Un nuevo capítulo se escribe en la historia del venado que fue rescatado hace un par de semanas en el norte de Bogotá. El animal, que ya había sido intervenido en una de sus extremidades el pasado 15 de julio, será sometido a una nueva cirugía debido a que la herida no ha podido sanar.
Tras la primera intervención, el venado tenía pronóstico reservado y su recuperación dependía de la respuesta al dispositivo ortopédico implantado. Inicialmente, según los especialistas, reaccionó de forma adecuada y se alimentaba por sus propios medios; sin embargo, al pasar los días y después de recibir curaciones periódicas en la zona intervenida, no hubo avances en la recuperación.
“El animal venía con una fractura en una de sus patas delanteras la cual fue intervenida el 15 de julio. Hemos venido verificando la evolución de esta intervención y, en las últimas horas, con preocupación, hemos visto una respuesta no adecuada en sus tejidos y sistema nervioso, razón por la cual se realizará una segunda cirugía”, aseguró el secretario de Ambiente (E), Julio César Pulido.
Los profesionales que han atendido al venado evidenciaron una respuesta desfavorable de la lesión, debido a la desvitalización del tejido circundante, posiblemente asociado al daño que se generó desde el momento de la fractura. Esta situación pudo afectar los vasos sanguíneos involucrados en la irrigación de la zona afectada. El animal está estable pero su pronóstico continúa siendo reservado.
“Vamos a valorar de nuevo la lesión ya que es una fractura muy compleja. El individuo se encuentra estable, le estamos brindando la atención médica necesaria para su bienestar (…) contamos con todos los equipos médicos para realizar el procedimiento”, agregó el veterinario del Centro de Atención y Valoración de Flora y Fauna Silvestre (CAV), de la Secretaría de Ambiente, David Rodríguez.
De acuerdo con la entidad, con la ayuda de los profesionales del CAV, seguirán realizando todas las acciones que estén a su alcance para preservar el bienestar del animal y lograr su recuperación.
“Esperamos que la intervención sea exitosa dada la importancia de esta especie que habita en los bosques altoandinos y que además está amenazada. Estaremos informando los resultados de la intervención”, puntualizó Pulido.
El animal pertenece a la especie Mazama Rufina y es conocido como “venado de páramo” o “soche”. Se alimenta de hojas, hierbas, ramas tiernas y frutas del sotobosque y se encuentra comúnmente en ecosistemas de bosque alto andino y páramos entre los 1.500 y 3.500 m de altura, especialmente en espacios con vegetación abundancia arbustiva. Se presume que bajó a la ciudad proveniente de los Cerros Orientales.
Menor población
Las poblaciones del venado de páramo se han visto disminuidas en los últimos años debido a factores como la caza o la pérdida de su hábitat, que genera desplazamientos debido a la falta de alimento. Actualmente está catalogado en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como vulnerable.
Según la Secretaría de Ambiente, la ciudadanía puede reportar la presencia de animales silvestres extraviados, heridos o víctimas de tráfico y tenencia ilegal a través de las líneas telefónicas 3174276828, 3183651787 y 3182154047 o el correo electrónico fauna@ambientebogota.gov.co.
De acuerdo con datos oficiales de esta entidad, entre junio de 2020 y el mismo mes de 2021, la autoridad ambiental recuperó 3.835 especímenes silvestres, entre estos 2.474 vivos, mediante procedimientos de incautación.
En este mismo periodo, también liberó 3.222 individuos, tras verificar que cumplieron satisfactoriamente sus procesos médicos y de rehabilitación en el Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre.