Aunque no es raro escuchar sobre avistamientos de tiburones y otras criaturas marinas en zonas costeras, lo que presenciaron algunas personas en la playa Quogue, de Long Island (Nueva York), en Estados Unidos, superó las expectativas.

El cadáver de un enorme tiburón blanco llegó hasta la playa, dejando perplejos a quienes estaban en el lugar. Como era de esperarse, las imágenes se viralizaron en redes sociales y el caso fue reseñado por medios locales.

Según detalló New York Post, la aparición del cadáver se dio en medio de una serie de ataques y avistamientos recientes en aguas cercanas, de acuerdo con las autoridades locales.

Sobre las 9:30 a. m. del miércoles 20 de julio, las personas que estaban en la playa se toparon con el colosal cuerpo, el cual media cerca de ocho pies de largo (unos 2,4 metros, aproximadamente).

Un residente del sitio capturó las imágenes para informar sobre el avistamiento a la policía antes de que las olas lo regresaran al océano. El cuerpo del animal muestra un estado casi perfecto; además, destacan sus afilados dientes, pues la boca estaba abierta.

Según explicó Frank Quevedo, director ejecutivo del Programa de Investigación y Educación de Tiburones del Museo de Historia Natural de South Fork, el tiburón hallado tiene solo la mitad de la longitud de un gran tiburón blanco adulto, por lo que es probable que tuviera entre seis y diez años de edad.

Ahora, el museo está trabajando con la policía para tratar de localizar el cadáver y realizar una necropsia para determinar la causa de la muerte. “Diferentes especies se lavan en la playa con bastante frecuencia, pero cuando se trata de una especie vulnerable como un gran blanco, realizaríamos una necropsia (...) Un tiburón muerto puede proporcionar datos más valiosos que un tiburón vivo”, anotó Quevedo al New York Post.

Según anotó el medio neoyorquino, el cadáver del tiburón fue visto horas antes de que un surfista fuera mordido en su pie derecho por un tiburón en las aguas de Fire Island. Para ese momento, era el sexto ataque de este tipo en Long Island durante el presente verano. De hecho, un día antes, Nueva York cerró las playas de Rockaway por dos avistamientos de tiburones.

La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, les ordenó el pasado lunes a las agencias estatales desplegar más lanchas patrulleras, drones y helicópteros en la costa sur con el objetivo de prevenir más ataques de tiburones, monitoreando su actividad.

El gran tiburón blanco vive en las aguas cálidas y templadas de casi todos los océanos. Además, se considera una especie vulnerable. La longitud más frecuente de este espécimen es de 5 a 6,4 metros en su edad adulta, siendo los machos más pequeños que las hembras; sin embargo, existen casos en los que superan este margen.

El rescate de un oso polar en Rusia

Un fascinante rescate animal tuvo lugar en Dixon, un pueblo ruso ubicado en el norte de la región de Krasnoyarsk. Un grupo de personas vio a un oso polar mientras este buscaba alimento; sin embargo, notaron una característica inusual en su hocico.

La contaminación humana ha hecho que innumerables desechos afecten la vida silvestre. De hecho, en el pasado ya se han viralizado videos con rescates impactantes, como el retirar un pitillo de la nariz de una tortuga marina o plásticos atorados en el cuerpo de focas, por ejemplo.

En esta ocasión, el oso polar en cuestión tenía una lata de leche condensada atorada en su hocico. Por esta razón, el animal no podía comer ni beber, poniendo en serio peligro su supervivencia.

El oso fue visto por algunos habitantes de Dixon, pues merodeaba cerca del pueblo. Luego de difundir las imágenes en redes sociales, expertos llegaron al lugar para avanzar con las labores de rescate.

La jefa del Servicio Federal de Supervisión de Recursos Naturales de Rusia, Svetlana Radiónova, informó a través de Telegram que se había conformado un grupo especial de rescate para atender al animal. Sin embargo, el primer intento debió posponerse debido a las condiciones meteorológicas del Ártico. Una vez fue posible, emprendieron camino en helicóptero.

Al llegar a Dixon, localizaron al oso polar para inmovilizarlo y atender minuciosamente su condición. La lata atorada fue retirada y sus heridas, desinfectadas. “Se le proporcionará toda la asistencia necesaria y se le transportará de 60 a 100 km desde el pueblo hasta su hábitat natural”, agregó Radiónova en su comunicado.

En las imágenes difundidas en redes sociales se muestran algunos detalles de la intervención, así mismo, el punto donde fue dejado el animal para que se recuperara y regresara a su vida silvestre.