La Tierra necesita ayuda y todos podemos poner un grano de arena para aportar en su recuperación. La emergencia climática, la pérdida de naturaleza y la contaminación amenazan con destruir el planeta y eliminar más de un millón de especies.
Sin embargo, los expertos creen que aún hay tiempo actuar y evitar una mayor degradación. Es por eso que las Naciones Unidas han declarado el Decenio de Restauración de Ecosistemas 2021-2030.
A partir del Día Mundial del Medio Ambiente 2021, que se celebra el próximo 5 de junio, ciudadanos, grupos, gobiernos, empresas y organizaciones de todo tipo pueden unir fuerzas en un movimiento global para prevenir, detener y revertir la degradación de los ecosistemas y asegurar un futuro sostenible para todos.
La proyección es que para 2030 se debe reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero para evitar un cambio climático devastador. Se necesitan grandes avances para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, desde la eliminación de la pobreza y la lucha contra las enfermedades, hasta la protección de la biodiversidad.
Según la Organización de Naciones Unidas, se debe cambiar la curva de la pérdida de biodiversidad, una tendencia que puede llevar a la extinción de más de un millón de especies animales y vegetales, de acuerdo con el último informe de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES).
En este documento se afirma que si bien la Tierra siempre ha sufrido las acciones de los humanos a lo largo de la historia, en los últimos 50 años, estos rasguños se han convertido en profundas cicatrices.
Esto lo ratifica el último informe Planeta Vivo del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), según el cual las poblaciones monitoreadas de mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios han disminuido en 68 % en promedio a nivel global, en las últimas cinco décadas.
El reporte advierte además que en América Latina el resultado es aún más impactante con una reducción en promedio del 94 %. Desde los seres más diminutos hasta los más grandes del planeta, así como los suelos donde habitan, enfrentan un serio declive.
Este análisis se basa en el Índice del Planeta Vivo (IPV) que mide la abundancia de casi 21.000 poblaciones de las mencionadas especies a nivel global. Este informe incluye casi 400 especies adicionales y 4.870 poblaciones más que el anterior, publicado en 2018.
Las principales conclusiones de este estudio apuntan a que el motor más relevante de la pérdida de biodiversidad en los sistemas terrestres es el cambio de uso de suelo, principalmente la conversión de hábitats nativos prístinos (bosques, praderas y manglares) en sistemas agrícolas, mientras que gran parte de los océanos ha sufrido sobrepesca.
Ante esta realidad, el Programa de Medio Ambiente de la ONU publicó una guía que proporciona un listado de acciones que pueden aplazar y detener la degradación de los ecosistemas y fomentar su recuperación.
Los ciudadanos pueden actuar ya sea plantando árboles, limpiando las riberas de los ríos o simplemente dando espacio a la naturaleza para recuperarse.
“Si los ecosistemas no recuperan la salud, no podemos lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible ni el Acuerdo de París”, dice la ONU, que aclara que es necesario tener en cuenta que los ecosistemas son complejos y muy variados, y su restauración requiere una planificación cuidadosa y una implementación paciente.
Esta guía https://unenvironment.widen.net/s/ffjvzcfldw/ecosystem-restoration-playbook está diseñada para todas las personas y partes interesadas y describe tres caminos para involucrarse en la restauración de ecosistemas durante el Decenio de las Naciones Unidas y más allá: Tomar medidas como iniciar o apoyar un proyecto de restauración sobre el terreno. tomar decisiones inteligentes, como comprar solamente productos sostenibles y cambiar la propia dieta y, por último, alzar la voz en apoyo de la conservación y la restauración de los ecosistemas
La guía de 21 páginas describe enfoques para restaurar ocho tipos de ecosistemas clave: bosques, tierras de cultivo, pastizales y sabanas, ríos y lagos, océanos y costas, pueblos y ciudades, turberas y montañas.
También establece cómo todas las partes de la sociedad, desde individuos y grupos comunitarios hasta empresas y gobiernos, pueden convertirse en parte de la #GeneraciónRestauración, un movimiento global para restaurar ecosistemas en todas partes por el bien de las personas y la naturaleza.