Cinco organizaciones que han trabajado durante años por la conservación de la selva amazónica y la protección de los pueblos y comunidades que allí habitan, decidieron unirse para proponer una agenda puntual en forma de Alianza, para que esta zona del país sea una prioridad en las decisiones del próximo gobierno.
La Amazonia es el último gran bosque tropical que hay en el mundo, hogar de la mitad de los pueblos indígenas que existen en el país, y fuente de agua para otras regiones de Colombia y Latinoamérica. Aun así, hoy se enfrenta a una transformación acelerada por cuenta de una serie de factores que amenazan su integridad: la expansión de la agroindustria, el desarrollo de actividades ilegales, el extractivismo y la presencia de grupos armados.
Por esta razón, la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonia (OPIAC), la Fundación Gaia Amazonas, la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS), WWF y Greenpeace Colombia, se unieron para dar vida a ‘Escucha a la Amazonia’, una alianza orientada a tomar acciones para evitar que esta selva tropical entre en un punto de no retorno.
Para estas organizaciones, las problemáticas anteriormente mencionadas no solo representan un riesgo para la existencia de la región, sino para el planeta entero.
“Sin la Amazonia, las condiciones que hacen posible la vida en el planeta y las interacciones ecosistémicas que regulan los ciclos hídricos, desaparecerán. Colapsará también su capacidad de almacenar el 20 % del agua dulce que existe en el mundo, y de formar inmensos “ríos voladores” (grandes flujos aéreos de vapor de agua) que producen lluvias y llevan agua hacia otras regiones del continente”, afirmaron en una comunicación oficial.
Por estas razones, los próximos cuatro años son fundamentales para desarrollar de manera urgente un plan de trabajo conjunto que comprometa al próximo gobierno, e incluya a la sociedad civil y a diversos actores relevantes en la protección de la selva.
Cuatro puntos urgentes
La Alianza propone cuatro puntos clave a los que deberá comprometerse el próximo presidente del país. En la metodología que acogieron hubo una evaluación del estado actual, del trabajo que se ha hecho hasta el momento, de las oportunidades que existen, de la visión necesaria para dar un cambio de orientación a las políticas actuales y de los compromisos concretos que se deben materializar en los próximos años.
Llegó la hora, dice la Alianza, de que Colombia se reconozca a sí mismo como un país amazónico y proteja el patrimonio natural más importante que existe en su territorio: su diversidad biológica y cultural. Para ello el próximo presidente debe:
1. Proteger la región amazónica frente al cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Para esto se requiere frenar la pérdida de ecosistemas y la deforestación materializando compromisos legales y trabajando de la mano de los pueblos indígenas y comunidades locales, con regulaciones claras frente a los incentivos para la conservación y controlando las actividades criminales que ponen en riesgo la integridad del territorio amazónico y sus habitantes.
2. Asegurar la conectividad ecológica y sociocultural de la Amazonia. En este aspecto se requiere de la entrega de garantías a los pueblos indígenas y comunidades locales, la consolidación de un sistema nacional de conservación que acoja diversos actores y estrategias y la aplicación de mecanismos multilaterales e internos que promuevan metas particulares de conservación y de salvaguarda de los ecosistemas.
3. Consolidar un Estado intercultural para la Amazonia. Las organizaciones miembros de la Alianza aseguran que se deben adoptar medidas para el ejercicio efectivo de la autonomía y autodeterminación de los pueblos indígenas y la consolidación de sus sistemas de gobierno, así como la puesta en funcionamiento de los territorios indígenas como Entidades Territoriales en la Amazonia Oriental.
4. Poner en marcha un modelo de desarrollo sostenible desde y para la Amazonia. Este último aspecto apunta a que se valoren los sistemas de conocimiento de los pueblos indígenas y las prácticas sostenibles de las comunidades locales y se implementen estrategias de encadenamiento productivo para proyectos de uso sostenible del bosque.
“Formamos parte de esta Alianza pensando en el largo plazo y en un momento coyuntural, como es el caso de las elecciones. Sin embargo, lo que nosotros esperamos a futuro es que efectivamente haya un cambio en las formas cómo se entiende y se aborda la Amazonia”, afirma Julio César López Jamioy, coordinador general y representante legal de la OPIAC.
‘Escucha a la Amazonia’ busca sumar voces de todos los sectores para mandar un mensaje de esperanza y compromiso a los tomadores de decisión y a las altas instancias de definición de política pública.