El Bogotá es el segundo río más importante del país. Su cuenca hidrográfica concentra el 32 % del Producto Interno Bruto (PIB) y el 26 % de la producción agropecuaria del país. Además, está repleta de biodiversidad, pues alberga 542 especies de animales, 169 de plantas, y tiene unas 158.000 hectáreas de áreas protegidas, como los páramos de Chingaza y Sumapaz.
Esta riqueza, sin embargo, está constantemente amenazada por la contaminación, producto de la falta de cultura ambiental y sentido de pertenencia por parte de los habitantes de su cuenca. De los 380 kilómetros de extensión que tiene este afluente, solo 11 aún son cristalinos y sin una gota de contaminación.
Con el 97 % de sus aguas en cuidados intensivos, este cuerpo hídrico lucha por sobreponerse a los embates de la contaminación. La hecatombe ambiental del río Bogotá es tal, que en 2014 una sentencia emitida por el Consejo de Estado, les ordenó a los habitantes, industrias, autoridades de diferentes órdenes, organizaciones y todos los actores que confluyen en su cuenca, implementar medidas para salvar el río Bogotá.
Así mismo, los 47 municipios por los que atraviesa este cuerpo de agua incluida la capital, deben ajustar y modificar sus Planes de Ordenamiento Territorial (POT) para que estén alineados con el Plan de Ordenación y Manejo de Cuencas Hidrográficas (POMCA) del río Bogotá. Esto, con el fin de lograr un equilibrio entre el desarrollo y la conservación de los recursos hídricos del territorio.
Desde entonces, diferentes actores adelantan iniciativas en favor de su recuperación y de los ecosistemas presentes a lo largo de las 589.143 hectáreas que tiene su cuenca hidrográfica, así como la conservación de las especies que allí habitan.
En la medida en que la cuenca esté en buen estado, podrá seguir abasteciendo a la población con los servicios ecosistémicos que brinda, como el agua potable.
Los POMCA, de hecho, tienen como objetivo lograr alcanzar el equilibrio entre el desarrollo y la conservación de los recursos naturales, especialmente los hídricos. Es por eso que cada vez son más los proyectos de infraestructura que velan por la protección del medio ambiente.
El crecimiento poblacional de la cuenca y la urbanización han afectado el río Bogotá y otros ecosistemas presentes en la cuenca. Sin embargo, la solución no debe ser detener el desarrollo, sino lograr impulsarlo de manera consciente, responsable y con asesoría de expertos ambientales para no afectar los recursos naturales o reducir al mínimo el impacto y, posteriormente, compensarlo de alguna manera.
Es por eso que el Facebook Live, Infraestructura Sostenible: clave para proteger el río Bogotá, reunirá a actores claves del sector en el país para conversar sobre la importancia de tener una construcción y desarrollo sostenible tanto a nivel nacional como en el caso particular de la cuenca del río Bogotá.
Mauricio Ossa, presidente de Odinsa, de la Junta Directiva de Opain -concesionario del aeropuerto El Dorado- y de la Junta de la Cámara Colombiana de Infraestructura, será uno de los panelistas para compartir cómo el aeropuerto de la capital ha logrado desarrollar una infraestructura que ayuda a la mitigación y adaptación al cambio climático, a hacer un uso eficiente del agua, a fomentar la economía circular, proteger la biodiversidad y a su vecino más importante, el río Bogotá.
También estarán Natalia Arroyave, Especialista Técnica Senior del Consejo Colombiano de Construcción Sostenible (CCCS), quien explicará por qué es clave tener en cuenta el recurso hídrico en los proyectos de construcción de una cuenca, y dará a conocer algunos proyectos que ayudan a proteger el medio ambiente en este territorio
De igual forma, Manuel Felipe Gutiérrez, presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), hará parte del grupo de panelistas para dar una mirada general del sector, cómo se puede lograr la modernización y desarrollo del país a través de la sostenibilidad y, a su vez, explicará dos proyectos claves para el país y la capital que tienen un impacto mínimo en los recursos naturales y velan por su conservación.
Conéctese con este encuentro digital a partir de las 8:30 a.m. por las plataformas digitales y redes sociales de Semana, el viernes, 23 de julio.