El primero de abril del año 2017, una avalancha ocasionó una gran tragedia en la capital del Putumayo. El hecho afectó a miles de personas que no solo perdieron a familiares y amigos, sino también sus bienes.

A partir de ese momento inició una maratónica labor tendiente a brindar ayuda a quienes tanto lo necesitaban. La Fundación Solidaridad por Colombia, fue una de las instituciones que hizo presencia en el lugar para apoyar con mercados e inició una estrategia de suministro de agua potable, energía solar y conectividad

En medio de la desolación dejada por la tragedia, esta entidad comenzó a trabajar en el desarrollo de un proyecto participativo de la mano con la comunidad, denominado “Bosques de paz”, el cual se convirtió en un símbolo de esperanza y resiliencia para los habitantes de esa región.

Dada su importancia y lo que ahora el lugar representa para los habitantes de esta ciudad, la British Quality Foundation, una entidad sin ánimo de lucro en Reino Unido homenajeó por primera vez a la Fundación con el premio a la excelencia ambiental. Para el proceso de selección del ganador, la BQF tuvo en cuenta el impacto positivo a largo plazo que tendría el proyecto en el medio ambiente y en las personas beneficiadas con el mismo.

En el lugar se sembraron más de 500 árboles. | Foto: Fundación Solidaridad por Colombia

Desde un comienzo, la iniciativa fue incorporada al Plan Nacional de Reconstrucción de Mocoa, aprobado por el Gobierno Nacional. La dirección de Bosques avaló el registro del mismo y el Ministerio de Ambiente lo incluyó en sus planes de acción prioritaria.

Tras el desastre natural, la Fundación identificó e intervino el primer bosque de paz post desastre natural. El proceso contempló reconstrucción ambiental y social de 1,5 hectáreas en los barrios El Carmen y Condominio Norte.

Trabajo de reforestación

Para llevar a cabo este proyecto, junto con la comunidad trabajaron en el proceso de reforestación de la barrera ambiental protectora para evitar que en el futuro, en caso de que llegara a presentarse una situación similar, la vida de las personas corra riesgo como ocurrió en 2017.

Como parte del proceso, la Fundación realizó capacitaciones de educación ambiental para la comunidad y procesos de formación de Jóvenes Guardianes Ambientales del Bosque de Paz. Allí se formaron 25 guardianes activos para promover el cuidado del medio ambiente. De igual manera, construyeron espacios de bienestar y memoria: Parque comunitario, monumento de la memoria y sendero ecológico.

Con el proyecto Bosques de Paz reforestaron 1,5 hectáreas. | Foto: Fundación Solidaridad por Colombia

Con la participación de la comunidad, en el marco del proyecto fueron sembrados más de 500 árboles de chiparo, especie ayudó a contener la avalancha, además de otras especies nativas. Este ejercicio permitió la formación de tejido comunitario y social alrededor de la importancia de cuidar la naturaleza, como uno de los mejores protectores de la vida.

En este momento el Bosque de paz, según la Fundación Solidaridad por Colombia, es uno de los lugares más visitados en Mocoa. Para avanzar en el proyecto, la entidad recibió donaciones de más de 2.500 personas, entre las que se encuentran los empleados del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El manejo de los recursos fue verificado por la firma de consultoría y auditoría Price Waterhouse Cooper.

El proyecto bosques de paz en Mocoa pertenece a la línea de acción “Reconstrucción y Recuperación de Comunidades”, con la que la Fundación ha hecho presencia en desastres naturales como la desaparición de Armero y el terremoto del Eje Cafetero, interviniendo a 174 lugares afectados por desastres naturales y auxiliando a 64.444 familias damnificadas.