Las pérdidas económicas causadas por las catástrofes naturales en el mundo durante el primer semestre de 2022 alcanzaron los 72.000 millones de dólares, según una primera estimación publicada el martes por la reaseguradora Swiss Re.

Aunque esta cifra es inferior a la del mismo periodo en 2021 (91.000 millones de dólares), el grupo suizo hizo hincapié en el peso cada vez mayor de los llamados desastres secundarios --menores que las grandes catástrofes como los huracanes o los terremotos--, cada vez más caros, según un comunicado.

“Los efectos del cambio climático son evidentes en los cada vez más numerosos fenómenos meteorológicos extremos, como las inundaciones sin precedentes en Australia y Sudáfrica”, dijo Martin Bertogg, director de la cobertura de catástrofes en Swiss Re.

“Esto confirma la tendencia que observamos desde los últimos cinco años, que los desastres secundarios generan pérdidas en los seguros en cada rincón del mundo”, agregó.

Las tormentas invernales de febrero en Europa costaron 3.500 millones de dólares a las compañías de seguros, según estimaciones de Swiss Re, el grupo que cumple el papel de asegurador de las aseguradores.

La factura por las inundaciones en Australia tras las lluvias torrenciales de febrero y marzo fue de 3.500 millones de dólares “por el momento”, precisó la empresa.

Sequías en Europa e inundaciones en EE. UU.

La alerta por sequía se extendió este martes a toda Francia metropolitana, cuando la tercera ola de calor en dos meses vuelve más visible las consecuencias del calentamiento del planeta. La prefectura de la región parisina decretó la vigilancia por “sequía” en la capital y los tres departamentos circundantes, que se suman así al resto de territorios metropolitanos con advertencias similares.

La víspera, el instituto de meteorología Météo-France anunció que julio se convirtió en el segundo mes más seco desde el inicio de los registros en 1958, con 9,7 milímetros de precipitaciones. El anterior récord remonta a marzo de 1961 (7,8).

Para Frédéric Long, meteorólogo de Météo-France, la situación es “preocupante” por el gran número de departamentos en alerta por sequía, a lo que se suma “una ola de calor que no ayuda en este sentido”.

Así luce la Gironda, uno de los sectores de Francia más golpeados por la ola de calor que atraviesa Francia y Europa en general | Foto: SDIS 33 via AP

En julio, cuando se registraron récords locales de calor en Francia con temperaturas superiores a 40 °C, las precipitaciones fueron un 84% inferiores a las habituales durante el período 1991-2020, según la oficina de meteorología.

Entre tanto, los socorristas realizan un rescate puerta a puerta en Kentucky bajo condiciones climáticas cada vez peores, mientras continúa la búsqueda de víctimas de las severas inundaciones que devastaron el este de este estado del sur de Estados Unidos, según dijo su gobernador el pasado domingo.

Algunas áreas de la región montañosa siguen siendo inaccesibles luego de las inundaciones que convirtieron carreteras en ríos y arrasaron puentes, casas y mataron al menos a 28 personas, según los últimos datos oficiales. El afectado servicio de telefonía celular complica los esfuerzos.

“Esta es una de las inundaciones más devastadoras y mortales que hemos visto en nuestra historia... Y en el momento en que estamos tratando de excavar, está lloviendo”, declaró el gobernador Andy Beshear al programa “Meet the Press” de la cadena NBC.

“Vamos a ir de puerta a puerta, trabajar para encontrar, nuevamente, a tantas personas como podamos. Incluso vamos a trabajar bajo la lluvia. Pero el clima lo está complicando todo”, dijo y agregó que “vamos a encontrar cuerpos durante semanas, muchos de ellos arrastrados cientos de metros, tal vez más de un cuarto de milla de donde se perdieron”.

El gobernador ha recorrido durante estos días las diferentes áreas inundadas de tres condados. Más de 350 personas están viviendo temporalmente en refugios debido a las afectaciones causadas por las lluvias en todo el estado.

*Con información de AFP.