Desde hace años, las alarmas están encendidas por el debilitamiento de la Gran Barrera de Coral, uno de los ecosistemas más importantes del mundo, al cual el cambio climático le está pasando una costosa factura debido a la acidificación de los océanos.
Este fenómeno genera el blanqueamiento de los corales que se da cuando las condiciones ambientales anormales, tales como temperaturas más cálidas del mar, conducen a los corales a expulsar pequeñas algas fotosintéticas y así pierden su color.
El deterioro de este ecosistema que alberga miles de arrecifes y cientos de islas compuestas por más de 600 tipos de corales duros y blandos y el cual es hogar de innumerables especies de peces coloridos, moluscos y estrellas de mar, junto con tortugas, delfines y tiburones, ha llevado a que un comité de expertos de la ONU indique que debe ser considerado como patrimonio mundial “en peligro”, planteamiento que no le gustó al gobierno de Australia.
El Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco recomendó la inclusión en la lista, dado que la crisis climática es el factor que impulsa la destrucción del arrecife de coral más grande del mundo y por ello le pidió a este país que aborde de manera urgente las amenazas que el cambio climático generan en la Gran Barrera. Está previsto que dicha inclusión se vote en la reunión del Comité, que se realizará en China el próximo mes.
El gobierno de Australia no recibió con beneplácito la recomendación. La ministra de Medio Ambiente, Sussan Ley, dijo que se opondrán a la sugerencia, argumentando que el gobierno está realizando inversiones por US$ 3.000 millones en la protección de los arrecifes. Según ella, los funcionarios de Canberra indicaron que la Unesco le está dando la espalda a las garantías de que el arrecife no sería declarado en peligro de extinción.
La Unesco dio a conocer este lunes un informe preliminar en el que recomienda que se degrade el estatus de la Gran Barrera de Coral, incluida en el patrimonio mundial desde 1981.
Ante esta realidad, la funcionaria argumentó que si bien está de acuerdo en que el cambio climático global es la mayor amenaza para los arrecifes del mundo, consideró incorrecto designar el arrecife mejor administrado del mundo para una lista (de sitios) ‘en peligro’.
Ley dijo que esta recomendación envía una señal equivocada a aquellos países que no hacen las inversiones que en el caso de Australia sí está haciendo en la protección de los arrecifes de coral.
La insistencia
Desde hace años, la Unesco ha tenido el objetivo de que se incluya la Gran Barrera en el listado de patrimonios naturales en peligro. Sin embargo, el gobierno australiano ha presionado para que esta decisión no se materialice prometiendo una férrea defensa del ecosistema.
En esta oportunidad, si bien la agencia de la Organización de las Naciones Unidas reconoce las inversiones y el trabajo realizado por Australia para proteger y cuidar este ecosistema, lamenta que las perspectivas a largo plazo se hayan deteriorado aún más, pasando de mediocres a muy mediocres.
La inclusión en la lista de sitios en peligro no se considera una sanción por parte de la Unesco. Algunos países incluso lo ven como una forma de concienciar a la comunidad internacional y de contribuir a la salvaguardia del patrimonio.
La recomendación de la UNESCO muestra de forma “clara e inequívoca que el gobierno australiano no está haciendo lo suficiente para proteger nuestro mayor activo natural, especialmente contra el cambio climático”, declaró Richard Leck, el director de océanos de WWF.
¿Cuál es su importancia?
La Gran Barrera de Corla abarca cerca de 345.000 kilómetros cuadrados y es hogar de más de 1.500 especies de peces y 411 especies de corales duros, por lo que se constituye en un ecosistema marino vital. Le aporta US$4.800 millones anuales a la economía de Australia y permite la generación de 64.000 puestos de trabajo, según la Great Barrier Reef Foundation.
Desde 2015 ha enfrentado tres devastadores eventos de blanqueamiento masivo, causados por temperaturas oceánicas superiores a la media. El calentamiento global causado por la escalada de los gases de efecto invernadero atmosféricos es una gran amenaza para los ecosistemas de arrecifes de coral del mundo.
Según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU, hay evidencia de que la mayoría de los arrecifes de coral tropicales desaparecerían por cuenta del aumento de las temperaturas. Por esta razón, el cambio climático se convierte en el mayor desafío que enfrenta este ecosistema.
Arrecifes, en riesgo
A finales del año pasado, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), advirtió que de continuar la tendencia en el calentamiento global como hasta ahora, todos y cada uno los arrecifes de coral del planeta podrían blanquearse antes de que finalice el presente siglo.
Este organismo enfatizó que de no reducirse de forma inmediata las emisiones de gases de efecto invernadero, las condiciones de estos ecosistemas pueden cambiar de manera significativa, una situación de es altamente preocupante, pues son grandes indicadores del impacto del cambio climático en los océanos, además de generar el alimento para millones de personas en el mundo.
La advertencia, en su momento, la hizo la responsable de la división Marina y de Agua Dulce del organismo de la ONU, Leticia Carvalho, al afirmar que la inacción provocará la desaparición de los arrecifes de corales.
“Antes de que sea demasiado tarde, la humanidad debe actuar con urgencia, ambición e innovación basadas en evidencias científicas a fin de modificar la trayectoria de este ecosistema, que es el equivalente del canario en la mina de carbón sobre el impacto climático en los océanos”, explicó.