La recuperación del río Bogotá es una realidad. Aunque aún hay aguas contaminadas y hay mucho por hacer, acciones como la reforestación, protección de humedales y megaobras para limpiar sus aguas le han dado un respiro al afluente más importante de la capital.
El 2014 fue el inicio de los grandes cambios para el río Bogotá, año que se ratificó un fallo de 2004 sobre el afluente. Desde ese momento, el tema de la cuenca logró convertirse en una necesidad para todas las personas, no solo de Bogotá, sino de todos los municipios de la cuenca. Siete años después, diversas iniciativas públicas y privadas han dado una merecida recuperación del río. El reto más grande nace debido a que 97 % de las aguas del río Bogotá se encuentran contaminadas. Únicamente hay 11 km de aguas cristalinas cerca del Páramo de Guacheneque, en VillaPinzón, Cundinamarca.
La labor de recuperación continua y solo es posible a través del trabajo articulado entre actores como gobierno locales, los más de 12 millones de habitantes de la cuenca, los entes territoriales, las empresas públicas que manejaban las aguas residuales, la empresa privada y entidades del orden nacional.
UNA CAPITAL VERDE
Se ha logrado avances en el reverdecimiento de Bogotá gracias a una serie de iniciativas de la Alcaldía de Bogotá. Sus dos programas bandera son “Mujeres que Reverdecen” y el “5x1″. El primero son 4.000 voluntarias que efectúan actividades comunitarias de jardinería, mantenimiento de espacios verdes, agricultura urbana y siembra, entre otras acciones para aumentar el arbolado en todas las localidades de la ciudad.
El segundo se centra en combatir uno de los más grandes problemas de una metrópolis como lo es Bogotá: la tala de árboles. Ahora, por cada árbol talado en obras públicas, cinco serán puestos en su lugar. Ambas iniciativas han logrado plantar más de 213.000 árboles en toda delimitación de la Reserva Thomas Van Der Hammen, un importante ecosistema en la ciudad.
Todas las propuestas anteriores se encuentran en el proyecto de ‘Plan de Ordenamiento Territorial (POT): ‘El renacer de Bogotá’ 2022-2035. La Alcaldía espera aumentar la cantidad de vegetación en la capital con esto. Los árboles son claves para recuperar el río Bogotá. La proliferación de plantas significa más especies, fauna y oxígeno en las zonas verdes y fuentes hídricas de Bogotá.
HUMEDALES: UNA RIQUEZA HÍDRICA DE TODOS
El mal actuar humano llevó a convertir a los humedales en espacios de contaminación. Esto puso en riesgo el recurso hídrico y la supervivencia de cientos de especies que viven dentro de estos ecosistemas. Actualmente, hay 15 de estos cuerpos de agua en la ciudad, dos de ellos declarados en 2014: El Tunjo, en Ciudad Bolívar, y La Isla, localizado en Bosa. La importante labor de mantener estos ecosistemas está a cargo de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB).
Revertir los efectos de la falta de educación ambiental requirió acciones como la recolección de residuos sólidos y de construcción, reforestación, el manejo y retiro del material vegetal invasor en estas fuentes de agua, mantenimiento de estructuras hidráulicas, entre otros. Todo previsto en el ‘Plan de Manejo de la Cuenca del río Bogotá para su Recuperación’, establecido en el año 2019 por la EAAB.
Los resultados son evidentes en el estado de los humedales. Por ejemplo, más de 5.000 aves migratorias de la especie tirano viajero han llegado a cuerpos de agua como Meandro del Say, ubicado en la localidad de Fontibón, desde 2015. La historia se repite en todos los ecosistemas de la ciudad con un mayor registro de fauna y flora. La gran llegada de pájaros es solo una muestra de una recuperación real.
Mantener estos cuerpos de agua implica que hay que reforestarlos y proteger a sus especies. La EAAB y la Secretaría de Ambiente (SDA) han destacado un fuerte componente en educación ambiental, en especial en las consecuencias que tiene las acciones cotidianas de los bogotanos en estos cuerpos de agua.
MEGAOBRAS PARA LIMPIAR LAS AGUAS
Si bien el concepto de la PTAR puede sonar extraño para muchos, estos son importantísimos para poder iniciar la recuperación del río. Este tipo de obras se encargan de limpiar las aguas residuales de un municipio o ciudad y evitan que la contaminación llegue a las fuentes hídricas. Son proyectos que tomarán algunos años más en su finalización, pero que harán la diferencia en la descontaminación de la cuenca.
690 toneladas diarias de carga contaminante son depositadas en la cuenca media del río Bogotá. Con lo anterior, construir varias plantas de aguas residuales se convirtió en una prioridad desde el año 2014.
La Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) El Salitre es una realidad para el río y uno de estos proyectos. Esta obra de ingeniería tiene como objetivo limpiar el 30 % de las aguas negras de Bogotá y el municipio de Soacha. Esto significa las aguas contaminadas de 3,5 millones de personas en un recurso hídrico apto para la agricultura y ganadería. Su operación inició en marzo del 2021. Actualmente, este complejo se encuentra cerca de la finalización y se espera entregar en 2022, pero los cambios en el río ya se pueden evidenciar.
Por otro lado, la PTAR Canoas es otra megaobra que promete limpiar el 70 % restante de la cuenca una vez termine su construcción. Soacha y el resto de Bogotá tendrán tratamiento completo en sus aguas negras. Este proyecto iniciará a finales de 2022 a las afueras de la capital.
Estas megaobras de ingeniería son importantes para recuperar el río y son posibles gracias al apoyo internacional como lo es el Banco Mundial, junto con el aporte del Ministerio de Hacienda, siendo parte de los planes de desarrollo de Bogotá.
¿POR QUÉ SALVAR EL RÍO BOGOTÁ?
El río Bogotá pasa por 47 municipios, y da agua a una población de cerca de 10 millones de personas, en una Cuenca hidrográfica de 589.143 hectáreas. Cerca del 32 % del Producto Interno Bruto nacional (PIB) del país pasa por este cuerpo de agua.
Este afluente es clave para la vida cotidiana de aquellos que viven en la cuenca y trae muchos beneficios a todos. Municipios como Chía, Cajicá y el norte de Bogotá obtienen su servicio de agua potable de este afluente. Importantes empresas de bebidas usan el agua de la cuenca para sus productos. Cultivos y actividades agropecuarias dependen del recurso hídrico que esta posee para alimentar a la capital y al país.
El trabajo de las PTAR y el actuar conjunto de todos los ciudadanos es clave para dar solución a la situación de la cuenca. Descontaminar completamente el río traerá un aumento de calidad de vida a todas las personas, sentando un precedente para descontaminar otros afluentes en Colombia y el mundo.
SABÍA QUE...
• El río tiene una cuenca hidrográfica de 589.143 hectáreas, con una longitud de 375 kilómetros según estimaciones de la CAR Cundinamarca.
• Según el Acueducto de Bogotá, se retiran cerca de 160 mil toneladas de basuras y escombros al año del sistema de alcantarillado, humedales y canales.
• La cuenca alberga más de 542 especies de animales entre aves, mamíferos, anfibios y reptiles, además de 169 plantas, de acuerdo con datos del POMCA del río Bogotá.
• PTAR Canoas y Salitre serán fundamentales para descontaminar la cuenca media y sus aguas provenientes de Bogotá y Soacha.
• La cuenca del río Bogotá concentra 26 % de la producción agropecuaria de Colombia, según valoraciones de la CAR