Los graves indicadores de pérdida de biodiversidad, degradación de los ecosistemas, contaminación en los mares y calentamiento global, ponen una vez más sobre la mesa la necesidad de tomar acciones tendientes a mitigar los impactos generados por la crisis climática.
Por esta razón, se lanzó el programa el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas. El proyecto calcula la rehabilitación de aquí a 2030 de unos 350 millones de hectáreas de ecosistemas terrestres y acuáticos degradados, lo cual generaría US$9 billones en materia de servicios ecosistémicos, y eliminaría de la atmósfera de 13 a 26 gigatoneladas de gases de efecto invernadero.
La iniciativa liderada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA) destaca que los beneficios económicos de estas operaciones exceden en diez veces el costo de la inversión, mientras que el precio de no actuar “es al menos tres veces mayor que el de la restauración de los ecosistemas”.
El organismo multilateral a través de sus agencias invita a todas las personas a participar en el propósito de revertir la degradación de los ecosistemas alrededor del planeta y pide que todas las publicaciones relacionadas con este tema que se promuevan en redes sociales se etiqueten como #GeneraciónRestauración.
António Guterres, secretario general de la ONU, alertó en un mensaje por el Día Mundial del Medio Ambiente, que se llevó a cabo el pasado 5 de junio, que la Tierra está alcanzando rápidamente “extremos irreversibles” y que nos enfrentamos a una triple amenaza: la pérdida de la biodiversidad, la alteración climática y el aumento de la contaminación.
“La humanidad lleva demasiado tiempo talando los bosques del planeta, contaminando sus ríos y océanos y arando sus pastizales hasta hacer que caigan en el olvido. Estamos devastando los ecosistemas que sustentan nuestras sociedades”, advirtió.
Agregó que esta pérdida de biodiversidad puede llegar a dejar al mundo sin los alimentos, agua y recursos que las personas necesitan para sobrevivir.
“La degradación del mundo natural ya está socavando el bienestar de 3.200 millones de personas o, lo que es lo mismo, el 40 % de la humanidad”, apuntó, aunque afirmó que todavía estamos a tiempo de revertir los daños mediante iniciativas como el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas.
El movimiento aunará a gobiernos, empresas, la sociedad civil y la ciudadanía en un esfuerzo sin precedentes por reparar el planeta y servirá para restaurar los ecosistemas impulsando una transformación que ayude a alcanzar todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Guterres calificó esta tarea de “colosal”, ya que implica replantar y proteger bosques, limpiar ríos y mares y hacer más verdes nuestras ciudades.
“Con ello, no solo se protegerán los recursos del planeta, sino que también se crearán millones de empleos de aquí a 2030, se generarán unos ingresos anuales de más de US$7 billones y se contribuirá a eliminar la pobreza y el hambre”.
Seguridad alimentaria, en riesgo
El panorama para la producción de alimentos es complejo. El incremento en la contaminación del suelo y la proliferación de residuos amenazan el futuro de la producción mundial de alimentos, la salud humana y el medio ambiente, y requieren una respuesta mundial urgente.
En este sentido, el director general de la FAO, Qu Dongyu, subrayó la necesidad de adoptar una respuesta coordinada para hacer frente a la contaminación del suelo e impulsar su salud para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
Por su parte, la directora ejecutiva del PNUMA, Inge Andersen, aludió al Decenio como una oportunidad para el cambio y también pidió una mayor aplicación de las convenciones mundiales sobre el medio ambiente, así como un control a largo plazo para detener la contaminación industrial y el uso de prácticas sostenibles en la agricultura que favorezcan el uso de pesticidas respetuosos con el medio ambiente.
El informe destaca que del año 2000 al 2017 aumentó un 75 % el uso de plaguicidas; que durante las últimas décadas se ha incrementado significativamente el uso de plásticos en la agricultura; que creció la producción de residuos; y que la producción anual mundial de productos químicos industriales se ha duplicado desde principios del siglo XXI hasta alcanzar unos 2.300 millones de toneladas que aumentarían un 85 % para 2030.
Estas cifras nuevamente evidencian el difícil momento por el que atraviesa el planeta y por qué la necesidad urgente de tomar acciones que permitan preservarlo y dejarles oportunidades a las nuevas generaciones.