Desde hace unos años, los expertos han insistido en la necesidad de que el mundo mantenga el incremento de la temperatura global por debajo de 2°C, pues de sobrepasarse ese límite se generarían graves consecuencias para millones de personas.

El secretario general de la Organización de Naciones Unidas, António Guterres, advirtió una vez más que al planeta se le está acabando el tiempo para lograr este propósito, una cuestión de vida o muerte para los países vulnerables al clima que están en primera línea de la crisis.

Son decenas de naciones que están expuestas sistemáticamente a desastres relacionados con el clima y por ello el funcionario del organismo multilateral asegura que se necesitan garantías de apoyo financiero y técnico para hacerle frente a esta realidad.

“Para reconstruir la confianza, los países desarrollados deben aclarar ahora cómo van a entregar efectivamente 100.000 millones de dólares anuales de financiación climática al mundo en desarrollo, como se prometió hace más de una década”, dijo.

Según estimaciones, gracias al calentamiento global el nivel del mar en la península subirá un 30 por ciento en los próximos 85 años.

Hasta el momento, el incremento promedio de la temperatura global se sitúa en 1,2 grados por encima de los niveles preindustriales y ya se evidencian grandes catástrofes, inundaciones, huracanes cada vez más fuertes, incrementos en los niveles del mar y olas de calor que están matando a miles de personas.

Riesgo de calamidad

Guterres pidió un plan claro para alcanzar los objetivos de financiación climática establecidos para 2025. En su concepto, las instituciones de financiación del desarrollo desempeñan un gran papel de apoyo a los países a corto plazo.

“La ciencia lleva tiempo advirtiendo que debemos limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados. Más allá de eso, nos arriesgamos a una calamidad... Limitar el aumento de la temperatura global es una cuestión de supervivencia para los países vulnerables al clima”, subrayó.

De acuerdo con los datos de la ONU, sólo el 21 % de la financiación climática se destina a la adaptación y la resiliencia y, según Guterres, debería haber una asignación equilibrada tanto para la adaptación como para la mitigación.

Cambio climático (Foto Getty) | Foto: Getty Images

Los costos actuales de adaptación para los países en desarrollo ascienden a US$70.000 millones al año, y esto podría aumentar hasta US$300.000 millones en 2030, advirtió.

“Pido que el 50 % de la financiación climática global de los países desarrollados y de los bancos multilaterales de desarrollo se destine a la adaptación y la resiliencia en los países en desarrollo. Y debemos hacer que el acceso a la financiación climática sea más fácil y rápido”.

Incremento en cinco años

Las preocupaciones de Guterres no son menores, pues de acuerdo con el documento Global Annual to Decadal Climate Update de la Organización Meteorológica Mundial, existe cerca de un 40 % de probabilidades de que, por lo menos en uno de los próximos cinco años, la temperatura media anual del planeta suba temporalmente 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales, posibilidades que aumentan con el paso de los años.

Las estadísticas del estudio también apuntan a que es un 90 % probable que en el periodo 2021-2025 se observe el año más cálido en la historia registrada. Hasta el momento, 2016 ha sido el año más caliente desde que se tienen registros.

Aunque estas previsiones se basan en los nuevos datos recopilados por la OMM, el secretario general de ese organismo Petteri Taalas afirmó que “no se trata de meras estadísticas”.

Explicó que el estudio muestra que el planeta se acerca “de forma inexorable” al objetivo menos ambicioso del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático mucho antes del plazo fijado.

Las autoridades griegas evacuaron a cientos de personas por los incendios en el área de Kineta, al oeste de Atenas. Foto: Ayhan Mehmet/Anadolu

Precisamente este Acuerdo, firmado en 2015, busca mantener el aumento de la temperatura mundial en este siglo muy por debajo de 2 °C con respecto a los niveles preindustriales.

“Es una nueva llamada de atención sobre la necesidad de acelerar la adopción de compromisos mundiales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y lograr la neutralidad en carbono”, enfatizó Taalas.

Dijo que el aumento de las temperaturas “significa más deshielo, subida del nivel del mar y más olas de calor y fenómenos meteorológicos extremos, al igual que mayores repercusiones en la seguridad alimentaria, la salud, el medioambiente y el desarrollo sostenible”.

El experto señaló que en la actualidad, los avances tecnológicos permiten rastrear las emisiones de gases de efecto invernadero hasta sus fuentes, lo que facilita el diseño e implementación de medidas para reducirlas, pues son precisamente esta emisiones las que generan el calentamiento global.