La Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM) recató a tres mapaches en el Huila, los cuales ya reciben el tratamiento correspondiente para evaluar el estado en el que fueron encontrados.
El comité indicó que tres crías de mapaches, de la especie Procyon cancrivorus, de tres semanas de nacidos, fueron rescatados por la comunidad. Los animales fueron hallados en la vereda de El Cedral, ubicada en el municipio de Garzón, en Huila. Según indicaron los habitantes, las crías se encontraban desamparadas alrededor del cuerpo de su madre, la cual al parecer fue víctima de un choque con un automóvil en la vía.
Esta especie tiene un tamaño mediano, alcanzando a medir entre 40 a 55 centímetros de altos. Con respecto a su grosor, es un poco mayor a los gatos. Su pelaje es de color gris plateado. Aunque en las extremidades son blancas, tales como las patas, la cola y el centro del lomo. Por otro lado, tienen una mancha de pelo negra en cada mejilla, similar a un antifaz. Es un animal de bosque, especialmente donde hay presencia de ríos.
Al momento de encontrar a los animales sin cuidado, los habitantes se comunicaron con la Dirección Territorial Centro de Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena del CAM, con sede precisamente en el municipio de Garzón. Cuando las autoridades recibieron el llamado, un equipo técnico se desplazó hacia el lugar para recoger a las crías e investigar los hechos del fallecimiento de la madre.
Los animales fueron valorados en principio por un médico veterinario. Sin embargo, por su corta de edad, decidieron que se les trasladara al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre de la CAM, en el municipio de Teruel. En el sitio, el cuerpo de veterinarios y biólogos analizaron su estado físico y comportamental. El resultado del análisis fue que se encontraban deshidratados, aunque con un estado de salud correcto.
Mario Enrique Suárez, profesional de fauna de la CAM que hizo parte del estudio de las crías, indicó que “los pequeños mapaches aún no poseen la capacidad de alimentarse por sí solos y mucho menos sobrevivir por cuenta propia, de tal manera que deben estar bajo el cuidado y protección de especialistas debido a la pérdida de su madre biológica”.
El proceso que los mapaches tuvieron en el centro constó en primer lugar de un cuidado exhaustivo por parte de los profesionales, quienes procuraron mantener en equilibrio sus comportamientos naturales y simular su hábitat lo más fidedignamente posible.
Adicionalmente, le proporcionaron a las crías alimento durante lapsos de tres horas por medio del uso de un lactoreemplazador, el cual sustituye la alimentación por lactancia de la madre.
En medio de todo el estudio, se les revisó la temperatura corporal y el peso, para evidenciar con el pasar de los días el avance en su crecimiento y cómo la deshidratación se fue mitigando.
“Estos especímenes sufren mucho cuando son alejados de sus madres y el impacto es altamente negativo para el ecosistema, pues es una especie que desarrolla la función ecológica de ser controladores de plagas”, comentó Suárez frente a las amenazas que tienen las crías en su ambiente natural sin la protección de su progenitora y estando a la intemperie en plena etapa de formación.
El comité también sostuvo que el hallazgo de estos animales corresponde a un periodo en el que los mapaches están siendo avistados frecuentemente en la zona, debido a que están buscando refugio por la tala de bosques. Esta especie está categorizada como preocupación menor. Sin embargo, su población está siendo reducida drásticamente por las afectaciones de los efectos antrópicos, los cuales corresponden a la mano del humano.
Por último, la entidad reiteró el llamado a la ciudadanía para que protejan, conserven e informen a las autoridades frente a una alteración de la fauna silvestre y del cuidado de los animales. Asimismo, se hizo énfasis en no hacer parte del tráfico ilegal y denunciar en caso de evidenciar un caso de esta índole.