Los viveros comunitarios se han convertido en una herramienta clave en la restauración de ecosistemas en diferentes regiones del país. Esto sucede precisamente en la Amazonia en donde a través de una red comunitaria impulsada en los departamentos de Caquetá, Meta y Putumayo se han sembrado más de 17.000 árboles para la restauración de 50 hectáreas de bosques.

Se trata del proyecto Amazonia Sostenible para la Paz, que es financiado por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF), con un monto de US$9 millones, liderado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible e implementado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

La red, que tiene una capacidad de producción de más de un millón de árboles por año, cuenta con el acompañamiento de la Escuela de Restauración Campesina, una iniciativa que es liderada por personas que se encuentran en proceso de reincorporación. Se trata de un modelo que permite el fortalecimiento de capacidades y reconoce los saberes locales de las organizaciones comunitarias, los cuales se complementan con conocimientos técnicos y científicos.

En la región se han sembrado 17.000 árboles. | Foto: Minambiente

“Con Amazonia Sostenible para la Paz se busca fortalecer los conocimientos y las capacidades que las comunidades campesinas ya tienen para mejorar sus prácticas y su acceso a derechos territoriales, sociales y económicos que les permitan la adaptación al cambio climático”, aseguró Jimena Puyana, gerente nacional de Desarrollo Sostenible del PNUD.

Nueve viveros

La red está compuesta por nueve viveros articulados, que son administrados por 10 organizaciones campesinas, algunas lideradas por mujeres y otras por reincorporados a la sociedad, lo que ha convertido a la red en símbolo de reconciliación en la región.

“Para nosotros como Ministerio resulta gratificante poder apoyar y facilitar estos proyectos de cooperación internacional que son de gran ayuda no solo para el cumplimiento de la agenda nacional ambiental, sino también para lograr una inclusión social por medio de soluciones basadas en la naturaleza que nos permitan seguir construyendo el camino hacia una paz estable y duradera”, apuntó David Olarte Amaya, punto focal operativo del GEF en Colombia y jefe de la Oficina de Asuntos Internacionales del Minambiente.

La siembra de árboles es clave en la restauración de ecosistemas. | Foto: Cormacarena

Con esta apropiación de la restauración y sus técnicas, las comunidades pueden ofrecer servicios para el diseño de paisajes, como la disposición de árboles nativos para reconectar parches de bosque entre dos paisajes productivos sostenibles que el proyecto gestiona en las Sabanas del Yarí (Meta) y la Zona de Reserva Campesina Perla Amazónica, en el departamento de Putumayo.

Restauración y producción sostenible

El propósito en el que trabajan quienes hacen parte de la iniciativa es que esta red de viverismo comunitario contribuya a la implementación de herramientas de protección, restauración y producción sostenible para la recuperación de la conectividad de los bosques amazónicos en más de 34.000 hectáreas de los dos paisajes productivos sostenibles de esta región del país.

El desarrollo de este proyecto tiene el apoyo, desde diferentes frentes, de entidades técnicas aliadas como el Instituto Sinchi, la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonia (Corpoamazonia), la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Norte y Oriente Amazónico (CDA), la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Área de Manejo Especial La Macarena (Cormacarena), la Corporación Paisajes Rurales y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura. Es articulado con las gobernaciones de Caquetá, Amazonas, Vaupés, Putumayo, Guaviare, Guainía, entre otras entidades.

Amazonia Sostenible para la Paz forma parte del programa Paisajes Sostenibles de la Amazonia, implementado en Brasil, Perú y Colombia.