En Inza, Cauca se inauguró la primera Biofábrica Comunitaria en la que un grupo de caficultores del municipio producen fertilizantes orgánicos, esto con el fin de cuidar la salud del suelo, el medio ambiente y los mismos caficultores.
Con esta apuesta, los productores de la región han venido disminuyendo progresivamente la dependencia de los insumos químicos. De acuerdo con Robinson Pillimue, líder y veedor del funcionamiento de la Biofábrica Comunitaria, la cual está asentada en su finca, es el cuidado de a salud y de la vida lo que motiva este proyecto.
De esta forma, de la mano de la comunidad y con el apoyo de algunas compañías tostadoras de Estados Unidos, la fábrica produce fertilizantes orgánicos que benefician a 300 productores.
“Esta Biofábrica es la conclusión de todo lo aprendido en esos años. Cuando llevamos la iniciativa al Cauca, nos dimos cuenta de que ya había en esta región unas prácticas tradicionales muy arraigadas de caficultura orgánica. Se trata, entonces, de fusionar el conocimiento local con el nuestro. Así creamos algo más poderoso”, manifestó Pedro Echavarría, gerente de Pergamino Café, una de las compañías que apoya el proyecto.
Además, señaló que en el Cauca los caficultores estaban iniciando a sumergirse en dichas prácticas, sin embargo, por la falta de insumos resultaba complicado. De esta forma, la iniciativa también busca enseñar este tipo de alternativas económicas y disponibles para los caficultores.
En ese sentido, Leonardo Henao Triana, también impulsor la Biofábrica, comentó que las técnicas para producir o complementar orgánicamente los cultivos tienen un costo alto para un pequeño productor.
“Quien tiene en promedio una hectárea o menos no cuenta con la capacidad económica para hacer su propia biofábrica. Por eso, la idea era poderles dar acceso a este tipo de alternativas que hoy son muy pertinentes ante la situación con los fertilizantes, por precios y disponibilidad de estos”, explicó.
Con la llegada de la Biofábrica en Inza se espera que sea de ayuda para los productores y así nutrir los cultivos con más productos como naranja, limón, aguacate, banano, entre otros. De esta forma, se lograría mejorar los precios de la cosecha y elevar la calidad de vida de los cultivadores.
Así mismo, el hecho de disminuir la dependencia de los productores de los insumos químicos llevaría a una caficultura mixta más sostenible desde la parte ambiental.
Según Robinson Pillimue Oidor, campesino en la Biofábrica, son más quienes quieren producir “de la manera más limpia y que, en un futuro no muy lejano, muchos conozcan de este tema y vayan disminuyendo costos”.
“La comunidad ha aceptado muy bien estos conceptos. Hemos aplicado las instrucciones en nuestras fincas y compartido los saberes con otros que no han podido estar presencialmente en las capacitaciones. La Biofábrica llama la atención de muchos, no solo del Cauca, sino también de nuestro vecino Huila; nos están preguntando y estamos dispuestos a compartir el conocimiento”, concluyó.
En cada ciclo se producen 20 mil litros de biofertilizantes. Con esto, se busca que sea sostenible en el tiempo y, además, es importante destacar que los fertilizantes orgánicos se venden a costo a los productores.
Cabe señalar que a la Biofábrica Comunitaria se le realizará seguimiento para analizar la viabilidad de expandir el proyecto a otras zonas, siempre y cuando se cumpla un requisito vital: que la comunidad se involucre, se cualifique, se comprometa y encuentre sentido en el objetivo del proyecto.