El manejo de los residuos se ha convertido en un tema de debate en varias naciones del mundo debido a la gran cantidad de desechos que se originan cada día, desde una cáscara de plátano hasta toneladas de ropa, por lo que la comunidad internacional ha realizado llamados constantes a las diversas comunidades del mundo para que ejerzan un consumo responsable.
El reciclaje se ha convertido en una bandera para que las personas realicen esta actividad, desde sus hogares y puestos de trabajo, con el fin de reducir los desechos, dándoles un segundo uso como utilizar las hojas por ambos lados y adecuar los cartones para otro tipo de actividades.
No obstante, existen residuos que los individuos no saben clasificar ni conocen si se les puede dar un segundo uso, por lo que afecta el potencial máximo que una sociedad tiene para reducir los desechos y ser más amigable con el medio ambiente.
En varios lugares públicos se han realizado estrategias para que las personas sepan cuáles residuos se pueden reciclar, y en caso de que no sea así, clasificarlos según su uso para que se puedan deshacer de la mejor manera posible. Por medio de canecas de colores o bolsas distintivas se ejecutan estas maniobras que agradece el medio ambiente y también las personas que trabajan en la recolección de estos desechos.
Aun así, la responsabilidad social que el mundo necesita, exhorta a que desde los hogares se realice esta separación de residuos, no solo para facilitar y agilizar el trabajo de los recicladores o recolectores de basura, sino también para ir creando una conciencia ambiental y de consumo desde las casas.
¿Cómo clasificar adecuadamente los residuos?
En primer lugar, se deben separar los residuos de acuerdo a su biodegradabilidad (como es el caso de las cáscaras de los alimentos), según su origen (si provienes de hospitales o de la construcción) y de acuerdo a su composición (papel, vidrio, entre otros).
Aquí es importante detenerse por un momento y observar si alguno de estos residuos se puede utilizar por segunda vez. Más que todo se da en el caso del papel, de las cáscaras para producir algún tipo de abono o de las bolsas plásticas.
Seguidamente de separar adecuadamente los residuos, en Colombia, el ministerio de Ambiente ha determinado que los desechos se deben clasificar en bolsas de distinto color de la siguiente manera:
- Bolsa blanca: Se debe cerciorar que los residuos estén secos, ya que aquí deben estar desechos relacionados con cartón, papel, envases de plástico, vidrio y metal.
- Bolsa verde: Aquí se deben desechar los residuos orgánicos aprovechables, como las cáscaras de los alimentos, bolsas de té, sobras de la comida y alimentos que ya no se puedan recalentar.
- Bolsa negra: Dentro de esta se deben botar los residuos no aprovechables como servilletas, papel higiénico. envolturas de alimentos que no se puedan limpiar, pañales y demás objetos a los que no se les pueda dar un segundo uso.
En los parques de varias ciudades se encuentran a disposición de la ciudadanía varias canecas que se rotulan con ‘reciclable’ y ‘no reciclable’, esto con el fin de que las personas, sabiendo la clasificación de la basura, puedan dar el primer paso en este proceso que agradecerá el medio ambiente
La estrategia del reciclaje y clasificación de los desechos será más óptima si la conciencia de consumo también se adopta al momento de comprar ropa, zapatos y materiales para diversas tareas, porque en buena parte del mundo los muebles y las prendas de vestir se desechan en buen estado, produciendo así más explotación innecesaria de algunos recursos naturales como el agua y la madera.