El trabajo, la rutina y las angustias diarias agobian a miles de personas en el mundo, por lo que salir de vacaciones se hace más que necesario, ya que la mente necesita recuperar energía y distraerse para poder funcionar correctamente.

Desconectarse y descansar del día a día es necesario para respirar y buscar el equilibrio. Entre las opciones hay miles de lugares y planes para hacer esta temporada y uno que resalta es sin duda el ecoturismo.

Esta forma de conocer el mundo se basa en buscar espacios en los que la naturaleza sea la protagonista del paseo. Unas vacaciones para conectarse con uno mismo y el planeta, destinos que se alejen lo que más se pueda de la ciudad y su caótica cotidianidad.

En Colombia, en donde gozamos de flora, fauna y espacios naturales inimaginables, entre enero y mayo de 2022, según el informe del MINCIT (Ministerio de Comercio, Industria y Turismo), la visita a parques naturales se ha incrementado en un 85,4 % con respecto al año anterior.

Además de Colombia, en Latinoamérica hay numerosos lugares que, poco a poco, van liderando en tema de ecoturismo. Por ejemplo, destinos como Costa Rica, Ecuador o Perú son los principales al momento de querer conectar con la naturaleza.

Parque Nacional Natural Isla Gorgona. Foto: Archivo SEMANA

Isla Gorgona (Colombia)

En el país hay maravillas naturales que definitivamente no hay en otras partes de la Tierra. Por ello, los rincones de Colombia deben ser unos de los destinos que se deben conocer, como coloquialmente se dice, ‘antes de morir’. Entre ellos aparece un misterioso paraje: la Isla Gorgona.

Considerado el segundo punto -según reveló La República- para bucear en territorio colombiano y uno de los mejores para el avistamiento de ballenas, este sitio atrae por su oscuro pasado. Y es que en aquel espacio existió la cárcel más temida del país, donde se encontraban los prisioneros más peligrosos de la sociedad, confinados en medio del océano.

En la actualidad solo quedan ruinas de aquella época y la salvaje naturaleza del lugar le dan ese toque misterioso, ya que su densidad y su agresiva fauna dan la impresión de que ningún ser humano la ha descubierto.

Las cascadas de Jaén (Perú)

Si se busca un espectáculo natural y acuático, este escenario es perfecto par ti. Lejos de los shows de los parques de diversiones, es completamente natural. Las caídas de agua en Jaén, ubicado en Cajamarca, no tienen comparación. Aquellos que decidan visitarlas tendrán la oportunidad de hacer caminatas ecológicas a su alrededor, refrescarse en sus aguas y deleitarse con la fauna y flora.

Las Islas Galápagos (Ecuador)

Este paisaje ha sido famoso a lo largo de su historia, principalmente porque el naturalista Charles Darwin determinó en aquel punto su teoría de la evolución. Además, este paraíso tiene especies endémicas dignas de admirar.

Entre ellas aparecen las tortugas gigantes de Galápagos, los lobos marinos de Galápagos, flamencos americanos, iguanas de Galápagos, entre otras maravillas de la fauna de este territorio.

Conocidas también como las islas encantadas, este se convierte en esos destinos que se deben visitar en algún momento de su vida. Fue considerado Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco en el año 1978.

Las Islas Galápagos está en el top. | Foto: Con derechos gestionados de AFP

Dominical (Costa Rica)

Costa Rica es conocida como el principal destino para ecoturismo; por ello, uno de sus emblemáticos lugares debía ser parte de este listado. Este se conforma por numerosas playas en las que la flora y la fauna armonizan el ambiente.

Parque Nacional Canaima (Venezuela)

Para todos los que han crecido con las películas de Disney este es un destino imperdible. Seguramente recordarán la película Up, en la que un hombre que pierde a su esposa decide cumplirse el sueño de ir a Cataratas de El Paraíso en Suramérica. El sitio en donde dejan la casa voladora resulta ser la montaña Roraima, ubicada en el hermoso parque Nacional Canaima en Venezuela.

Un destino único para aquellos amantes de la naturaleza, las montañas y las cascadas. Y es que en aquel paraje se encuentra nada más y nada menos que la caída de agua más grande del mundo: el salto del Ángel.