La Organización Meteorológica Mundial (OMM), declaró oficialmente el final del fenómeno de La Niña, pero advirtió que se prevé un incremento en las temperaturas durante los meses de junio, julio y agosto, especialmente en el hemisferio Norte.

La Niña produce el enfriamiento a gran escala de las temperaturas de la superficie del mar en el océano Pacífico ecuatorial central y oriental; sin embargo, el calentamiento generalizado de la superficie del mar por encima del promedio como consecuencia del cambio climático indican que las temperaturas del aire sobre la tierra serían más cálidas que en los mismos periodos de años anteriores.

América del Norte, sería una de las regiones más afectadas, por lo que no se descarta que como en años anteriores se puedan presentar incendios. Las altas temperaturas también se extenderán al extremo norte de Asia, parte de Asia central y el extremo oriental de este mismo continente, así como a la península Arábiga y el norte del Caribe.

El cambio climático genera escasez de agua y como consecuencia conflictos por el preciado líquido. Foto: Archivo Semana

También pronosticó que el subcontinente marítimo de la costa sur de África occidental, que se extiende hacia África central y oriental y las partes orientales de América del Sur, sentirán temperaturas superiores a la media en el mencionado periodo.

Sin embargo, para América del Sur, la condición es un poco diferente. En la parte norte de esta región y extendiéndose hacia el Caribe, la temperatura no incrementará en grandes proporciones, una situación similar a la que se presentará en el noroeste de Europa, el sur de Asia.

El secretario general de la OMM, Petteri Taalas, recordó que La Niña tiene un efecto de enfriamiento global temporal, que suele ser más fuerte en el segundo año del evento, razón por la cual el 2021 ha tenido un comienzo relativamente bueno, según los estándares recientes.

No obstante, dijo que “esto no debería adormecernos con una falsa sensación de seguridad de que hay una pausa en el cambio climático “, dijo Taalas.

Asimismo, recordó que todos los eventos climáticos que ocurren de manera natural ahora tienen lugar en el contexto del cambio climático inducido por el hombre, que está aumentando las temperaturas globales, exacerbando el clima extremo e impactando los patrones de precipitación estacional.

Dióxido de carbono al alza

Según la agencia de la ONU, una de las grandes preocupaciones es que la emisiones de dióxido de carbono se mantienen en niveles récord, por lo que continuarán impulsando el calentamiento global.

“Según las nuevas predicciones de la OMM, existe una probabilidad del 90% de que al menos un año entre 2021 y 2025 se convierta en el más cálido registrado”, indicó Taalas.

En cuanto a las lluvias, la OMM estimó que pueden estar por debajo de lo normal en el Caribe, muchas partes de América al sur de Ecuador, en gran parte del norte del Mediterráneo y el sureste de Europa, así como en partes del centro y oeste de América del Norte y la costa este de África.

Las emisiones contaminantes generan un gran impacto en el calentamiento global. | Foto: Getty Images

Sin embargo, para Colombia la situación puede ser diferente, pues de acuerdo con los pronósticos de la Agencia de la ONU, existe una probabilidad de moderada a alta de lluvias por encima de lo normal en las partes del norte de América del Sur, justo al norte del Ecuador.

Precisamente en el país, hace un par de semanas, el Instituto de Hidrología, Metereología y Estudios Ambientales (Ideam), anunció que La Niña, que provocó afectaciones como derrumbes e inundaciones, ya estaba llegando a su fin. Sin embargo. advirtió que el podría reactivarse para el segundo semestre del año.

Y es que a pesar de que la comunidad meteorológica mundial confirma que el fenómeno terminó, hay evidencia científica que constata el enfriamiento del Océano Pacífico, hecho que podría reactivar las fuertes lluvias en países como Colombia, por lo que el llamado es a que no se baje la guardia para evitar mayores afectaciones.