Prácticas Agrícolas en producción primaria de vegetales y otras especies para consumo humano”, posteriormente modificada por la resolución 82394 del 2020.

En el artículo 4 del anexo 1 de dicho documento, se establecen las normas para lograr la certificación BPA, entres las cuales se encuentran: identificar la fuente de agua a usar en las diferentes labores, evaluando su calidad; definir las acciones de protección, llevar un registro documental de las mismas, incluir análisis microbiológicos y fisicoquímicos mínimo una vez al año, entre otras.

De igual forma, “los productores que requieran un sistema de riego deberán establecer un plan de uso racional del agua que contenga verificación, mantenimiento y medidas tendientes al control de pérdidas y fugas dentro de las redes de distribución”, dice en el documento.

Top diez de empresas exportadoras

Es así que, con una creciente demanda mundial, el conocido “Oro Verde” se ha convertido en uno de los productos más apetecidos.

Con datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), un informe de Corpohass, el gremio de los aguacateros, reveló que para el año 2020 Avofruit S.A.S. se posicionó como la empresa líder en exportaciones de aguacate Hass con 14.263 toneladas, un 18% del total de toneladas exportadas en el país para ese año, y un equivalente a US$27.220.496 free on board (FOB).

En segundo lugar está Westfalia Fruit Colombia S.A.S., de origen chileno-surafricano, quienes exportaron 8.862 toneladas de aguacate, el 11% del mercado local, con un equivalente a US$17.720.973 FOB. La compañía que le sigue es Hass Colombia SAT, con 6.953 toneladas y US$12.495.213 FOB.

Fruty Green Packing S.A.S. ocupa el cuarto lugar con un total de 5.166 toneladas comercializadas, un total de US$10.267.656 FOB. Asimismo, Jardin Exotics S.A.S le sigue en la lista con 5.134 toneladas, US$9.464.141 FOB.

Baptiste Kervyn (Izquierda) Gerente General de Green SúperFood Colombia y Diana Caicedo (Derecha) Directora de Invest In Armenia. | Foto: Revista Semana

CI Flp Colombia S.A.S exportó 3.680 t, US$7.738.321 FOB, seguido por Green Superfood S.A.S con 3.657 t, $6.711.143 FOB. Luego, en el octavo lugar, se ubica la compañía Naf Colombia S.A.S con 2.747 t, un equivalente a $ 5.273.920 FOB. Iscol Investements S.A.S le sigue con 2.196 t, US$3.727.756 FOB, y, finalmente, CI Colombia Paradise S.A.S finaliza el top diez con 2.104 t de aguacate Hass exportado, un total de US$4.906.139 FOB.

A su vez, otras 15 empresas como Green West S.A.S (1.911 t), Fresh Teruma SAS (1.737 t), Camposol Colombia S.A.S (1.689 t), hacen parte del top 25. A este listado se le pueden anexar otras 110 compañías que suman el 8.34% de las exportaciones totales de este producto.

De Colombia para el mundo

Por ahora, el aguacate Hass de origen colombiano sigue dando pasos agigantados a nivel mundial y el panorama para los próximos años indica ser positivo. Según datos del Centro de Cooperación Internacional en Investigación Agronómica para el Desarrollo (Cirad), se evidencia que las exportaciones se trabajan con más de 90 países.

Para el año 2020, los principales países que solicitaron aguacate Hass de Colombia fueron: Países Bajos (43.860 t), España (10.023 t), Reino Unido (8.897 t), Estados Unidos (3.129 t), Francia (2.316 t), Bélgica (1.792 t), Alemania (1.484 t), Canadá (918 t), Rusia (704 t), Argentina (620 t), entre otros.

Estas cifras han posicionado a Colombia como el primer proveedor de aguacate en Europa; el país alcanzó este primer lugar durante las primeras semanas del año por encima de países como Israel, España, Chile, Perú y México.

Finalmente, cabe recordar que, según cifras de ProColombia, entre enero y noviembre de 2020, las exportaciones de aguacate de Colombia crecieron 50%, hasta llegar a los US$124 millones, donde Europa participa con cerca del 80% de las compras. Antioquia, Risaralda, Bolívar, Quindío y Caldas son los departamentos más exportadores del producto.

Gracias al apoyo del Gobierno se ha logrado diversificar y ampliar la canasta exportadora, esto acompañado del aumento de la demanda internacional, el interés de los inversionistas extranjeros en nuestro país, la situación actual del dólar y una buena producción anual.

Esas razones son la causa de este nuevo boom de aguacate, producto que algunos economistas han denominado el “nuevo café colombiano”, que puede ser la salvación o la condena para el agro colombiano y el medio ambiente. Solo el tiempo lo dirá...